Te contamos los Juegos desde Pekín

Archivo de agosto, 2008

«Hice realidad mi sueño»

Una hora después de asombrar a todo el planeta, Michael Phelps se presentó en una sala de prensa donde la baldosa se cotizaba a precio de oro.

Llegó tranquilo y en solitario, aunque siempre bajo la atenta mirada de su entrenador, Bob Bowman, gran ‘culpable’ de todo lo que estamos escribiendo y escribiremos sobre este chico. Él y el agua salvaron al pequeño Michael.

Phelps llegó bajo una atronadora ovación. Se le veía emocionado y aliviado por haber terminado el trabajo, como él mismo dijo: «Vinimos a por esto y lo hemos conseguido. Ahora sólo quiero sentarme y no moverme, relajarme».

«Desde pequeño soñaba con ir a los Juegos Olímpicos y ya puedo decir que he hecho realidad mi sueño«, confesó Phelps, que a los tres minutos ya se había ventilado la botella de agua.

De cara a Londres 2012, Phelps lanzó un aviso: «Quiero probar cosas diferentes, nadar otras pruebas«. Así que el resto de rivales ya pueden echarse a temblar.

Podía haber estado allí con nosotros cuatro horas o más, pero la voluntaria china anduvo lista para cortar a los quince minutos. Phelps cogió el coche y se fue al centro de prensa, donde dará otra conferencia en la sala para 800 periodistas, por supuesto.

Pude ver entre los periodistas, agazapada, a la nadadora holandesa Inge de Bruijn, ahora comentarista y poseedora de cuatro oros olímpicos, que se dice pronto. Conserva la misma sonrisa de siempre y estaba emocionada:»Cuando Michael logró la medalla hoy, me eché a llorar de alegría. Es el nadador perfecto».

Phelps y Ekumbo, estrellas del Cubo

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No, este post no va sobre Michael Phelps. Bueno, no todo. Estas líneas son para la otra estrella matutina del Cubo: Ben Ekumbo.

El keniata Ekumbo tenía hoy un buen marrón entre manos. Él, procedente de un país sin tradición nadadora, por razones obvias, era el juez de la final de los 100 metros mariposa, la prueba que debía igualar a Michael Phelps con Mark Spitz, la carrera del sèptimo oro.

Resulta que esta vez Phelps no ganó de calle, sino que llegó casi al mismo tiempo que el croata Cavic.

Los jueces dieron la victoria a Phelps pero la reclamación serbia llegó fue instantánea. Y llegó la hora de Ekumbo.

Ante más de 200 periodistas que abarrotábamos la sala de prensa, allí no se cabía, los jefes de la natación se presentaron para dar explicaciones.

Ekumbo fue claro y directo: «Después de ver el vídeo repetido en la sala de control de Omega, tengo muy claro que la victoria es de Phelps«.

La seguridad del keniata sorprendió a más de un serbio. Le intentaron hacer dudar pero Ekumbo estuvo firme, hasta que ya consciente de que era la estrella de la sala, le preguntaron: «Ben, ¿nos puede deletrear su apellido?»

Pese a la contundencia del comunicado de la FINA, las dudas aún continúan: ¿Le dio dio la FINA la victoria a Phelps para no frustrar su hazaña y por el bien del show?». ¿Qué opinais vosotros?

Yo no lo tengo nada claro -aunque confieso mi admiración por Phelps- y más después de oír la despedida del Director Ejecutivo de la FINA, Cornel Marculescu: «Ojalá mañana podamos volver a disfrutar de este extraterresre». Y no se refería a Ekumbo.

Nadal-F1Pekin2008 va hacia el oro olímpico con Pau Gasol como fan

La factoría Nadal, fabricante del excelente talento de Manacor, acaba de sacar su nuevo prototipo. Es el modelo oro de los Juegos Olímpicos, el Nadal-F1Pekín2008, una versión mejorada del cuatro veces campeón de Roland Garros, una de Wimbledon y flamante número 1 mundial adelantando al todopoderoso Roger Federer. Mañana domingo (desde las 16.00 horas, 10.00 h en España) se juega ante el chileno Fernando González el triunfo olímpico.

Y en su camino está muy bien acompañado en el Olympic Green Tennis Center. Pau Gasol es uno de sus fans. No se pierde un partido. Rudy tampoco. Ayer lo jalearon desde la grada también Ricky Rubio, Carlos Jiménez y Berni Rodríguez. En cuartos, contra el ruso Andreev, La Bomba y Marc Gasol, Demetrio Lozano y un montón de atletas.

Hasta Alberto de Mónaco lo aplaude

Y no son los únicos. Este viernes, hasta Alberto de Mónaco estuvo aplaudiéndolo. Y vimos a un simpatizante español, con la roja puesta, que era clavado al Príncipe Felipe. Por un momento todos nos confundimos. El capitán de la Davis, Emilio Sánchez Vicario, siempre anima desde primera línea.

