Si algo tienen las películas históricas es que suelen plasmar ideas o preocupaciones propias de la época en que se ruedan, convirtiendo la recreación histórica en un reflejo de circunstancias del presente.
A los valores didácticos que tienen las cintas que recrean el pasado, los directores y guionistas le pueden añadir mensajes o conductas que nada tienen que ver con las historias o personajes que cuentan.
Quizá uno de los ejemplos más notables lo encontramos en la legendaria película Espartaco (Stanley Kubrick, 1960). La cinta donde Kirk Douglas da vida al esclavo Espartaco que se rebeló contra Roma en la Guerra de los Gladiadores (73 a.C. – 71 a.C.).
Espartaco es “algo más” que una película de romanos y una de las más importantes de la época del péplum. Es catalogada por muchos como una película de un alto carácter marxista, donde los gladiadores luchan unidos por su libertad contra la tiránica República romana, que los esclaviza y los obliga a luchar hasta la muerte por la diversión del pueblo romano.
Hay muchas referencias es este sentido. Comenzando por el propio Karl Marx que asemejaba a Espartaco con el ideal del proletario o Vladímir Lenin que destacaba la revuelta de los esclavos como una de las más grandes revoluciones de la historia. Incluso el Partido Comunista Alemán, con Rosa Luxemburgo entre sus miembros más destacados, tenía una revista a principios de siglo llamada “Spartacus”.
La película está basada en la novela Espartaco (1951) de Howard Fast, que era un miembro del Partido Comunista de los Estados Unidos.
También tenemos que destacar al guionista de la cinta, Dalton Trumbo, conocido pacifista y acusado por el macartismo de ser “de izquierdas”. Fue incluido en la lista negra de Hollywood, entre «Diez de Hollywood», y terminó exiliado aunque pudo continuar trabajando bajo seudónimo. (Os recomiendo nuestro artículo ‘Caza de Brujas, la lista negra del cine americano‘)
El propio Douglas insistió en que Trumbo apareciera en los créditos de la película, un claro desafío al macartismo que estaba dando sus últimos coletazos.
Incluso «el mensaje» que quería trasmitir Kirk Douglas, el auténtico líder del proyecto (además de protagonista era el productor), chocó con el primer encargado de la dirección que era Anthony Mann. Tras unas semanas de diferencias insalvables fue despedido, siendo sustituido por Stanley Kubrick. El nuevo director pronto asumió su rol de secundario en la producción algo incluido en su contrato, llegando a admitir que su voz era solo«una más de las que Kirk escuchaba».
La película fue censurada sobre todo por su carácter sexual, no olvidemos que en Hollywood estaba instaurado desde los años 30 el Código Hays, que limitaba entre otras cosas desnudos o secuencias «muy explícitas» de amor (podéis ver ‘Código Hays, la censura en el cine de Hollywood‘).
Esta censura afectó a las muestras de amor entre le general romano Craso (Lawrence Oliver) y el esclavo Antonino (Tony Curtis), con un clara apología a la bisexualidad (Craso perseguía también el amor de la bella Varinia). De nuevo las reticencias ideológicas de su tiempo chocaban con la realidad de la sociedad romana, que no condenaba el amor entre dos personas del mismo sexo. Aunque el «ser pasivo» en estas relaciones era como estar a su servicio… cosas de romanos. Algunas de estas escenas fueron recuperadas y añadidas en 1991.
No obstante, no debemos pensar que todos los esclavos eran tan buenos como nos muestra Douglas en la película (ni todos los romanos malísimos). Los esclavos que se levantaron en armas les guiaba no solo su ideal por la libertad, sino también la lucha por el botín, la rapiña y la sed de venganza. Con todas estas cosas no parece que vayamos muy descabellados al afirmar el trasfondo marxista de Espartaco y sus gladiadores, ¿Qué opináis?
Opinamos que donde dices «Con todas estas cosas», deberías de decir «Con todas estas cosas salvo la última», pues de lo contrario estás llamando a los marxistas lo que son los fascistas.
23 mayo 2021 | 2:20 am
Excelente info
gracias por compartir
buena suerte
23 mayo 2021 | 3:40 am
Hola,
Pues yo la veo, no como marxista, sino como la lucha contra cualquier tipo de opresión. ¿O acaso el comunismo marxista no es también una dictadura?
24 mayo 2021 | 12:56 pm
Excelente info
gracias por compartir
buena suerte
14 octubre 2022 | 12:25 am
gracias por compartir
12 noviembre 2022 | 12:19 am