Por Rafael Barrera – Director de ANPIER
Hace tiempo que no sonrío.
Melancólico y doliente,
contemplo con desvarío:
aire gris y pestilente,
alergias más frecuentes,
fauna y flora sin su avío,
temperaturas ascendentes
y menos caudal en los ríos.
Petróleo, carbón y gas,
son venenos para la vida,
y nos tragamos sin más
que no existe alternativa.
Con expertos paniaguados
y publicidades atractivas,
nos mantienen resignados
con facturas excesivas.
¿Burlas? Aquí va una lista:
Las sobre retribuciones,
extrañas amortizaciones,
el mercado mayorista,
caprichosas concesiones,
término fijo de potencia,
pingües indemnizaciones
y alguna otra indecencia.