Fue un estudio cinematográfico de principios del siglo XX que sacó los rodajes de los estudios, hasta el punto que lo convirtió en parte de su identidad. Llegaron a filmar en lugares como las pirámides de Egipto.
La vida de Kalem Company fue muy breve, apenas 12 años, y suele pasar inadvertida entre las grandes de la industria pese a tener importantes títulos como la primera versión de Ben Hur. Durante ese corto periodo de tiempo logró rodar centenares de películas de cortometraje, y fue precisamente la aparición de los largometrajes la causa de su desaparición.
Formada en 1907 por el óptico George Klein y por Samuel Long y Frank Marion, que provenían de la Biograph. El nombre de la compañía se formó con las iniciales de sus fundadores, KLM, que derivó en Kalem.
Comenzaron con 5000$ en un pequeño local de Nueva York que carecía de estudio, ya que Marion insistía en hacer los rodajes en el exterior.
Sus primeros fichajes fueron Sidney Olcott, actor y director, y Gene Gauntier que hacía de actriz y sobre todo era guionista. Gran parte de la información que tenemos de la compañía es gracias a las memorias de la escritora.
En los primeros tiempos se especializaron en western de los que rodaron numerosas películas de una bobina, donde los actores cobraban 5$ diarios.
Las directrices de la Kalem eran tajantes: “solo rodajes exteriores”
En su primer año rodaron la primera versión de Ben Hur (Sidney Olcott, 1907). Gauntier había escrito el guión en solo dos días basado en la novela de Lewis Wallace (por el que cobró 20$). Sin embargo la película tuvo problemas legales con los herederos del autor de la novela y la compañía tuvo que pagar 25.000 $ de indemnización, sentando precedente en los derechos de autor.
En 1908 se unieron a la MPPC (Motion Picture Patents Company), el monopolio de Edison que trataba de poner fin a la «guerra de las patentes» y que integraba amplios sectores del cine, desde las cámaras a la cintas de grabación. Ese mismo año decidieron alejarse de Nueva York en busca de la climatología de Florida, donde Olcott desobedeció a la dirección de la compañía construyendo un pequeño plató. En 1910 comenzaron a realizar filmaciones fuera de los Estados Unidos, cómo en Irlanda con The lad from old Ireland (1910) o The collen bawn (1911).
El siguiente viaje de la Kalem fue aún más lejano, pues se pidió el Olcott que rodara en Egipto, y de paso aprovechar para hacer lo propio durante todo el viaje. Así rodó en países como España o Italia antes de llegar a la tierra de los faraones. Tras rodar junto a las pirámides, continuaron el viaje hasta Jerusalén. De este viaje surgió el gran éxito From de manger the cross (1912), que logró recaudar 30 veces lo había costado.
Sin embargo, pese al éxito, la dirección de la compañía tenía otros planes y omitieron de la cinta los nombres de los actores y el director. Olcott dimitió y le siguió gran parte de su equipo incluida la actriz y guionista Gauntier.
Sin su director y guionista fetiche, ya nada fue lo mismo en Kalem. Comenzaron grandes movimientos y, esta vez sí, la construcción de nuevos estudios. Primero se mudaron a California, creando un estudio en Glendale. Otro fue construido en Santa Mónica del que salió el serial La muchacha detective (1914).
La compañía construyó un estudio en New Jersey en 1912, y se especializaron en películas de talante romántico con la bella Alice Joyce una de las primeras grandes estrellas del cine, como su éxito School for scandal (1914).
La compañía había cerrado el estudio de Santa Mónica y construyó uno nuevo en Jacksonville, Florida, de elevado coste. Se especializó en películas sobre la Guerra de Secesión, llegando a rodar más de 500 metros de película a la semana.
En 1915 rodaron algunas comedias en el estudio de Greendale como la series Los peligros de Helen o Social Pirates. Sin embargo el final de la compañía andaba cerca. Samuel Long había fallecido y otro de los fundadores Frank Marion advertía que el cambio a los largometrajes iba ser definitivo para la compañía pues requería fuertes inversiones y riesgos que no estaban dispuestos a acometer. Aseguró que continuarían produciendo cortometrajes hasta que tuvieran que cerrar.
Dicho y hecho, en 1919 la Vitagraph se hacía con los derechos de los guiones de la compañía y los estudios puestos en alquiler. La compañía, que había sido pionera en escenarios naturales y exteriores, tuvo una vida demasiado corta.