Tras los habituales excesos veraniegos, septiembre es un mes perfecto para hablar de dietas. Eso han debido de pensar en Antena 3, que no han dudado en poner a régimen a Chicote y, de paso, hacer un examen de las dietas más populares del momento, en un programa especial emitido anoche.
Ya el pasado mes de mayo el popular chef explicaba que estaba haciendo una dieta con la que había conseguido perder unos 11 kilos, como parte del programa Dietas a examen. Nada como un poco de periodismo Gonzo -probar uno mismo de lo que se habla- para dar esa dosis de espectáculo que todo programa de televisión necesita. Y si hablamos de Chicote y unos cuantos kilos de más, pues mucho mejor.
Tras la experiencia del programa dedicado a los Superalimentos, lo cierto es que no cabía esperar muchas sorpresas de este especial dedicado a las dietas. Algo de divulgación, algunos datos interesantes, ritmo muy rápido, titulares y conclusiones precipitadas y, en definitiva, muchos ganchos para alejar a los espectadores del mando a distancia.
Si en el caso de los Superalimentos casi partíamos de un error de base (la llamada superfood es poco más que un invento del marketing), hay que reconocer que Dietas a examen ha tenido partes interesantes. Cualquier cosa que contribuya a desmitificar dietas milagrosas y propuestas absurdas -y peligrosas para la salud-, bienvenida sea.
¿Es una buena idea olvidarse de los hidratos como propone la dieta proteica? ¿Tendríamos que comer como hace miles de años según sugiere la dieta paleolítica? ¿Y qué decir de esa chorrada de la dieta Hollywood, tan efectiva a corto plazo como peligrosa e ineficaz a la larga? La ciencia y los nutricionistas han cuestionado decenas de veces estos métodos, pero nunca está de más que se vuelva a hacer -tal vez echamos de menos más contundencia y claridad- en la televisión y en prime time.
Pese a las buenas intenciones, la cosa se empezó a torcer cuando se habló de alimentos depurativos para compensar los excesos. ¿Jugando con la falsa idea de lo detox en un programa sobre alimentación y dietas? Imperdonable. Tampoco esa obsesión por medir las calorías de cada plato sin abordar de qué tipo de alimento hablamos (¿son igual las calorías de un donut que las de un aguacate?) o el mito de las cinco comidas al día, que ahí sigue pese a haber sido rebatido insistentemente.