Hello everyone!
Hemos estado unos días de vacaciones y al volver a casa, nos dice el portero que el cartero lleva toda la semana trayendo cartas para un tal Mr Bartlett. Así que abrimos el buzón que estaba a rebosar de sobres de colores con su pegatina ‘via air mail’ y el sello con la silueta de ‘her majesty’.
¡No cabe duda de que ha empezado la locura de las tarjetas navideñas en Reino Unido! Además, hace unos días fue el cumpleaños de Phillip así que tuvimos doble ración de ‘greeting cards’, las de ‘Happy Birthday’ y las de ‘Merry Christmas’. Es curioso, porque nos hemos cambiado de casa hace un mes y casi no habíamos abierto las cajas de la mudanza que nuestros familiares ingleses ya nos estaban pidiendo la nueva dirección.
Si has pasado un tiempo en UK, no habrás tardado en percatarte de la tremenda obsesión que tienen los británicos por las tarjetas de felicitaciones. Encontrarás una amplia sección de ellas en los supermercados y verás que las tiendas que se dedican a la venta exclusiva de este producto. Al igual que dicen que España es el país con mayor densidad mundial de bares, estamos casi seguros de que UK encabeza la lista de país con mayor densidad de tiendas especializadas en ‘greeting cards’.
Aunque vivas cerca de un amigo o un familiar, es normal recibir una tarjeta por correo de esa persona felicitándote la navidad. Incluso cuando vivíamos en Cambridge hubo compañeros de trabajo, a los que obviamente veíamos todos los días, que nos dieron tarjetas navideñas en mano.
Como podrás imaginar los carteros británicos se echan a temblar cuando se acercan estas fechas. Tenemos un amigo que trabaja en Royal Mail y ya ha reservado unas vacaciones para irse en enero al Caribe a relajarse. This is how mad it gets! Y es que en esta época del año, no hay casa en todo Reino Unido que no acumule decenas de tarjetas encima de la chimenea (si tienes la suerte de tener una, claro).
¿Pero de dónde viene esta tradición?
El culpable de este desmadre fue Henry Cole, un funcionario inglés que se levantó un buen día del año 1843 en su casa londinense con el espíritu navideño subido y decidió encargar a su amigo e ilustrador, John Callcott, la misión de diseñar la primer tarjeta navideña de la historia.
Aunque le quedó bastante cuca, causó cierto revuelo el hecho de ver a los niños disfrutando de una buena copa de vino tinto.
Se imprimieron 1000 copias de esta tarjeta y cada una de ellas fue coloreada a mano y se vendieron por 1 chelín (‘shilling’) cada una, que equivale a unos 5 peniques de hoy en día. Esta tradición siguió prosperando y las tarjetas se empezaron a imprimir en serie veinte años mas tarde. Tuvieron su momento de gloria cuando la Reina Victoria hizo un encargo de tarjetas navideñas, algunas de las cuales pueden verse en el British Museum hoy en día.
¿Te apetece escuchar nuestro podcast en inglés sobre la navidad? En este capítulo hablamos de experiencias personales y de las diferencias entre unas navidades inglesas y españolas.
(Haz click en la imagen para ir al post.)
So that’s it for today folks! 🎅🏻
Un abrazo desde Amigos Ingleses