Hoy rendimos homenaje al eterno Sean Connery (1930-2020), recordando su participación en una versión de las aventuras de Robin Hood que fue rodada en España.
Robin Hood es una de las historias clásicas llevadas al cine en multitud de ocasiones. Esta versión, recordada principalmente por sus protagonistas, Sean Connery (Robin) y Audrey Hepburn (Marian), no deja de ser uno de las principales obras del director, que añade a las habituales escenas de acción del singular personaje, un contenido emocional que la hace única. Además fue rodada bajo una preciosa muralla navarra y un imponente castillo zamorano. El Cerco de Artajona o El castillo de Villalonso fueron algunos de los escenarios usados para el filme.
Robin y Marian (Richard Lester, 1976) es una versión algo diferente a las habituales del famoso arquero. Un Robin ya maduro y cansado de la guerra que regresa a su hogar tras 20 años fuera de Inglaterra en las Cruzadas. Pero algunas cosas han cambiado, sobre todo su amada Marian que ha ingresado en un convento. Lo que nunca desaparece son las intrigas de los malvados de la serie, el sheriff de Nottingham (Robert Shaw) y el rey Juan (Sir Ian Holm).
Tráiler de ‘Robin y Marian’ (Inglés)
El Cerco de Artajona
El Cerco de Artajona es uno de los complejos defensivos mejor conservados de Navarra que resume a la perfección la historia del reino. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931 y Bien de Interés Cultural en 1999. Con asentamientos desde el bronce, pasando por romanos o visigodos, fue bajo el desarrollo del reino de Navarra cuando comenzó a tomar importancia. Hoy en día lo que más destaca es su muralla defensiva, formada por una serie de bestorres (torres abiertas por dentro para mejorar su defensa ante una posible captura), y la iglesia de San Saturnino, consagrada 1126 y que tiene en su tejado un curioso sistema para aprovechar el agua de la lluvia que caía al aljibe situado en su parte inferior. Desgraciadamente no se conserva el castillo, aunque su existencia en el pasado nos da muestra de su importancia regia.
Como curiosidad perteneció durante 5 años al reino de Castilla, ya que fue incluida en la dote que el rey navarro García Ramírez entregó a su esposa Urraca de Castilla. En el siglo XV sufrió los problemas internos y la guerra civil entre agramonteses y beaumonteses, perteneciendo al siempre complejo conde de Lerín. El hecho de pertenecer a la facción beamontesa, afines al rey Católico, le libró de su destrucción y gracias a ello podemos disfrutar hoy en día de esta magnifica construcción.
El castillo de Villalonso
Otro de los emplazamientos de la película fue el castillo zamorano de Villalonso. Una imponente y rehabilitada fortificación que emergió como castillo y palacio en los tiempos finales del medievo, cuando los grandes castillos medievales daban paso a los palacios en las ciudades, pues ya no había tanta necesidad de defenderse y los señores necesitaban estar cerca del poder político. Antes de pertenecer a los Ulloa y al señorío de Villalonso, existió una fortaleza anterior de la orden de Alcántara. Curiosamente este castillo se mantuvo en los momentos más críticos de las luchas internas castellanas pese a que sus propietarios se aliaron a los bandos perdedores. Primero en la guerra de sucesión castellana en el bando de la Beltraneja y, ya en el siglo XVI, en la revuelta comunera contra el rey Carlos I. No debemos olvidar cómo se las gastaba la reina Isabel con los castillos de sus enemigos, como podéis ver en el artículo Isabel la Católica y su ira contra las torres de Cáceres.