También observamos al presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, y al polémico presidente de la Federación Española de Tenis, Pedro Muñoz, enfrentado en su día al genio manacorí. Ahí estaba Pedro apuntado, empujando. Y mucha afición española, al grito de «Vamos Rafa, vamos». «Va Rafa». Y el clásico «España, España». Entre ellos, dos canarios Jesús Masaret, 41 años, y Midas Good. Se recorrieron medio mundo para dejarse la voz y las palmas de la mano por «el monstruo Nadal, el mejor».

Espectáculo en la pista

Nadal es pura fuerza de la naturaleza con golpes precisos, piernas de goma (llega a todo y todo lo pega bien) e izquierda de Sansón. Se cambia la camiseta en el descanso. Gana 6-4 a Novak Djokovic. Torso al aire. Miles de miradas sobre él. Gime en su esfuerzo. Se desliza. Y golpea. Pierde el segundo set (1-6). Berni Rodríguez y Carlos Jiménez se van. Son las doce de la noche pasadas. Y hoy toca medirse a los EE UU de Bryant&Cia.

…Y espectáculo en la grada

Pau Gasol, con chándal de manga larga azul. Rudy, que no para de grabar con su cámara, de amarillo, y Ricky, de blanco. Rubio, el benjamín, se pone la cazadora. Tiene frío. Es el enlace con un grupo de deportistas rusas, de impactante aspecto, que tienen delante. Gasol y Rudy se están bebiendo una botella de la chispa de la vida. Pau hace un gesto a Ricky y éste obedece. Inmediatamente les ofrece el refresco a las chicas. Risas y bromas. Tal vez ¿intercambio de móviles?

¡Qué paciencia tienen nuestros gigantes! Pau se hace fotos con todos. Firma autógrafos y no para de sonreír.

Nadal vence 6-4, 1-6, 6-4. Se tira al suelo. Lo vitoreamos. Se despide. Y ya en el túnel, sus fans lo abordan. Instantáneas y más firmas. Vaya campeón.

Un número 1 que quiere el oro

Mañana, domingo 17, el Nadal-F1Pekín2008 saldrá a la pista, como un bólido rojo (a Fernando Alonso también le podrían poner ya un Ferrari). Quiere su corona oriental. Ser el mejor del planeta y ganar los Juegos Olímpicos.

El día que tocamos a Mr. 9.69, el hombre-relámpago

Aún estamos flipando. La camisa no nos toca la piel. ¡Qué pasadaaaaaa! Es algo indescriptible. El Nido de los Juegos Olímpicos es aún una revolución de emociones. Casi 100.000 almas hemos visto algo único en nuestras vidas. Algo que jamás volveremos a ver.

Usain Bolt, el hombre-relámpago, ha roto el tiempo. Acaba de batir el récord del mundo de 100 m. Y eso que acabó sobrao. Es desde ahora mismito Mr. 9.69, el más veloz de la faz de la tierra. Y campeón olímpico, algo con lo que soñó desde que hace una década (ahora tiene 21) el entonces jovencito delicado de Trelawny, Jamaica).

Y nosotros estuvimos con él. Lo entrevistamos, en exclusiva. Y lo tocamos. ¡Tocamos a la bala humana! Fue el martes pasado, 5 de agosto, por la tarde. Raúl siempre confió en que lo lograríamos. Y así fue. ¡Muchas graciaaaaaaaaaaas! Ya se lo podremos contar a nuestros hijos…y a algún día a los nietos. Podemos decirles: nosotros estuvimos allí. Con él.

Poderoso, amable…directo al corazón

En la distancia corta es superior. Es poderoso. Sus zapatillas, doradas, como su enorme reloj, su anillazo, su talla, ese cuerpo…Imponen, al principio. Pero muy sencillo, como tímido y reservado. Y muy amable. Incluso accedió a que nos hiciéramos fotos con él.

Tras ganar la carrera-bala, Bolt se desató. Se llevó la mano al corazón. Se abanderó con Jamaica (nos contó que la fiesta en su país sería de escándalo esta noche) y nos regaló una vuelta de honor. El homenaje de todos en el Estadio Nacional, puesto en pie y reventando de palmas y vítores. Él danzó y bailó. Y se abrazó con muchos del público.

El mejor recuerdo de su vida

Bolt -nos desveló- celebrará su triunfo con sus amigos de siempre, los de toda la vida. En privado. Seguro que escucharán regaae, mucho, y algo de pop. Y de reojo mirará a aquel muchacho que jugaba al fútbol en las calles de su pueblo. Es el mejor recuerdo de su vida, nos desveló. Quizá a ése se la una lo vivido hoy en Pekín, cuando el pájaro supersónico voló sobre El Nido.

¡Queremos más medallas españolas, que vuelvan Felipe y Letizia!

La visita de los Príncipes, Felipe y Letizia, a Pekín resultó providencial. Una fortuna, un golpe de suerte real. El jueves 7, un día antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, estuvieron presentes en la Casa de España de Beijing dando la bienvenida a nuestros deportistas y a toda la delegación. Y dejaron bendecidos a todos para lograr un metal o conseguir lo máximo…Pero sólo con su presencia durante estos JJOO hemos ganado medallas. De momento. En Atenas, pasó algo parecido. Inicio flojo. Goteo. Y acelerón final.

