“Cama adentro” es como se llama en Argentina a las mujeres empleadas del hogar que se quedan a dormir en la casa de sus patrones. Ayer en México se festejó su día internacional y desde este lado del mar queremos referirnos a ellas.

Las condiciones en las que viven estas mujeres, muchas de ellas inmigrantes, no es la óptima y su situación ha sido denunciada en varias ocasiones por los sindicatos. Recientemente, el periódico La Verdad difundía un estudio en el que se explicaba que “el 78% de las empleadas del hogar no percibe pagas extras; un 68% no tiene vacaciones remuneradas y el 87% no ha cobrado por estar de baja”. El estudio exponía que en el 84% de los casos “el salario medio que se cobra por hora no llega a los 2,5 euros, y en un 90% el sueldo se completa con pagos en especie por parte de los empleadores”.

¿Qué pasa cuando la trabajadora tiene “régimen interno”, cuando es “cama adentro”? Es común que el horario de trabajo sea continuado, que la vida personal se pierda y que no haya horas extra más que los fines de semana. Es cierto, como dicen algunas de ellas, que si viven en la casa de sus patrones tienen resuelto el tema de la vivienda. Pero esto ¿se justifica a costa de perder completamente la vida propia y la independencia? Deben existir unos derechos mínimos.

La Federación de Mujeres Progresistas trabaja con este tema. Tanto si tú eres trabajadora como si eres quien contrata y quieres ser una persona justa, puedes acercarte a esta federación para que te asesoren. Aquí te adjuntamos una guía sobre los derechos de las trabajadoras del hogar que incluye hasta un contrato modelo, para blanquear la situación.