La película El maestro del agua (Russell Crowe, 2014) fue el debut del neozelandés en la dirección. Película que también interpreta y que está inspirada en las consecuencias de Galípoli, fue una de las batallas más crueles de la Primera Guerra Mundial y de infausto recuerdo para los británicos.
En la trama, Joshua Connor (Russell Crowe) es un padre que ha perdido a sus tres hijos en las trincheras de Galípoli y decide ir a buscar sus cuerpos para enterrarlos junto al su esposa. La guerra ya ha terminado pero la zona sigue siendo conflictiva, aunque el padre no parará hasta conocer la verdad. Durante la búsqueda de Joshua, el director nos muestra escenas del infierno de las trincheras.
Galípoli, el fracaso de Churchill
Turquía se había unido al esfuerzo bélico alemán en la Gran Guerra (la que decían que acabaría con todas las guerras…) y por tanto se convirtió en enemiga de los aliados. Gran Bretaña tenía importantes intereses en la zona por lo que pasó a la ofensiva. El Almirantazgo británico, dirigido por Winston Churchill como Primer Lord, decidió acabar de raíz con el decadente imperio (que curiosamente habían mantenido artificialmente durante la segunda mitad del siglo XIX), enviando a su Royal Navy a tomar su capital. Podrían acceder al Mar Negro y así despojarles de importantes territorios de Oriente Medio. Rusia dudaba del plan ya que temía que aumentara el poder griego en la zona.
El 19 de febrero de 1915, 16 acorazados aliados (ingleses y franceses) iniciaron la ofensiva adentrándose en el paso de los Dardanelos con su misión de alcanzar el Mar de Mármara y llegar a Estambul. Los fuertes turcos que controlaban la entrada de los estrechos fueron arrasados por los potentes cañones aliados, sin embargo era algo previsto por los turcos. A la alegría aliada le siguió un baño de realidad en forma de minas. Los barcos fueron cayendo mientras desde la costa los morteros turcos barrían la flota. Después de tres acorazados hundidos y otros tantos gravemente dañados, decidieron la retirada a lamerse las heridas.
Desembarco en Galípoli
El Almirantazgo cambió de táctica, se decidió un ataque por tierra. El 25 de abril se inició la ofensiva con un ejército de 75.000 soldados ingleses, franceses, neozelandeses y australianos. Desembarcaron en la Península de Galípoli, situada en la zona occidental de los Dardanelos, con la idea de avanzar con facilidad hacia su capital. Sin embargo los turcos, bajo ayuda y asesoría alemana, habían planeado todo con anticipación. El paseo militar esperado por los aliados se convirtió en un infierno. Playas y acantilados cubiertos de minas, convirtieron la zona en una inmensa trinchera al igual que lo vivido en el frente occidental. De nuevo habían menospreciado el poder militar turco. Durante meses trataron de lograr algún avance pero les fue imposible. En enero, cuando aún no se había cumplido un año del comienzo de la ofensiva se decidió la retirada. 250.00 soldados aliados dejaron sus vidas en aquella península. Los turcos tuvieron número similar de bajas pero habían logrado detener la ofensiva, fue todo un éxito nacional.
Los británicos serían derrotados de nuevo por las armas turcas tratando de tomar Bagdad, pero encontraron la forma de vencerlos. Se puso en marcha la diplomacia, alentando la rebelión de los pueblos árabes que llevaban siglos sometidos a los sultanes otomanos. Personajes como Thomas Edward Lawrence, más conocidos como Lawrence de Arabia, lograron iniciar la guerra desde el corazón mismo del imperio que llevaría a su derrota definitiva. Se les prometió la autonomía de sus tierras, sin embargo, al finalizar la guerra los victoriosos aliados decidieron repartirse los restos del imperio turco, creando una red de conflictos que todavía perduran hoy en día.
El síndrome Galípoli afectó a los británicos comenzando por su Primer Lord. Churchill asumió el fracaso y dimitió al frente del Almirantazgo. Este síntoma de fracaso se subsanaría en el Desembarco de Normandía en junio de 1944, pero eso es otra historia.
(Imágenes: Rambla y Wikipedia)