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El futuro de la movilidad urbana (y no es el coche eléctrico)

A menudo las propuestas sobre cómo transformar el transporte en la ciudad para hacerlo más sostenible se limitan a permitir el desarrollo del vehículo eléctrico y peatonalizar las zonas centrales. Sin desmerecer esas estrategias, sobre todo la segunda, aquí va una reflexión gráfica sobre otra movilidad urbana posible. Aquella que se sostiene sobre un uso intenso de la bicicleta en la ciudad. En Copenhague el 29% de los desplazamientos se realizan en bici y, dentro del Plan de lucha contra el Cambio Climático de la ciudad, se incluye el objetivo de alcanzar el 38% en 2025.

Este artículo no pretende ser una discusión profunda, sino una muestra de cosas que ocurren cuando una ciudad es literalmente tomada por las bicicletas. Una ventana por la que asomarse a un futuro que es posible ir consiguiendo poco a poco en las ciudades españolas. Las fotos están acompañadas por algunas reflexiones de la autora.

Puentes de diseño solo para bicicletas. En la foto, el puente Cykelslangen (la serpiente) te permite cruzar el canal de Copenhague disfrutando de las vistas.

 

Muchísimos kilómetros de carril-bici están presentes prácticamente en cualquier calle de la ciudad. Esto permite que utilice la bici todo el mundo. También personas mayores que se mueven más despacio, niños que están aprendiendo, mujeres que empujan bicis cargo donde se apiñan varios niños, bicis con bolsas de la compra colgando, jóvenes que están de mudanza… En definitiva, bicis que permiten y facilitan todos los desplazamientos que se hacen en la ciudad.

 

Rampas. En este caso en una estación de tren. Siempre que hay que salvar un obstáculo hay una rampa, de manera que nadie se quede sin poder utilizar la bici porque no puede levantarla en peso y subir unas escaleras.

 

Más kilómetros de carril-bici, para salir de la ciudad y para moverte por todo el país. En Dinamarca hay miles de kilómetros de calzada preparada para la bici y 11 rutas específicamente diseñadas para conocer el país sobre dos ruedas.

 

Casco-Airbag. Llevar casco no es obligatorio pero la mayoría de ciclistas lo utiliza. La versión más moderna (y cara) es el caso airbag que se muestra en el video.

 

Estaciones de reparación. En la foto la del centro de la ciudad de Aarhus, con herramientas para cambiar y reparar una rueda e hinchador.

 

Cartel electoral de uno de los candidatos en las elecciones municipales de Copenhague en 2017. El slogan dice “Copenhague para todos”.

 

Cubre sillín, porque llueve. Las campañas publicitarias se hacen cubriendo los cientos de bicis que normalmente hay en un aparcamiento con cubre-sillines con mensajes.

 

Carrito de supermercado para enganchar a la bici y transportar la compra a casa.

 

Aparcamientos para bicis en dos niveles junto a la estación del tren.

 

Vagones específicos en los trenes para transportar bicis.

 

Respeto por el ciclista. Es difícil capturar esto en una fotografía, pero los coches respetan y protegen mucho a los ciclistas. Los ciudadanos de Copenhague poseen aproximadamente 675.000 bicis y 120.000 coches. En mi opinión la clave es que todo el mundo utiliza la bici en algún momento de la semana, de manera que cuando está al volante de un coche no ve enemigos sobre dos ruedas, solo ciclistas con los que debe ser cuidadoso.

 

Copenhague no siempre ha sido así, la ciudad de hoy es consecuencia de políticas activas y sostenidas en el tiempo para desincentivar el uso del coche y favorecer el de la bicicleta. Resultará muy interesante comprobar hasta dónde puede llegar y cuántas otras ciudades están dispuestas a seguir el ejemplo.

Por Marta Victoria – Observatorio Crítico de la Energía marta victoria

Una ciudad sostenible es posible: Copenhague, Málaga y Barcelona lo demuestran

Por Fundación Renovables

Bicicleta

Expertos de diferentes áreas relacionadas con el ámbito energético se dieron cita el pasado 26 de mayo en la Jornada “Ciudades sostenibles, ciudades con futuro” organizada por la Fundación Renovables, con la colaboración de ANPIER, para exponer a responsables municipales una hoja de ruta sobre cómo transformar las ciudades, principales focos de emisiones, en entornos más habitables y sostenibles.

Una cita en la que no solo se explicó cómo y por qué los espacios urbanos deben encaminarse necesariamente hacia un futuro libre de emisiones sino en la que los representantes de ciudades que ya se han erigido pioneras en el escenario del cambio, demostraron, a través de sus experiencias particulares, que además esta transformación es posible.

Es el caso de Copenhague, que se ha propuesto convertirse en la primera ciudad del mundo neutral en carbono en el año 2025, “un objetivo ambicioso pero factible” tal y como señala Mikkel Larsen, Agregado de Comunicación del Departamento Político de la Embajada de Dinamarca en España. Para lograrlo la capital danesa ha basado sus políticas en tres pilares: una apuesta decidida por las energías renovables; una mayor eficiencia energética y reducción del consumo de energía y, por último, una movilidad que destierre el uso de los combustibles fósiles. Todo ello, acompañado de planes de resiliencia al cambio climático, lo que repercute en una mejor vida de la ciudadanía.

Pero no es necesario salir de España para encontrar ejemplos de ciudades que ya dirigen sus actuaciones a impulsar la transición energética. Prueba de ello es la ciudad de Málaga donde, según explica Jaime Briales, del Área de Innovación y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de la ciudad, en tal solo seis años se han registrado unos ahorros energéticos por encima del 20% así como una reducción de las emisiones del 18%.

También Barcelona, que tradicionalmente ha ejercido un liderazgo a la hora de poner en marcha políticas medioambientales transformadoras, ha querido ahora dar un nuevo impulso a sus políticas, como explica Janet Sanz, Tenienta de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad de la Ciudad Condal, y situar en el centro de las mismas el “derecho a la ciudad” en el que la sostenibilidad y el cambio climático son ejes fundamentales a la hora de combatir la desigualdad social y conseguir una ciudad sostenible, socialmente responsable e inclusiva.

La ciudad de Madrid estuvo igualmente presente en la Jornada. Para Inés Sabanés, Delegada del Área de Gobierno de Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento de la ciudad, el momento de llevar a cabo la transición energética en las ciudades ha llegado ya que actualmente existe entre los ciudadanos una comprensión global y una percepción colectiva de la necesidad de llevar a cabo un cambio. Sabanés tomó también como una «muy buena noticia» el Manifiesto de la Fundación Renovables en el que se reclama un Madrid emisiones cero.

En el siguiente vídeo puedes ver las intervenciones completas de Mikkel Larsen, Jaime Briales y Janet Sanz en la Jornada.