En la plataforma Netflix podéis ver la miniserie (8 capítulos) sobre León Trotsky que Rusia produjo en 2017, aprovechando el primer centenario de la Revolución Rusa de 1917. No han sido pocas las críticas que ha recibido esta serie que distorsiona claramente al personaje.
La serie Trotsky (Alexander Kott y Konstantin Statsky, 2017) ha provocado airadas críticas sobre todo por parte de los sectores de izquierda, denunciando que la serie trata de denostar al líder de la Revolución Rusa para justificar a Stalin, tanto en el liderazgo del país tras Lenin, como en la orden del asesinato del revolucionario, que en la serie el mismo Trotsky incita a su asesino.
Trotsky (Konstantin Khabensky) aparece casi como una estrella del rock, entero de cuero en un imponente tren blindado. Trata de aleccionar con su verborrea a las tropas que estaban en clara huida y no duda en hacer una decimatio romana para castigarlos. Esta es una de las muchas licencias que se toma el guión pues no hay ninguna prueba de que hiciera tal cosa. Además se nos muestra un auténtico sex-symbol con un gran éxito entre las mujeres. Frida Kalo (Viktoriya Poltorak) con quien tendrá un romance en su exilio en México, llega a decir que tener «sexo con él (Trotsky) es como ingerir una droga que va directamente al cerebro«.
Sobre el asesinato de la familia Romanov (en la madrugada del 17 de julio de 1918), la serie da a Trotski un gran papel clave en el magnicidio. Sin embargo parece más factible que fueran Sverdlov y Lenin quienes dieron la orden. En su diario, Trotski indica que el mismo Sverdlov se lo confirmó.
Otras de las claves de la serie es la relación que mantiene con Lenin (Evgeniy Stychkin). Durante los capítulos se muestran grandes diferencias (incluso en uno de los capítulos Lenin amenaza con tirarlo por un balcón…) y una enorme distancia con el líder bolchevique. Si bien tuvieron opiniones diferentes durante mucho tiempo, sobre todo en cómo debía construirse el partido (Trotski sólo se unió a los bolcheviques en los momentos claves de 1917), ambos aunaron fuerzas para acceder al poder incluso contra su propio partido.
Y no podemos olvidarnos de un personaje clave en el el final fatal del revolucionario. Nos referimos a Jackson (Maksim Matveev), que «hace» de Ramón Mercader, el enviado de Stalin para asesinarlo. En la serie se nos muestra como un periodista claramente estalinista y crítico con Trotsky, dedicado a escribir su biografía. Ambos personajes mantienen grandes conversaciones sobre las acciones pasadas en Rusia. Aunque la mayoría del personaje es otra de las licencias históricas, las conversiones entre ambos me parece lo mejor de la serie.
Konstantin Khabensky (o Jabenski) interpreta de forma brillante a León Trotsky, Lev Davídovich Bronstein, (1879-1940) que fue junto a Lenin el principal líder del cambio político ocurrido en Rusia en 1917, tras la caída del zarismo primero y después del gobierno provisional. Pero la serie nos muestra una personalidad muy extrema de Trotsky, tanto en sus momentos críticos de la revolución que muestra un carácter egocéntrico, autoritario y criminal; como en su vejez en México, donde sufre alucinaciones y remordimientos por sus crímenes pasados. Este comportamiento va en contrapunto con el de Lenin, mostrado siempre en un tono menor. Todo parece muy exagerado aún sin querer quitar hierro a las despiadadas acciones de los revolucionario rusos, como lo expresó el escritor Máximo Gorki, tras un apoyo inicial al cambio de régimen: «El país se dirige a una autocracia nueva e incluso más salvaje que el zarismo.»
Sobre las razones de mostrar a un Trotsky tan autoritario e incluso demente por momentos, parece estar Vladímir Putin. Antiguo miembro del KGB y que siempre ha mostrado cierta simpatía por Stalin, el gran rival de Trotsky. De hecho le comparó con Napoléon y llegó a decir que le atacaban como «una forma de atacar a la Unión Soviética y a Rusia». Quizá encontró una forma de ensalzar a Stalin creando un perfil distorsionado del que le disputó el liderazgo del partido y de la nueva Unión Soviética (en 1922 nacía la Unión de las Repúblicas Soviéticas de Rusia, sucediendo a lo que fue el Imperio Ruso de los zares).
