La sátira como único modo de retratar una España «corrupta, pobre y criminal»

Por María J. Mateomariajesus_mateo

Ajedrez para un detective novato (Algaida) debería añadir un prólogo con una serie de indicaciones sobre cómo debe tomarse y conservarse. Sobre los posibles efectos secundarios que puede producir la lectura de esta novela, escrita por Juan Soto Ivars (Águilas, 1985), mejor hablar en otro momento, que desde luego ése es otro cantar, y largo.

Si tuviera que redactar parte de ese prospecto, desaconsejaría muy seriamente su lectura en lugares públicos, tales como trenes, metros o cafeterías, si lo que uno no quiere es no acabar convertido en el centro de todas las miradas, víctima, como lo fui yo, de sucesivos ataques de risa.

jsi2Por otro lado, intentaría resaltar la inconveniencia de adentrarse en ella en noches soñolientas en las que uno se va a la cama aún con algo de resaca. Como pude comprobar, difícilmente se logrará la lectura vertical de unas pocas páginas sino que, más bien al contrario, el cuerpo te pedirá seguir leyendo y muy probablemente te darán las tantas de la madrugada enfrascado en las historias del detective Marcos Lapiedra y de su particular pupilo.

Sería conveniente, además, no dosificar su lectura. En caso contrario, se puede acabar siendo víctima de una especie de «desrealización» o «despersonalización», o cualquier otro trastorno disociativo. En esta línea, no sería tampoco raro acabar viendo, en el metro o en la oficina, calamares gigantes, ninjas asesinos o mutantes del subsuelo adictos a la gomaespuma. O sentir cierta frustración (o alivio) al comprobar que en nuestra vida ordinaria no tenemos maestros legendarios ni novi@s ninfóman@s cuando la jornada termina y regresamos a casa.

El descoloque puede ser desmesurado. Por tanto, si la lectura se prolonga en exceso, podemos caer en la inevitable tarea de establecer comparaciones entre realidad y ficción, entre la España corrupta y pobre en la que vivimos, y la «España corrupta, pobre y criminal» que se dibuja en la novela, y que es «sospechosamente parecida a la nuestra».

Definitivamente es mejor leer del tirón esta burla sagaz de Soto Ivars, que parece haber encontrado en la sátira el consuelo necesario para encarar una realidad que, de tan sórdida, parece de mentira y que podría estar cerca de sobrepasarnos a todos.

Y es que, este joven talento (y perdón por el cliché pero me parece bastante adecuado para el caso) ha visto en la burla y en la risa —tan necesarias, también en la literatura— el único modo de enfrentarse a una situación traumática de tan precaria. De paso, ha logrado también la excusa perfecta para realizar ese ejercicio tan sano que es cambiar de registro para no anquilosarse ni encasillarse después de haberse dedicado al drama en sus dos novelas anteriores, La conjetura de Perelman y Siberia.

El resultado es este aire esperpéntico y a la vez renovado que respiramos en Ajedrez para un detective novato, en donde asoma la huella de Valle-Inclán, pero también la de la extensa y personal biblioteca de este lector y escritor insaciable. Creador de escenarios delirantes y carnavalescos casi por necesidad —»Me río por no atentar», le he escuchado decir últimamente— y portador de una mirada distinta. Promotor, en suma, de una corriente desenfadada y gamberra que conviene tomar, sin embargo, muy en serio.

 

6 comentarios

  1. Dice ser Jorge

    Creo que es una excelente forma de transmitir. Que sea sobre algo negativo no exige que sea publicado sin un sentido satírico. El autor intenta transmitir y captar la atención de más gente realizándolo de esta forma. Y me parece perfecto.

    23 enero 2014 | 13:44

  2. Dice ser Guillermo

    Alguien muy inteligente del mundo económico a nivel internacional, dijo lo siguiente sobre España:

    «El problema que hay es que no se ve solución. España, actualmente, no puede crear empleos porque ha desarrollado una estructura de costes que proviene de capitales inyectados –no españoles- que han ayudado inmensamente a España a desarrollar todo un sistema de producción que le ha ido bien a Alemania, a Francia o a grupos empresariales. Estos mismos (lo inyectores de capital) hoy no ven a España como un lugar en el que se puede producir de manera tan competitiva como puede ser en República Checa, Rusia, Asia… Por lo tanto, te encuentras con un modelo que ya no funciona.»

