Lo de que el chocolate es un remedio para casi todos los males no es nada nuevo. Así que, posiblemente, tras el 2020 que hemos pasado y cómo se perfila este 2021, cualquier excusa es buena para hincarle el diente a una buena tarta de chocolate. Algo así es lo que proponen el pastelero Christian Escribà y el creativo Pep Torres con su último invento: The miscake.
Un ingenioso nombre (mistake-error + cake-tarta) para una tarta con mucho chocolate y una buena ración de marketing. ¿Pero qué tiene de especial? Pues una simpática historia con su ritual y todo para olvidarse de líos -representados por una maraña de chocolate dorado que la cubre- y descubrir que debajo está lo bueno: un pastel de bizcocho de chocolate, con mouse de chocolate e interior de fruta de la pasión.
Nosotros cambiaríamos encantados ese dichoso maracuyá por más chocolate, pero no vamos a hacer un drama con eso, que se supone que este pastel se ha inventado precisamente para evitarlos.
La tarta viene acompaña de tres pequeños pinchos con los que se anima a hacer una especie de conjuro. Sí, como el de la queimada pero sin brujas, y apelando aquí a superar esos posibles errores. Pese al aparente tono MrWonderful del asunto, podemos certificar que nada de eso. La tarta es cero empalagosa, a diferencia de los mensajitos esos de autoayuda de tazas, libretas, camisetas y lo que surja.