El Blog sobre la Comunidad Latinoamericana en España

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El lamento guaraní

Eso de arrancar una planta de un lugar y tratar de que crezca en otro sitio no siempre resulta. Eso es lo que se llama desarraigo y es algo a lo que nos enfrentamos los inmigrantes a diario. Y no es que siempre nos quejemos, ¡no!, primero porque algo ha habido de decisión en cada uno de nuestros proyectos migratorios, pero, pese a todo, la distancia duele y cada uno lo expresa como puede. La poesía ha sido un recurso. Ayer, en Casa de América, dos poetas paraguayos dedicaron sus letras, en guaraní y castellano, a los inmigrantes asentados en España.

Los versos que se pueden leer a continuación por parte de un poema extenso de Susy Delgado, que se llama Desalma. Al final de este post podrán ver un video en que se resume la historia de la inmigración paraguaya en su lengua propia, el guaraní. ¡Atrévanse con esa lengua nativa!

Desalma

He olvidado

la voz de mis padres

el olor de mis hijos

el sabor del amor

Hoy

el olvido

me mata de a poco

no recuerdo siquiera

cómo eran mis ojos

no cómo hacían ellos

para deletrear el mundo

Hoy no sé

si me llamo María

Juan

Teresa

Francisco

Rosa

Ramón

o Soledad

Se me ha perdido

no sé donde

la cédula de identidad

y hoy no sé

cómo me llamo

Si paragua

bolita

sudaca

chola

guarango

cabecita negra

pinche cabrón

grasa

plaga

ciruja

chorro

turro

pendejo

indio

caballo loco

pokyra

loser

ganchero

cartonero

macoñero

reventada

hijo de la chingada

popinda

terrorista

puta barata

o carne de pornoshit

Se me ha perdido

el boleto del viaje

y hoy no sé

a dónde voy

Si voy

a Buenos Aires

a España

aquí a la vuelta

apete

rejerévo

a Nueva York

a Camboriú

a Guantánamo

al polo

a la China

a París

oh, la la

o a ningún lado

La inmigración de los paraguayos a España

Un fotógrafo peruano tienta a escritores hispanoamericanos

Digamos que el oficio del hombre que aparece en esta foto es de hacedor de imágenes, lo que se conoce como fotógrafo y hace unas semanas inició un experimento que podemos llamarlo foto-blog-literario. Les explico: este fotógrafo peruano hurgó en su archivo y ha escogido varias fotografías que tienen un significado especial para él, pero en lugar de describirlas él mismo, ha cedido la pluma a otros hombres y mujeres que tienen el oficio de escribir.

El nombre de este experimentador es Erik Molgora, limeño de 33 años que reside en España hace ocho años. Y ya ha recibido el sí de escritores de la talla de Andrés Neuman, Edmundo Paz Soldán, Santiago Roncangliolo, David Barba, entre otros latinoamericanos y españoles.

El experimento durará un año, es decir, 52 semanas. Aunque, en verdad, el autor nos ha regalado dos semanas de bonus extra y el foto-blog-literario se llama 54 semanas.

Como he dicho líneas arriba, este peruano hacedor de imágenes está tentando a los escritores para que escriban historias sobre las fotografías que él ha tomado en Latinoamérica y en España. Allí y aquí. Imágenes de cuando andaba con su cámara de fotos por Perú, México y Guatemala, y del tiempo que transcurre ahora en Madrid.

¿A qué país emigrarías?

Desde que me fui por primera vez de mi país, cuando era apenas adolescente, me he convertido un poco en una apátrida. Cada vez que viajo a un lugar nuevo, sea donde sea, no puedo dejar de preguntarme: ¿viviría en este lugar? ¿A ustedes no les pasa? ¿Es una pregunta que nos planteamos los inmigrantes o les sucede también a los que nunca han vivido fuera de su casa natal, cuando visitan una nueva ciudad?

Estas preguntas se me pasaron por la cabeza cuando, esta semana, descubrí un artículo de inicios de este año de la revista Foreing Policy, en el que hacen un listado –un poco raro a mi gusto-, de “los mejores países para ser inmigrantes”.