    1saludo.

    23 enero 2014 | 15:04

  3. Dice ser Braiton

    Es el unico pais del mundo donde la fiscalia del estado se pone a difender ricos y famosos a diestro y siniestro. Vease La Infanta, vease Blesa, en fin, apaga y vamonos.
    Mirad la condena que le han puesto a una joven por el simple hecho de tener una relacion con un hombre de un pueblo diferente al suyo. http://www.losliantes.com/

    23 enero 2014 | 18:01

  4. Dice ser ANTONIO LARROSA

    No se si será casualidad pero desde que se edita este panfleto se ha llegado a un crimen histórico inquietante; todo el bienestar social conseguido por mi generación luchando y dejando en el scuro camino de una dictadura nuestra sangre, sudor y lágrimas, ha sido masacrado por esta mierda de Democracia por culpa de la censura tan atróz que secundais.

    ¡Oye Angela! ¿Llamaste al Mariano y a toda su pandilla para que lean mis novelas que son muy buenas? antoniolarrosa.com ..

    23 enero 2014 | 19:07

  5. «Yerran quienes afirman que en España no se lee. Ahí tenemos a la rutilante escritora, Belén Esteban. Tres ediciones en una semana y colas de varias horas, a la intemperie, para obtener su firma.
    También se equivocan aquellos que lamentan la escasa tirada de la prensa escrita. Las ventas del Marca, un día normal y no digamos los lunes, desmienten esa afirmación.

    Particularmente, me desalienta hasta la depresión que en el devastado ambiente editorial, sobreviva y triunfe económicamente una sucesión de páginas dedicadas a las pasiones más bajas, al cotilleo, las intimidades… En cualquier sociedad sana, esta clase de “libros” deberían resultar minoritarios, casi clandestinos, pasto de presidiarios pajilleros, reclutas drogotas, amas de casa que restañan su frustración mientras esperan a un marido panzudo y bruto…

    Pero no es así, en un axioma diabólico, triunfa lo cutre, tergiversado, instigador de pasiones y revanchas. Nada induce a la obtención de frutos mediante el esfuerzo diario, sistemático, la superación de uno mismo. Prima el engaño, el requiebro que conduce a los atajos mediante los cuales se puentee a quien decida valerse tan solo de su inteligencia, mérito y capacidad.

    Desde luego, nadie puede proscribir a Belén Esteban su derecho a escribir un libro o pagar para que se lo escriban. Lo desolador es contemplar cómo miles de personas aguantan penalidades para adquirir el vómito editorial de una musa de la telebasura al tiempo que las editoriales quiebran, las librerías echan el cierre y el autor que se precie busca publicar en otro idioma… ¿En qué nivel de degradación mental y moral está abismada gran parte de la sociedad española?

    Así, en la España de hoy se penaliza la superación de uno mismo, la lucha por la justicia social, el amor vibrante hacia la cultura, la pasión por ampliar conocimientos…, muy al contrario, prima lo grotesco, la España del esperpento que glosaba Valle-Inclán, la nación que expulsa a sus científicos e indulta a los ladrones de cuello blanco, la tierra de promisión de los defraudadores y mediocres ambiciosos, el lugar donde pedorras y pedorros y viceversa persiguen mediante bolos televisivos cuadruplicar, centuplicar, las ganancias de un médico, un juez, de cualquier profesional. Todo presidido por el pernicioso axioma de conseguir lo máximo con el mínimo esfuerzo, pasando por encima de quien sea, valiéndose del los medios que sea. A costa de lo que sea.

    Tal vez la última y mejor réplica a esta carcoma la haya brindado Sotomayor, el esforzado atleta cubano, ante preguntas de una reportera de la caverna: “Señor Sotomayor, ¿al régimen de Cuba le parece razonable que usted, un deportista, gane más que un profesor y un médico”? Respuesta de Sotomayor: “¿Y a usted le parece razonable que un futbolista, en España, gane más que todos los médicos de un hospital juntos?”.

    Esta es la “marca España”… Sobran comentarios».

    por Gustavo Vidal Manzanares | Jurista y escritor
    nuevatribuna.es | 28 Noviembre 2013

    23 enero 2014 | 23:51

  6. Dice ser Al rico libro

    Tiene una pinta muy buena, y ya va siendo hora de que la corrupción se convierta en tema de la literatura en España.

    07 febrero 2014 | 13:14

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