José Luis García – Área de Energía y Cambio Climático de Greenpeace
¿Cuál es la ciudad que mejor gestiona el transporte urbano en nuestro país? Antes de responder a esta pregunta hay que tener en cuenta que las ciudades no son entes aislados, y menos en lo que al transporte se refiere. Para hablar de transporte urbano, la referencia son las áreas metropolitanas de las ciudades. Un dato: las principales seis áreas metropolitanas del país representan prácticamente la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero de la movilidad urbana.
Este y otros interesantes datos aparecen en el informe que acaba de publicar Greenpeace “El transporte en la ciudades: Un motor sin freno del cambio climático”. Lo primero que destaca es la relevancia que la movilidad urbana tiene en nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, representando un 10% sobre el total de España, y un 40% de las emisiones debidas al sector transporte.
Las exigencias climáticas son una razón clara para actuar en la movilidad urbana/metropolitana de nuestros municipios, aunque no son los únicos motivos para avanzar hacia una movilidad más sostenible. Otras problemáticas como la contaminación del aire, el ruido o la siniestralidad, entre otras, son también razones de peso para actuar cuanto antes en nuestros sistemas de movilidad. Y ambas problemáticas, la climática y las que afectan a la calidad de vida de nuestras ciudades, tienen una misma solución: lograr sistemas de movilidad más sostenibles.
Así, en el informe se detalla cómo reducir a la mitad las emisiones en la movilidad urbana de España podría lograrse con estas claves: reduciendo en un 35% los desplazamientos que actualmente se realizan en automóviles y derivándolos al transporte público y los modos no motorizados, mejorando la eficiencia de los automóviles en un 35% -en parte por la introducción del vehículo eléctrico-, aumentando en un 15% la ocupación media actual de los automóviles y los medios ferroviarios, y en un 30% la de los autobuses. Tratar de lograr estos objetivos en 2030, es decir en un periodo de tiempo superior a los 10 años, parece un objetivo razonable si los municipios españoles pusieran en marcha planes coherentes con estos objetivos.
El principal instrumento a día de hoy para lograr esta reducción de emisiones en la movilidad correspondería a los Planes de Movilidad, tanto urbanos como metropolitanos. Sin embargo, del análisis realizado en dicho informe se desprende que los planes vigentes en las principales seis áreas metropolitanas del país y en el resto de municipios de más de 50.000 habitantes, que representan entre todos ellos el 85% de las emisiones de movilidad urbana, no incorporan objetivos climáticos o cuando lo hacen no son suficientemente ambiciosos, y que además son planes cuyo contenido (objetivos, medidas, indicadores, presupuesto y proceso de seguimiento) resulta por lo general muy poco fiable para garantizar su adecuada puesta marcha y en cumplir por tanto con los objetivos.
Los ciudadanos y sus responsables políticos que quieran conocer los resultados del ranking de ciudades y sus áreas metropolitanas, así como las medidas que se proponen, deberían consultar el informe de Greenpeace.
Junto a la movilidad, hay otros factores que también determinan la sostenibilidad energética de las ciudades: el autoconsumo, la rehabilitación de los edificios, el ahorro y eficiencia, la pobreza energética. Para analizarlos, la Fundación Renovables reúne hoy a los mejores expertos en una jornada sobre “Ciudades sostenibles, ciudades con futuro”, para compartir experiencias y debatir sobre las propuestas del Manifiesto ‘Madrid, ciudad sostenible’, en el que propone distintas líneas de actuación que se podrían poner en marcha en el ámbito energético encaminadas a hacer de Madrid una ciudad sostenible y comprometida con el futuro. El Manifiesto tiene su punto de partida en el documento ‘Ciudades con futuro. Necesidad y oportunidad de un sistema energético sostenible’, que contiene propuestas muy detalladas para hacer que las ciudades sean sostenibles para quienes las habitan y para el planeta.
Vivir y moverse en ciudades sostenibles es un reto, tan importante como alcanzable. Es hora de que los responsables políticos pasen a la acción.
- Imagen: M Moraleda