El primero de la lista de FP es Irlanda, que tiene un porcentaje de población del 14%. Según ellos, entre otras bondades, “es un caso único en lo referente a los derechos que concede a los extranjeros, entre ellos el voto y la posibilidad de ingresar en el cuerpo de policía y presentarse a las elecciones locales. El pasado verano, en el suburbio dublinés de Portlaoise, el nigeriano Rotimi Adebari se convirtió en el primer alcalde negro del país”… Pienso en ir ahí y pienso que el clima podría matarme de angustia

Otro en el listado de FP es Canadá, con el 19% de la población inmigrante (en ciudades como Toronto es del 50%). Allí necesitan trabajadores, porque la gente no tiene hijos y la población envejece. El país ha acogido a unos 200.000 inmigrantes anuales durante los últimos diez años, y necesita más. Yo viví un tiempo en Canadá y tengo que decir que es un país muy bonito, con gente amabilísima, si una quisiera la tranquilidad absoluta, aunque me resultó un pelín aburrido comparado con Madrid o Barcelona… El frío no lo sufrí tanto, en Toronto, porque todo está muy preparado. Lo considero un buen lugar para ser inmigrante.

Para mi sorpresa, otro de los países que incluye en la lista FP es Israel, con su 40% de población inmigrante. A mí me daban la nacionalidad inmediatamente, si quería. Podría vivir allí. Pero la verdad es que nunca me interesó ir a un país que ocupa y maltrata a la gente de esas mismas tierras. No lo recomiendo. Me da mucha tristeza y me avergüenza. Creo que cualquier persona que aplique a ese país, como si nada pasara, se hace cómplice de la opresión. Sin embargo, en la experiencia de la acogida en sí, sí creo que se podrían extraer mecánicas positivas, que podrían aplicarse con voluntad, en cualquier lugar del mundo, sin violar los derechos humanos.

Otro de los países de la lista de FP es Nueva Zelanda. “Estamos en una competición mundial por el talento y debemos conseguir nuestra parte”, había dicho el ministro neozelandés de Inmigración en 2005. Se entra allí por un sistema de puntos. Conozco gente viviendo allí y por ahora me hablan muy bien. Pero la situación económica está cambiando y están endureciendo los requisitos de entrada. Yo, la verdad es que cuando pienso en lo lejos que queda y lo caro que es ir y venir, me da un poco de pereza.

Y también, claro, el listado incluye a España, que ya tiene al 11% de la población inmigrante. Lo incluye por lo fácil que era hasta ahora encontrar trabajo en la construcción y el agro; pero advierte sobre una denuncia de Human Rights Watch sobre los centros de internamiento y el endurecimiento de los últimos tiempos.

Aunque el mundo es grande y el destino inmenso, por ahora me quedo en España… ¿Y tú, ya seas español o inmigrante, has pensado en qué países del mundo vivirías?

Cómete un verdadero helado argentino en España

Una de las buenas noticias que ha traído la inmigración es que nos ha acercado sabores y colores del mundo a la vuelta de casa. Hemos pensado que en este blog sería interesante comenzar a poner una serie de recomendaciones de los propios inmigrantes sobre los lugares donde está lo mejor de su país aquí.

Nosotras intentaremos dar el punto de partida y les pedimos que si pasan por este blog y conocen más lugares, nos lo hagan saber.

Comenzaremos con nuestros países. Soraya contará cuales son, según ella, los mejores restaurantes ecuatorianos en Madrid y averiguará con amigos en otros lugares. Y yo comenzaré con un producto argentino. Les hablaré del helado ¿Por qué? Además del típico asado, después de tantos inmigrantes italianos, nos lo hemos hecho un poco nuestro, le hemos puesto nuestros gustos y muchos argentinos podrán decir que no hay como el helado de allí.

Soy una fanática del helado. De hecho, muchas veces, cuando visito mi país no voy directo a casa. Paso primero por Freddo… o por Pérsicco. El helado argentino tiene un gusto especial. No tengo idea de lo que es, pero es distinto y no se encuentra en cualquier lugar (ojo: no me pondré a discutir aquí si es mejor o peor que otros, sólo diré que es distinto, y claro, que vale la pena probarlo).

