«Justicia por Alfonso» es el slogan de una plataforma de asociaciones que exige que se investigue la muerte de Said Alfonso Fortín Sánchez, un joven hondureño de 29 años, que aparentemente se suicidó en una celda de la Comisaría de Getafe.

El joven fue detenido el 14 de octubre en la calle San Isidro de Getafe, junto con su primo de 22 años. Ambos carecían de permiso de residencia y por eso fueron llevados a la Comisaría. El arresto se produjo por la noche y la familia confió en que serían liberados un día después.

La cuestión es que Alfonso amaneció muerto en su celda, y, según los agentes de Policía, se ahorcó con sus propios pantalones. No hubo más explicaciones para la familia, y tampoco les permitieron ver al otro detenido, quien fue trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros y está en espera de una expulsión.

La familia del fallecido rebate la versión de la Policía. ¿Qué era lo peor que le podía pasar a Alfonso? «Que le deportaran a Honduras… eso no era un problema, él mismo ya quería irse», dice Marco Trejo Fortín, otro primo del fallecido.

Elizabeth Chichande, la novia del difunto, que aparece en esta foto junto con Said Alfonso, sabe que su pareja no tenía razones para quitarse la vida. «No era un hombre depresivo. Nunca habría hecho algo así. Yo lo conocía. Yo dormía con él. ¿Me entiendes?».

¿Qué fue lo que pasó? Eso lo dirá el Juzgado 4º de Instrucción de Getafe. El caso se suma a otras tantas muertes violentas de inmigrantes que se producen en cárceles y comisarías, y que en el 80% de los casos, las investigaciones concluyen que fueron suicidios. Así lo denuncia la plataforma de asociaciones que pide «Justicia por Alfonso».