La película de este fin de semana nos sumerge en la Rusia zarista de finales del siglo XIX. Una historia de Tolstói sobre el escándalo en las relaciones amorosas de la aristocracia rusa.
Anna Karenina es sin duda una de las historias que más se han llevado a la gran pantalla, desde su primera versión por Maurice Maître en 1911 hasta la última de Karen Shakhnazarov en 2017.
La historia está basada en la novela homónima del escritor ruso León Tolstói, publicada en 1877 y que tan bien fue capaz de retratar, a modo de crítica, a la aristocracia rusa del siglo XIX. Grandes actrices han interpretado a Anna, como Greta Garbo (1935), Vivien Leigh (1948), Jacquelin Bisset (1985) o Sophie Marceau (1997).
En la versión que nos ocupa, Anna Karenina (Joe Wright, 2012), es la actriz británica Keira Knigthley quien interpreta a la desdichada Anna. Ella es la esposa del conde Alexei Karenin (Jude Law) y viaja a Moscú para solucionar un problema de infidelidad de su hermano. Pero allí conoce al conde Vronsky (Aaron Taylor-Johnson), oficial de la caballería rusa, del que se enamora locamente. La relación es un escándalo en la Rusia elitista de finales de siglo, donde lo importante es mantener las apariencias y el honor.
La película se emite el sábado 6 de febrero a las 22:00h en La 1 de TVE. También está disponible en Netflix y Amazon Prime Video.
Obtuvo el Oscar al mejor vestuario, también nominada por fotografía, diseño de producción y banda sonora. Por esta última también optó al Globo de Oro. Los premios Bafta le otorgaran el mejor vestuario y los Premios de Cine Europeo al mejor diseño de producción
¿Cómo era la Rusia del año 1874?
La cinta está ambientada en 1874, donde Rusia vivía ajena a los grandes cambios políticos que se habían dado a lo largo del siglo XIX. El fin del Antiguo Régimen era un hecho en la mayoría de los países occidentales, pero las ideas liberales no habían llegado en Rusia, anclado en un régimen autocrático bajo la dinastía Romanov, que estaba a punto de cumplir su tercer aniversario. Era un país anclado en un sistema casi feudal, formado por campesinos cerca del 85% de la población y que vivían en un estado de semiesclavitud.
Cómo se muestra en la película, la aristocracia vivía rodeada de lujos en sus fastuosas mansiones, disfrutando de fiestas ajena a todo el sufrimiento y hambre que pasaba gran parte del pueblo. Todas estas diferencias tendrán sus consecuencias en las revueltas de principios del siglo XX, malestar que será canalizado por los bolcheviques para conseguir el poder con la Revolución Rusa de 1917.
El zar Alejandro II había traído aires nuevos al país, y podemos considerarlo como el más reformista de todos los zares (que tampoco era muy complicado). Había abolido la servidumbre en 1861 y emprendido una serie de reformas, sobre todo tras la derrota en Crimea ante las potencias occidentales.
Sin embargo este leve aperturismo no era suficiente para solucionar los problemas endémicos del país. Además comenzaban a surgir movimientos socialistas y anarquistas, que muchos casos utilizan las armas como forma de reivindicación. Pocos años después, 1881, un atentado acabó con el zar y su hijo Alejandro III canceló gran parte de las reformas que había iniciado su padre. Se acercaba el final de la dinastía, que llegaría con el siguiente zar, Nicolás II.
Tráiler de Anna Karenina (2012)
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Me encanta la novela, no creo que haya una película basada en la misma que pueda superar la descripción tan detallada que hace el autor.
07 febrero 2021 | 11:55 am
No me gusta Anna Karenina pero la novela es muy buena y la película no le resta brillantez a la novela.
07 febrero 2021 | 6:04 pm