Los mejores helados argentinos los encontré, por ahora, en Barcelona, exactamente en el paseo Joan de Borbó 15, en la Barceloneta. Es una pequeña heladería que tiene el típico helado de dulce de leche granizado o chocolate con almendras enteras. Muy buena. Además tienen revistas de argentina que una se puede sentar a mirar mientras come. Antes había otra, Arlequín, en el mismo paseo, pero la última vez que fui lo encontré cerrado.

Hay una gran cadena de heladerías, llamadas Giangrossi, cuyo dueño es argentino, y que ha intentado traer el modelo… sin embargo, por lo menos en mi opinión, están muy lejos de ser buenos (va por gustos).

En Madrid todavía no pude encontrar nada que se le parezca… ni el Giangrossi ni otra cadena que se llama prácticamente igual que la de allí “Freddo, Freddo”, pero que no tiene absolutamente nada que ver. Dicen que también son argentinos los de la cadena Giussepe Ricci, pero tampoco se parecen a los nuestros. Me comentaron que hay una apenas saliendo del metro Ibiza, y otra llamada Mazzana (C/ Costa Rica, 28) espero tener un rato para acercarme prontito. Si lo hago, ya les comentaré qué me parece, y en el próximo post sobre Argentina en España les daré mis recomendaciones para los mejores asaditos…

Y ahora no me queda más que preguntar: ¿Conocen ustedes alguna otra heladería argentina recomendable en España?

¿Quién escribió los capítulos que se le olvidaron a Cervantes?

A Cervantes se le olvidaron escribir algunos capítulos del Quijote, al menos eso es lo que dijo un escritor ecuatoriano del siglo XIX. Su nombre fue Juan María Montalvo Fiallos: anticlerical, crítico de los dictadores de la naciente República del Ecuador, exiliado e inmigrante.

Viajó dos veces a Europa; primero a los 25 años de edad, para ocupar un cargo político; y a los 52 años, cuando ya se había consolidado como escritor. Vivió en París y Roma, pero en ambas estancias encontró tiempo para recorrer España. Visitó Andalucía, la tierra de su abuelo paterno, y recorrió toda La Mancha; y en su segundo viaje llegó a Madrid y se instaló en el Hotel París, en plena Puerta del Sol, para entrevistarse con algunos escritores de la época.

Sus travesías a Europa fueron patrocinados por personajes influyentes que conoció por su actividad política y cultural, pero ninguna de estas amistades le salvó de vivir épocas de indigencia, mientras esperaba la publicación de sus libros. Justamente recorría editoriales en París cuando le sorprendió una lluvia y una neumonía que se hizo crónica y lo mató en 1889.

Los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes es el nombre de una de las novelas más elogiadas de Juan Montalvo, en ella cuenta las aventuras de un Quijote revivido. La obra fue escrita entre 1869 y 1876, mientras Montalvo vivía exiliado en Colombia y Perú, debido a sus ataques a los gobernantes de turno en Ecuador. El libro finalmente fue publicado en Francia, tras la muerte de su autor, concretamente en 1895.

Y les he contado esto de Montalvo, Cervantes y del Quijote revivido dos siglos más tarde, porque la Asociación Raíces y Color en Movimiento escogió el nombre de este escritor ecuatoriano para denominar su concurso de literatura. Son los Premios Juan Montalvo 2008 y se pide a los concursantes hacer un relato corto sobre lo que tiene que vivir los inmigrantes para conseguir su número de identificación, aquel que empieza con la letra X y que es seguido de una serie de números. Por ese detalle, los organizadores hablan de los inmigrantes como «los hombres X» y esperan recibir los escritos de estos hombres y mujeres, por supuesto, hasta el 15 de noviembre. El premio anunciado es de 1.000 euros. ¡Pasa la voz!

Teatro por la Identidad en Madrid y BCN

Desde el año 2000 que en Argentina se viene celebrando el ciclo Teatro por la Identidad, en apoyo a las abuelas de Plaza de Mayo, que buscan a más de 500 niños desaparecidos durante la dictadura argentina (alguno de los cuales ha sido recuperado en España y alguno de los cuales podría estar aun en cautiverio por sus padres adoptivos aquí).