El productor, Konstantín Ernst, nos da la clave del enfoque de la serie: «¿Habrían ido mejor las cosas si Trotski hubiera derrotado a Stalin? No, no habrían ido mejor”.
Pero ¿quién fue Trotsky?
Lev Davídovich Bronstein (1879-1940) fue un revolucionario profesional, como Lenin, que pasó gran parte de su vida en el exilio, ya fuera en Siberia o fuera de Rusia, como en España, Francia o Estados Unidos (hay fuentes que indican que hizo de actor en norteamérica: Trotsky, de profesión revolucionario y… actor). El sobrenombre de Trotsky tiene su origen en uno de los carceleros de Odesa, que el revolucionario usó mientras huía con un pasaporte falso y por el que terminó conociéndole todo el mundo.
A Trotsky habitualmente se le asocia al entorno de Lenin pero no siempre fue así, de hecho pertenecían a facciones diferentes del partido. El Partido Obrero Social Demócrata Ruso fue fundado en 1898 y en el segundo congreso de 1903 se dividió en bolcheviques y mencheviques. Lenin era el líder de los primeros pero Trotsky permaneció en los mencheviques junto con Martov (otro de los que serían apartados del partido) y solo en el año 1917 se enroló en el partido bolchevique para guiar la revolución. Ambos personajes tuvieron grandes diferencias tanto en la evolución del partido como incluso sobre los soviets. Trotsky fue presidente del primer soviet en Petrogrado tras la primera revolución de 1905. También lo sería en 1917 para guiarlo en el golpe final contra el gobierno provisional de Kerenski. En principio Lenin no estaba a favor de estos consejos de trabajadores ya que los veía como rivales políticos (en 1917 cambiaría de discurso con aquello de «¡Todo el poder para los soviets!»).
La corriente autoritaria liderada por la dupla de Lenin y Trotsky invadió a los bolcheviques después de la revolución, tildando de contrarrevolucionarios a todos lo que no asentían las tesis oficiales, como le ocurrió a Martov, acusado precisamente por Trotsky.
Tras consumarse la revolución de octubre de 1917, fue comisario de asuntos exteriores del primer gobierno bolchevique y arquitecto del Ejército Rojo que tuvo que emplearse a fondo en la guerra civil contra el Ejército Blanco, que trataban de revertir la situación a la época zarista, o contra los anarquistas ucranianos de Majnó.
Trotsky fue el encargado de las conversaciones de paz con Alemania en Brest-Livovsk. Los germanos habían colaborado en llevar a Lenin a Rusia en el momento clave de 1917, pero a cambio debían apartarse de la Gran Guerra. Las conversaciones fueron extremadamente duras para el nuevo país revolucionario, pues los alemanes forzaron un enorme botín en forma de territorios: Rusia perdía el 34% de sus tierras, incluyendo Finlandia, Ucrania, Lituania, Estonia y Letonia. Esto se consideró una «paz vergonzosa» pero la suerte sonreía a los bolcheviques, pues en noviembre de 1918 los alemanes perdían la guerra y los territorios perdidos volvieron a la «madre patria rusa».
Trotsky era el complemento perfecto para Lenin, sobre todo en los momentos claves de 1917. Tenía la oratoria y la actitud que le faltaba al líder bolchevique. Por ello la última voluntad de Lenin fue que Trotsky fuera su sucesor, ya que no se fiaba de Stalin, del que dudaba que «supiera emplear el poder con la suficiente prudencia» (y no se equivocó). Pero debido al estado de salud de los últimos momentos de Lenin, Stalin convenció a todos que el testamento político lo había realizado en un momento de enajenación y eso que decía que era «solo un discípulo de Lenin» y su objetivo era «ser digno a su maestro«. Pero a la hora de tomar el poder en el partido Stalin jugó todas sus cartas y se impuso a Trotsky en la votación de 1929. Desde entonces Stalin transformó la dictadura del partido que había diseñado Lenin por la dictadura de su persona.
Trotsky tuvo que salir del país aunque continuó haciendo política antistalinista, por lo que el Stalin organizó su asesinato. En 1940 , durante su exilio en México, Ramón Mercader, un comunista español, le asesinó con piolet de alpinista con el que le golpeó en la cabeza.
Tráiler ‘Trotsky’ (2017) (V.O. subtitulada en inglés):