Nos encantan los libros de divulgación científica y gastronomía. De hecho, confesamos que en la inmensa mayoría de los casos nos parecen mucho más interesantes estos ensayos o guías que otro libro de recetas.
Así que estamos devorando -nunca mejor dicho- encantandos el libro de Gemma del Caño Ya no comemos como antes, ¡y menos mal!, que además de un título sugerente llega con una promesa muy necesaria: cambiar los bulos por evidencias.
Y es que, puestos a informarnos, algo nos dice que es mejor hacerlo de la mano de alguien como Del Caño, farmacéutica, especializada en I+D, biotecnología, seguridad y calidad alimentaria. A ver, que también puedes hacer caso a tu instagramer de cabecera, pero nosotros somos muy clásicos con estas cosas de la ciencia.
El caso es que el capítulo dedicado a la miel nos parece muy interesante y esclarecedor para acabar -ojalá de una vez por todas- con esa idea de que la miel es el sustituto perfecto y sano del azúcar. ¿Cuántas recetas hemos visto en las que solo con ese cambio de ingredientes ya se asegura que el resultado es mucho más saludable?