La película sobre la vida de Alexander Nevsky fue el primer proyecto sonoro del afamado director de cine ruso. Sin embargo estuvo maniatado, sobre todo en el guion, por los activos censores de Stalin que quisieron dotar a la cinta de la habitual propaganda nacionalista.
Eisenstein durante el rodaje de ‘Alexander Nevsky’ (IMDb)
Sergei M. Eisenstein, el gran maestro del montaje cinematográfico, había regresado de su poco exitoso viaje por Europa y América, donde había rodado su proyecto inacabado ¡Viva México! Con Alexander Nevsky (1938), el director volvía a rodar en su país aunque la situación política no le era propicia, ya que no era del agrado del dictador. Aunque esta película le valió el Premio Stalin, sobre todo por su alto grado de nacionalismo patrio, sus trabajos posteriores tuvieron problemas con la censura, como La conjura de los Boyardos (1945), que no se pudo estrenar hasta la muerte de Stalin ya que de alguna forma rehabilitaba la imagen del zar.
Arenga de Nevsky a su pueblo contra los mongoles (FilmAffinity)
La película de Nevsky es una epopeya de los triunfos del príncipe de Nóvgorod contra los invasores teutones y mongoles durante el siglo XIII. Y aquí es donde aparece la trampa propagandística, ya que Nevsky tuvo que pactar y colaborar con los «invencibles» mongoles e incluso fue nombrado por estos como Príncipe de Kiev, siempre bajo el control de los herederos de Gengis Kan.
«¿Cómo que Nevsky pactó con los invasores mongoles? ¡Nuestro santo héroe los expulsó a patadas de la madre patria Rusia!». Esto es lo que debió decirles Stalin a sus «historiadores de cabecera», obligando a Eisenstein a cambiar el guion (que sí incluía el pacto) y haciendo ver que luchaba entre dos flancos, por un lado contra los teutones y por otro contra los mongoles.
Los teutones de Eisenstein (Wikipedia)
La película se centra en la batalla contra los malvados teutones, que son mostrados como una horda de salvajes que arrasan los pueblos y lanzan a la hoguera incluso a los niños. La imagen que muestra nos da cierta similitud con los nazis y sus símbolos (aparecen imágenes del águila imperial que aparecía en los emblemas del ejército alemán, cuya herencia se remonta al Sacro Imperio Romano Germánico). No podemos olvidar que en 1938, el poder nacionalsocialista en Alemania y en los países vecinos estaba en su plenitud. Curiosamente, solo un año después, Stalin y Hitler firmaron un tratado de no agresión, el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que además les permitió repartirse Polonia. Al parecer durante este periodo de «amistad», esta película fue arrinconada y desapareció de los cines, quien sabe si para no irritar a sus nuevos amigos.
La épica batalla sobre el lago Peipus en 1242 (Youtube)
Lo realmente espectacular de la película es la gran batalla entre el ejército de Nevsky y los caballeros teutónicos. La batalla del Lago Peipus (1242), también llamada la batalla de Hielo, ocupa gran parte de la cinta y es, por méritos propios, una de las mejores contiendas de la historia del cine. El compositor Sergei Prokoniev (que también estaba en la lista negra de Stalin) aporta la banda sonora que transforma la batalla en un magnífica opera épica.
Nikolay Cherkasov actúa en el papel de Nevsky, cuyas arengas motivan a los campesinos a movilizarse contra los invasores. «Señores ricachones, los campesinos os romperán los huesos» le dice un soldado a uno de los terratenientes que increpan a Nevsky y no quieren ir a la guerra. Los consignas políticas son continuas en la cinta bajo las estrictas directrices de los comisarios de la NKVD.
Nikolay Cherkasov como Alexander Nevsky (Wikipedia/Artcontract)
Alexander Nevsky (1220-1263) fue un príncipe de Nóvgorod, una de las regiones que dieron forma al actual estado Ruso. Su fama es debida a su gran labor militar contra las invasiones de suecos y teutones, llegando a ser declarado santo de la Iglesia ortodoxa rusa.
Nóvgorod era un territorio de los que se había formado como pequeños principados y formaban el Rus de Kiev. Nóvgorod, al igual que otros territorios rusos, se tuvo que enfrentar a las bulas papales en forma de cruzada contra los ortodoxos. Primero los suecos y después los teutones, se enfrentaron y fueron derrotados por Nevsky. Fue la victoria ante los suecos en 1240, la que le valió el sobrenombre, haciendo referencia a la victoria en el río Nevá (que atraviesa San Petersburgo entre el lago Ladoga y el golfo de Finlandia). Desde entonces se le llamó Alexander Nevsky (del Nevá).
Carteles de ‘Alexander Nevsky’ (IMDb)
Fue el segundo gran enfrentamiento liderado por Nevsky, contra los teutones, el que nos muestra Eisenstein, con la gloriosa batalla sobre el hielo del lago Peipus y que terminó con muchos de los caballeros de la orden en el fondo del lago.
Ambas fueron dos formidables victorias. El tema de los mongoles es pura propaganda. Estos ya controlaban todo el territorio bajo la Horda de Oro liderada por Batú Kan, nieto del Gran Kan, que se había extendido hacia el oeste. Nevsky fue colaborador de los mongoles, se convirtió en aliado y estos respondieron nombrándole Gran Príncipe de Kiev y Gran Príncipe de Vladímir, lo que le convertía en el señor (no mongol) más poderoso de los territorios rusos hasta su fallecimiento.
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