SOS (a secas), además de una marca de arroz, era un pueblecito tranquilo situado entre Navarra y Castilla a finales del medievo. Por aquellos tiempos era zona fronteriza en una época donde todos los reinos y coronas de la península tenían serios problemas internos y externos. En Castilla había fallecido Juan II pero con su hijo Enrique IV fue aún peor. Aragón vivía enfrascado en conflictos sociales a los que se añadía la injerencia de su monarca Juan II (se llamaba igual que el castellano) en el trono navarro. Tras fallecer su esposa Blanca, reina navarra, trató de arrebatar el cetro a sus descendientes, incluido su hijo y primogénito Carlos de Viana. Pese a todo, quién lo iba a decir, no les faltaba mucho tiempo para la unificación total con los Reyes Católicos, primero Castilla y Aragón, después Granada y más tarde Navarra, aunque ya sin Isabel.
¿Y lo del cine?
Pero ¿por qué cambió el nombre SOS del Rey Católico?
La causa se debe a que en ese singular paraje nació Fernando el Católico allá por 1452. Y la casualidad hizo que a su madre Juana Enriquez la pillara el parto fuera de sus dominios, en concreto de regreso de Navarra. Como no podía ser de otra forma, el deseo de la reina era que el muchacho (en realidad no sabían si venía chico o chica) naciera en tierra propia. Puso todo su empeño, e imaginamos que el de sus caballos y mulas también, para llegar a un pueblecito pequeño, sí, pero aragonés. Y allí, en SOS fue la primera luz que vio el que llegaría a reinar no sólo Aragón, con sus posesiones mediterráneas, sino también Castilla, aunque fuera como consorte y después regente, y por ende su inmenso imperio atlántico.
Y pensaréis… ¿Qué une a esta pequeña localidad y el cine?
Su relación con el séptimo arte le viene, evidentemente, siglos después a lo que hemos contado y ya con su nombre largo, SOS del Rey Católico. Este maravilloso lugar fue el elegido por Luis García Berlanga para rodar La vaquilla (1985), una de sus películas más populares, donde fue capaz de mostraros la cruel Guerra Civil Española desde un punto de vista de comedia, donde un grupo de milicianos republicanos trata de robar una vaquilla, infiltrándose en la zona enemiga durante las fiestas de un pueblo donde se va a celebrar una corrida de toros.
«Que le den mucho por saco a la vaca»
Brigada Castro (Alfredo Landa)
Por aquellas calles, las primeras donde vio la luz el infante Fernando, Trastámara de la rama aragonesa, el Brigada Castro (Alfredo Landa) y sus ilustres compinches, trataban de amargar la fiesta taurina a los sublevados y de paso distraerse un poco de los aburridos tiempos de trinchera. De aquellos lugares como la iglesia donde fue bautizado el Católico, paseaban junto a Landa ilustres como Agustín González, Adolfo Marsillach, José Sacristán, Santiago Ramos o Amparo Soler.
La escena más popular de «La vaquilla»: