Por Juan López de Uralde – Coportavoz Federal de EQUO
La subida del precio de la luz en los últimos días ha generado una justificable alarma entre los consumidores. Esta subida tiene su origen en factores diversos que van desde el aumento de la demanda como consecuencia de la ola de frío, a una subida precio del gas y el carbón que entran más caros, y la bajada de la producción renovable en nuestro país, entre otros motivos. Detrás de todo ello está la especulación del oligopolio eléctrico –especialmente con el agua de sus centrales hidráulicas – para disparar sus beneficios.
A todo ello hay que sumar un factor exterior que está pasando desapercibido: el cierre de centrales nucleares francesas. Me ha interesado lo que está pasando en Francia, ya que demasiado a menudo tenemos que aguantar que el modelo eléctrico francés, basado fundamentalmente en energía nuclear, es el más seguro desde el punto de vista de la garantía de abastecimiento. En Francia el 75% de la electricidad es de origen nuclear. Ahora nos encontramos con que Francia se enfrenta a la ola de frío con varias centrales nucleares cerradas por problemas de seguridad, lo que limita su capacidad de producción eléctrica y se ve obligada a importar energía de España, lo cual tiene también un efecto sobre el precio de la electricidad en nuestro país.