Un jamón elaborado en Cáceres a partir de animales que viven en la dehesa extremeña y comen bellota cuando es temporada. Hasta ahí todo normal, excepto por un pequeño detalle: este jamón es de vaca. Más concretamente de los animales de raza Wagyu, una de las más cotizadas y famosas en Japón, pero que la firma Sierra de Monfragüe cría ahora en Extremadura y ha rebautizado como «Wagyu ibérico».
Hablar de «jamón ibérico de vaca» posiblemente supondría saltarse unas cuantas normas sobre denominación y etiquetado de jamones de raza ibérica. Así que, aunque realmente suene atractivo, la empresa responsable de este producto lo comercializa como «jamón 100% vacuno». Eso sí, la marca «Wagyu ibérico» es una de sus cartas de presentación.
Según leemos en Expansión, el origen de este proyecto se remonta a varios años, con la incorporación de animales de raza Wagyu a otras autóctonas, y haciendo de la cría en la dehesa y la alimentación con pastos y bellota el sello de identidad de estas vacas.
¿Pero son realmente Wagyu? Sus criadores lo confirman, asegurando que tienen la certificación y una genética en la que al menos el 50% pertenece a esta raza.
Aunque desde León ya hay quien señala que estamos ante la clásica cecina de toda la vida-así aparece, de hecho, en algunos de lo sobres de lonchas que se comercializan- hay que reconocer que la idea del jamón de vacuno ibérico tiene mucho gancho.