El Blog sobre la Comunidad Latinoamericana en España

¡Mamá me envió 200 euros!

Tengo un amigo que trabaja en una ONG en Ecuador. Hace un tiempo hablábamos de las remesas, del dinero que mandamos los inmigrantes a nuestros países, un tema que mencionamos hace poco en este blog y que probablemente seguirá apareciendo.

Mi amigo me marcaba un aspecto negativo sobre ciertas remesas que veía diariamente en su ONG. “Hay padres que se van a trabajar afuera, y dejan a sus hijos en casas de familiares o amigos, o simplemente solos (si son adolescentes), hasta que se los pueden llevar”, decía mi amigo. “Pueden pasar años antes de que los vuelvan a ver y los niños crecen sin sus padres. A veces ese dinero, que para el costo de vida en Ecuador suele ser mucho, llega directamente a manos de niños o adolescentes que están en riesgo ¿Por qué en riesgo? Porque se les han roto las familias y esto tiene su coste psicológico. Sufren, están solos y, sobre todo si son adolescentes, hay quienes se meten en drogas o beben, o se la malgastan y luego no les alcanza para lo que necesitan realmente”.

¿Cómo solucionarlo? En principio se aconseja no enviar dinero a niños ni a adolescentes directamente, sino a través de un adulto de confianza que se los administre con cautela. Además, es preferible que los niños se queden en casa de familiares cercanos como un tío o los mismos abuelos, y que los padres estén presentes mediante llamadas, si es posible videollamadas, y si es posible diarias.

Se me ocurre que además pueden hacerse otras cosas. Darles a los niños, por ejemplo, ciertas “responsabilidades”: inventarse un objetivo en común con los padres, los familiares que se hacen responsables, y los niños, en el que todas las partes tengan que ahorrar, por ejemplo, para concretar algún negocio familiar en el futuro, y en el que toda la familia vuelva a estar junta.

También se me ocurre que los niños que tienen padres afuera pudieran juntarse en alguna casa y hablar de lo que sienten y lo que les sucede… para que al menos no se sientan solos en la situación.

¿Se les ocurre alguna otra cosa que se pueda hacer con las remesas “para niños”?

6 comentarios

  1. Dice ser Joan_de_Sevilla

    Vi en un documental, que al paso del tiempo a estos hijos lo unico que les interesa al final es que les manden el dinero y entonces eso si que dolera cuando llegue.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Javi

    Haberse puesto condón, creo que abandonar a los hijos es lo más feo que puede hacer unos padres.

    12 septiembre 2008 | 19:03

  3. Dice ser Yesus

    Soy un español casado con una colombiana, concretamente de Bogotá. Cada vez que podemos viajamos para ver a su familia y nos damos cuenta del gran daño que produce la ausencia de los padres en este tipo de familias e incluso la ausencia del padre o la madre. Indirectamente conocemos a niños que no ven el dinero que sus padres mandan porque son los familiares que están cuidándolos quienes se aprovechan de él.Es más que recomendable poder tener gente de confianza y ver esos frutos. Nunca ofrecer dinero para caprichos y más bien para la formación de los niños que allá se quedan, para darles oportunidades de futuro (pagar matrículas, libros al inicio del curso, clases extraescolares). Aquí suponen un ínfimo coste respecto al que tienen en España y pueden ayudar bastante a los niños de cara a su desarrollo.

    12 septiembre 2008 | 19:05

  4. Dice ser cuentin talantino - de talante

    «…sobre todo si son adolescentes, hay quienes se meten en drogas o beben…»Claro, claro… y luego se vienen a Ex-paña con la reagrupación y a dar por saco a los ex-pañoles, a delinquir y a pagarles programas de desintoxicación.Vaya tela !!

    13 septiembre 2008 | 21:52

  5. Dice ser Estrella

    Para las madres, sobre todo son mujeres que dejan a sus hijos, también es muy doloroso estar separadas de sus hijos, y no siempre es posible llamar a diario para estar «presente». si el tiempo se prolonga, se cada vez más difícil ejercer influencia, sobre todo con la culpa que genera eso en las mujeres, y el dolor de la ausencia de sus hijos.Es un tema muy duro para tomarlo a la ligera, y una más de las terribles consecuencias de esta migraciones forzadas. Creo que las escuelas donde van esos niños podrían desde las cooperativas escolares armar algún gurpo de contención emocional para esos niños, pero es muy fácil sugerir desde aquí soluciones, cuando allí las carencias básicas están al orden del día.Vale la reflexión porque es un aspecto más de las migraciones, pero de no tan fácil solución. Lo mejor siempre es que esas madres estén con sus hijos, pero las necesidades a veces no dejan mucha alternativa.saludos

    14 septiembre 2008 | 11:03

  6. Dice ser rené

    se me olvidaba, espero que vuestro siguiente post hable del tema y de la infinita paciencia de los españoles que soportan esto y que encima se les critique inpunemente en este blog.

    14 septiembre 2008 | 15:06

Los comentarios están cerrados.