Desde hace dos años que el ciclo se celebra también en Barcelona y en Madrid. Lo interesante de la “versión española” es que además de hablar de la dictadura argentina se habla también de la guerra y la dictadura en España. Lo que vivimos en Argentina no tiene nombre y cada vez que pienso en ello no puedo evitar que se me salten las lágrimas. Pero lo que ha pasado en España también es muy triste, las secuelas están evidentemente presentes y es también importante hablar de ello en ciclos como éste.

En Madrid, Teatro por la Identidad es todos los lunes a las 20 hs hasta el 27 de octubre en el teatro Alfil, y las obras tienen que ver con la dictadura argentina pero también con los horrores de la guerra civil española. La entrada es gratuita hasta completar aforo.

En Cataluña el ciclo es hasta el 25 de octubre y los espacios son más variados: en Casa América de Catalunya, en el Col.legi de periodistes, en el Versus Teatre, y otros.

Los temas también tienen una mezcla con la dictadura argentina y con los procesos vividos en España durante la dictadura franquista. Hay una obra en particular (La Novia) que incluye también el tema de la inmigración.

Hay algo que me da vueltas por la cabeza… no dejo de pensar que mientras nosotros, argentinos y españoles, vemos Teatro por la Identidad e intentamos reconstruir nuestra propia historia, hay niños que están siendo robados y sacados de las manos de sus madres cautivas hoy mismo, en varios lugares del mundo.

La inmigración de los europeos

Los problemas de la inmigración son los mismos en cualquier lugar del mundo y en cualquier época. Hace poco tuve la oportunidad de estar en Nueva York, que fue uno de los puntos principales de entrada de millones de inmigrantes europeos, y encontré el registro de esa inmigración de antaño, y les digo que no hay ni una sola diferencia con la situación actual que se vive en los países que son destino de la inmigración como España.

Esa inmigración de antaño llegaba a tropel hasta Ellis Island, una isla pequeña ubicada junto a Manhattan. Desembarcaban primogénitos de familias griegas, madres italianas con sus hijos pequeños, familias judías enteras. Con su ropa en baúles y cestas de mimbre. Algunos hasta cambiaban sus apellidos para asegurar la entrada a América, tal y como se ve en la sala de registro que aparece en la fotografía.

En la isla pasaban una serie de exámenes antes de ser admitidos y luego permanecían en la isla durante un tiempo, vivían una especie de cuarentena, mientras se adaptaban a las costumbres americanas. Les enseñaban cosas tan básicas como, por ejemplo, pelar y comer una banana.

Todo eso se cuenta en el museo de la inmigración que hoy se levanta en Ellis Island, que recibió a doce millones de inmigrantes entre 1892 y 1954. Pero lo paradójico de esto, como digo al principio, es que esas historias de antaño no han dejado de ocurrir. La misma ciudad de Nueva York sigue siendo un muestrario de la llegada de inmigrantes y junto a esta ciudad se puede citar a Madrid, Milán, Londres y muchas más.

Y las puertas de acceso o fronteras se siguen cerrando como hace más de cien años. En España, a inicios de verano se estrenó con bombos y platillos una nueva sala para «acoger» a los inmigrantes. Y fue presentada ante los medios de comunicación como un hotel cinco estrellas. Se decía que tiene 78 camas para los viajeros rechazados en frontera y hasta 10 cunas para los niños que lleguen y no puedan entrar a España. Televisión, teléfonos, sala de juegos y un servicio de restaurante que tiene en cuenta las restricciones alimenticias que marcan algunas religiones.

Yo solamente digo que la inmigración ha sido una constante en la historia de los pueblos y es una pena que se siga tratando a los inmigrantes como hace más de cien años. Me resulta extraño visitar un museo que reseña un drama humano que todavía ocurre hoy en día, con otros rostros, en otros idiomas, y en muchos países que representan el mismo sueño americano que otrora arrastró a los europeos hasta el otro lado del Atlántico.

