El Blog sobre la Comunidad Latinoamericana en España

Archivo de septiembre, 2008

Pluna deja a sus pasajeros en Madrid

Hace rato que la aerolínea uruguaya Pluna tenía problemas, pero el fin de semana pasado se puso más que en evidencia el desastre: la Casa de Uruguay en Madrid informó que la aerolínea dejó a 20 pasajeros varados en Barajas. El vuelo no salió y a los afectados que habían llegado al aeropuerto los administrativos les dijeron que simplemente el vuelo no existía. No estaba planificado. Los pasajeros no tenían a quién reclamar ya que las oficinas de Pluna estaban cerradas, así que tuvieron que arreglárselas por su cuenta buscando en Madrid dónde quedarse.

El gobierno uruguayo privatizó el 75% de la aerolínea y los nuevos dueños (la compañía Leadgate) habían decidido que, por falta de presupuesto, dejarían de viajar a Madrid, cancelando todos sus vuelos a partir del próximo 9 de septiembre. Parece que aunque el anuncio estaba hecho para más tarde, el dinero ni siquiera alcanzó para vuelos anteriores a esa fecha, ni para cancelarlos, ni para avisar a los clientes previamente. La compañía alegó que el avión estaba en reparación en Montevideo. Lo más curioso es que en la página web de Pluna todavía ofrecen vuelos desde Madrid, por un acuerdo con Iberia.

Los pasajeros dijeron que pondrían una demanda a la aerolínea y en ello están. Si se tarda (o se resuelve) como la de Air Madrid, están fritos.

La culpa de las vacaciones fuera de casa

Vuelvo de unas buenas vacaciones en Europa pero con un atisbo de culpa. A muchos de los que no vivimos en nuestro país nos cuesta veranear en otro lugar que no sea en el país de origen, donde está la familia…

Hay que hacerlo. Es eso o dejar de conocer cualquier otro sitio del mundo y que todos los años sea la misma historia: cambiar el calor del verano de España por el frío del invierno sudamericano; llegar a casa disfrazados de Papá Noel habiéndonos gastado lo que no tenemos en regalos para otros; ver a todos un poco sin ver a muchos del todo; aguantar a gente que se enfada porque no dio tiempo suficiente…

Al fin, un verano como éste una decide tomarse vacaciones en vacaciones… y la familia se resiente… Mi madre lloró un par de veces cuando le dije que no iba, y esa figura cruel y macabra no dejó de aparecer en algún lugar entre la arena y el mar, cada vez que intentaba relajarme.

“No importa”, pensaba, “volveré a casa para verlos en algún momento”, y seguí luchando para que el pecado mortal de haberme obsequiado un asueto no aguara el sol del verano inmigrante. Seguiré así, aunque cueste.