Esta pasado fin de semana se ha estrenado en España una película sobre una de las historias mas increíbles de la Segunda Guerra Mundial, uno de los soldados que siguieron en pie de guerra muchos años después de la finalización del conflicto, manteniéndose aislado y ajeno al mundo.
Onoda, 10.000 noches en la jungla (Arthur Harari, 2021) es la historia de Hirō Onoda, un oficial del ejército japonés que se mantuvo en guerra hasta 1974, que fue descubierto y convencido, no sin dificultad, para que depusiera su armas y se rindiese. El papel de Onoda es interpretado por Yûya Endô en su juventud y por Kanji Tsuda en su etapa más adulta. Junto a él resistieron muchos años dos compañeros, Kinshichi Kozuka (Yûya Matsuura y Tetsuya Chiba) y Shôichi Shimada (Shinsuke Kato).
Las casi 3 décadas que se mantuvo en la jungla permiten jugar con los tiempos, buceando, como ayuda argumental, en el pasado del personaje. Entre la necesidad de sobrevivir con un futuro incierto ante un enemigo que avanza inexorablemente, y que se transforma en simples lugareños o pescadores, se dibuja una relación de compañerismo y hermandad que se une a la desgracia por los que van cayendo.
La película es una producción francesa, dirigida por el galo Arthur Harari, y logró el César al mejor guion original de cuatro nominaciones, entre los que estaban mejor película y director. La apuesta es arriesgada, una película lenta, bastante larga (casi 3h.), rodada en japonés (es subtitulada en español) y de un tema, el bélico, siempre controvertido y sobre todo en estos tiempos. Pero por encima de todo, la cinta nos muestra la superación de ser humano ante la adversidad, el compromiso con su país y el legendario honor del soldado japonés.
Aunque estuvo esas «10.000 noches» en la jungla de la isla de Lubang, en Filipinas, no fue el último soldado japonés en rendirse. Le «ganó» por solo 7 meses el soldado taiwanés Teruo Nakamura, que también se mantuvo aislado con varios compañeros en otra isla, en este caso de Indonesia. La diferencia de honores e impacto mediático se debió a que Nakamura no era oficial como Onoda.
Como curiosidad, solo uno de los superiores que había tenido Onoda en tiempos de guerra, pudo convencer al oficial para que pusiera fin a su resistencia. Otros lo habían intentado pero siempre pensaba trataban de engañarle. Esta historia nos recuerda a la vivida por los españoles en el Sitio de Baler como vimos en ‘1898, los últimos de Filipinas‘, y que también sucedió Filipinas.
Tráiler de ‘Onoda, 10.000 noches en la jungla’ (2021) V.O.S.E.
Como los españoles en la iglesia de Valer medio siglo antes. También hay película de eso. Qué tendrán las Filipinas para que los soldados allí destinados se empeñen en alargar la guerra.
10 mayo 2022 | 11:02 am