El voluntariado, una buena forma de entrar en un país

Me lo habían dicho hace tiempo: la mejor manera de conocer un país y a su gente, y una muy buena carta de presentación para futuros empleos, es hacer voluntariado. Para mí lo fue y lo es, parte de mis amigos de España y de los otros países por los que pasé, son amigos del voluntariado.

Yo sé bien que si se está 12 de las 24 horas trabajando es difícil, pero si de casualidad se ha venido a estudiar, si de casualidad se tiene un ratito libre al menos al mes, vale la pena. Hacer voluntariado es una manera de hace amigos nuevos, de conocer gente (que luego, además, pueden dar recomendaciones para posibles trabajos, sobre todo si hacemos voluntariado en algo relacionado con aquello a lo que nos queremos dedicar), de conocer las otras realidades, de ayudar y obviamente de subir el listón de quienes venimos de afuera.

Se puede hacer voluntariado de muchas maneras: en la asociación de vecinos del barrio donde vivimos, en el colegio donde están nuestros hijos, en una ONG (en la página www.hacesfalta.org se pueden encontrar muchas ofertas, incluso en algunas que ayudan en nuestros países de orígenes, si tenemos algo de nostalgia). Otra posibilidad es acercarnos a alguna de las organizaciones que forman la Plataforma de Voluntariado de España, donde nos pueden aconsejar sobre qué hacer y dónde. ¿Manos a la obra?

Rivas Vaciamadrid se viste de inmigrante

Ya comenzó esta semana una gran fiesta, la Fiesta de la Cultura en la calle, en el pequeño pueblo madrileño de Rivas Vaciamadrid. Habrá artistas de todo tipo y color, y de una variedad de rincones del mundo, actuando al aire libre en pasacalles, títeres, teatro de calle, cuenta cuentos, danza, música, performance y mucho más.

La gran fiesta de la diversidad, que coincide con las fiestas locales de Rivas, es el escenario lúdico que acompaña al III Foro Mundial Social de las Migraciones 2008 “Nuestras voces, nuestros derechos, por un mundo sin muros”, donde habrá cientos de talleres, seminarios, actividades libres y sesiones plenarias que tocarán el tema de las migraciones y las libertades.

Las tertulias comienzan mañana 11 y continúan hasta el próximo domingo. Rivas planea acoger a más de tres mil exponentes durante estos tres días, y culminar con una manifestación multitudinaria organizada por los miembros de las organizaciones sociales de más de 90 países, en el centro de Madrid, el domingo a las 12 horas.

Cualquiera de estos días ¡allí nos veremos! Mientras tanto, aquí los dejo con un adelanto de lo que fué el Foro anterior.

Los españoles festejan el Día del Inmigrante

Cada 4 de septiembre en Argentina miles de personas de diversos puntos del planeta festejan el Día del Inmigrante. Los españoles lo harán, por ejemplo, en la provincia patagónica de Santa Cruz, con una enorme paella.

En Buenos Aires y otros puntos del país también se hacen grandes fiestas y las asociaciones de inmigrantes se visten de colores y alegría.

El festejo argentino (que se celebra un día distinto que el que instauró años después Naciones Unidas, el 18 de diciembre) rememora el 4 de septiembre de 1812, cuando el primer Triunvirato firmó un decreto que decía: “(…) el gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio (…)”.

El preámbulo de la Constitución argentina, escrito en 1853, invita también a “promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

Durante mucho tiempo Argentina creció, cultural y económicamente (ambas van de la mano), y se hizo fuerte gracias a esa apertura de fronteras y a esa diversidad (y si decayó, mucho tiempo después, no fue por culpa de los inmigrantes).

Sería maravilloso que esos soñadores que un día soñaron un país libre y acogedor, gobernaran hoy en Argentina, en España y en el mundo.

A todos los españoles que viven afuera, a todos los extranjeros que viven en España, y a todos los que llevan la casa en la maleta ¡Feliz Día del Inmigrante!

Los dejo con un video de celebración que grabó un aficionado del Día del Inmigrante en Argentina, pero sobre todo con una parte de canción que vale la pena escuchar…