Este fin de semana vamos a poder disfrutar de una de las películas más impactantes jamás realizadas sobre sobre el holocausto judío. La historia real de un empresario que salvó a más de un millar de personas de los campos de exterminio nazis.
La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993) es una de las mejores películas jamás realizadas, una muestra de lo mejor del ser humano en medio de la barbarie llevada a cabo por la Alemania de Hitler. La historia está basada en la novela El arca de Schindler, publicada en 1982 por Thomas Keneally. Aclamada por crítica y público, obtuvo 7 premios Oscar, incluyendo director y película. También logró el máximo galardón en los Globos de Oro y los Premios BAFTA.
Narra la historia de un empresario austriaco que se enriquece con una fábrica de material para el ejército con masa obrera judía, pero que finalmente es consciente del dramático final que les espera y crea una trama para salvar al mayor número de ellos. Para dotar de mayor realismo Spielberg rueda la cinta en blanco y negro, lo que acerca aún más al espectador al drama.
«Esta lista es el bien absoluto, esta lista es la vida» Itzhak Stern a Schindler
La película cuenta con un auténtico trío de ases: Liam Neeson como el empresario Oskar Schindler, Ben Kingsley (ver Los más famosos personajes históricos interpretados por Ben Kingsley) como el contable judío Itzhak Stern y Ralph Fiennes interpreta al depravado nazi Amon Goeth.
La película se emite el próximo sábado 7 a las 18:52h en TCM. También disponible en Netflix.
Como curiosidad de esta cinta, Martin Scorsese desechó llevar la historia de Oskar Schindler al cine debido a la dificultad de hacer justicia con su historia. Decía que solo un director judío podría realizarlo de manera correcta.
Oskar Schindler (1908-1974) fue un empresario austriaco que dirigió una fábrica en Polonia con un gran porcentaje de obreros de origen judío. Antes había servido a la inteligencia alemana y se había afiliado al partido nazi. En 1939 adquirió una fábrica (DEF, Fábrica Alemana de Esmaltados) en Cracovia para fabricar utensilios de cocina para la Wehrmacht. La decisión de usar obreros judío se basó principalmente en que eran más baratos.
En 1943 crearon un campo de concentración de Plaszow muy cerca de la fábrica de Schindler. Al frente el sádico oficial de las SS Amon Goeth, al que le gustaba disparar al azar a los judíos. El empresario sobornó a Goeth y a otros muchos jerarcas nazis para mantener lo mejor posible a sus empleados y que la producción no decayera.
En los momentos finales de la guerra, Alemania ya daba por perdida la guerra. El avance del Ejército Rojo sobre Polonia obligaba a retirar todas las fábricas que no eran necesarias y por tanto abocaba a los trabajadores judíos del DEF a terminar en las cámaras de gas. Schindler convenció a las autoridades, mediante enormes cantidades de dinero, de trasladar a sus trabajadores a una nueva factoría en Brněnec, donde fabricaría municiones para el esfuerzo bélico. De esta forma realizó la famosa lista con 1.200 personas que se libraron de acabar en las cámaras de exterminio, aunque para ello tuvo que dilapidar todo su patrimonio.
Finalizada la guerra algunos judíos le entregaron un anillo con una frase inscrita del Talmud: «Quien salva una vida, salva al mundo entero«
Tras la guerra emprendió varios negocios sin éxito. Calculó que había gastado más un millón de dólares en sobornos para salvar a sus trabajadores, dinero que nunca le fue devuelto. Sobrevivió gracias a donaciones de los judíos a los que había ayudado. Falleció en 1974 y, pese a ser miembro del partido nazi, está enterrado en el cementerio católico del Monte Sion de Jerusalén. Es el único caso.
Tráiler ‘La lista de Schindler’
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Es una película que he visto una sola vez, no creo que podría volver a verla, y no porque considere que sea mala sino porque me conmovió muchísimo, algo parecido me sucedió con Dos Mujeres.
06 noviembre 2020 | 12:23 pm