Arranque maravilloso

El viernes 8 fue la gran fiesta de la apertura. Festival sobre la pista del Estadio Nacional, el Nido, y en la grada. Allí estaban Felipe y Letizia. Y arranca la competición. El sábado 9, primer día. Samuel Sánchez, oro en ciclismo en ruta. Los Príncipes estaban en tierras chinas. El domingo 10, segundo día de competición. José Luis Pirri Abajo, bronce en esgrima. Todavía estaban aquí sus altezas. Un arranque maravilloso.

También presenció el Príncipe el debut de la selección española de baloncesto. Estreno y victoria ante Grecia. Y ya llevan tres de tres. El hockey hierba masculino también cuenta sus encuentros por triunfos. Y en el balonmano dos de tres…

Conexión real

Felipe y Letizia se marcharon de Pekín. Y desde entonces, nada. Sequía en el podio. Y ya estamos en el séptimo día de competición. Desde luego no hay relación científica entre ambos aspectos. Es una relación intangible, emocional, si se quiere. No hay causa-efecto evidente. Mas podrían volver. Conexión real.

Tal vez las medallas de chocolate que hemos logrado (tocando el metal, en semifinales, como la de las judocas Leire Iglesias y Esther San Miguel, quintas, se hubieran transformado por magia real en oro, plata o bronce.

El Príncipe Felipe dijo ilusionado que conseguiríamos muchas medallas. Quizá más que en Barcelona’92 (22). Allí él mismo fue el abanderado español. Y la familia real en pleno se multiplicó para estar presente en todos los sitios. Juan Carlos y Sofía especialmente iban de un lado a otro. Y con suerte metálica. En el fútbol remontada en el último minuto ante Polonia (gol de Kiko) y oro. Lo mismo que Fermín Cacho, en 1.500; en hockey, en waterpolo…

Creo que la reina Sofía viene en unos días. En Pekín queremos más medallas españolas.

Kobe, un tipo común dentro de una panda de ‘flipados’

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Sí, mis expectativas sobre el equipo norteamericano de baloncesto se cumplieron el pasado martes, después de verlos ganar a Angola, aunque bueno no tenía mucho mérito.

Son increíbles: increíblemente buenos, increíblemente flipados. Ellos viven en otro mundo donde los relojes son de oro macizo y cuando más grandes mejor, los cascos de música se llevan hasta para ir al baño y los cuerpos están esculpidos en el gimnasio y decorados por el tatuador.

Nos situamos: Estados Unidos acaba de barrer a Angola y los jugadores enfilan el serpenteado camino hacia los vestuarios. ¿Imaginan esa cola del banco o del cine que da mil vueltas? Pues así.

Los angoleños pasaron uno por uno, hasta que llegó LeBron James y la mole decidió atajar, saltando sobre una valla y llevándose por delante valla y periodista. Casi todos sus compañeros le imitaron.

Pero en el plantel yanquee, no creáis, los hay también normales y sencillos, aquellos que no salen gritando del vestuario, cantando rap y mirando un móvil que está apagado. Curiosamente, el más común es el mejor, aunque conste que eso es opinión: Kobe Bryant.

Cuando enfilaba la ducha, le pedí tres minutos de entrevista y respondió en un español perfecto: «Espera, tengo que ducharme».

La media hora de espera dio para mucho: antes que Kobe salió Jason Kidd, pasando desapercibido, LeBron, pasando de todo o el gigantesco Dwight Howard. Verle levantar en volandas a Deron Williams no es algo muy común.

El último, con su andar relajado, fue Kobe Bryant: «Perdona tío, pero tenía que hablar con los entrenadores», me dijo también en castellano. Fue tan sorprendente su naturalidad como su calma en cada respuesta, lejos de tópicos comunes en su especie y en toda la fauna de deportistas (p ej: mírese Guti y demás futbolistas por todos conocidos).

Habló de España, Messi, Van Basten y sus ganas de conocer la Sagrada Familia, y se marchó, tranquilo, haciéndose fotos hasta con la papelera. Sí, Kobe Bryant.

Lo que Pekín oculta, tapa y silencia

Todo lo que China no quiere que sepamos de su dictadura comunista lo oculta, lo tapa y lo silencia. Lo hemos podido comprobar con nuestros propios ojos y lo hemos oído de una docena larga de testimonios a los que hemos preguntado. Eso sí, todos preservan su identidad por miedo a lo que podría pasarles. Es la otra cara de la perfecta organización de los Juegos Olímpicos de la que os hablábamos ayer en otro post.

Detrás y debajo de los Juegos

“Lo que los turistas, visitantes y periodistas podéis ver ahora en Pekín es una maravilla. Instalaciones modélicas, hoteles de 7 estrellas, tecnología punta, edificios que desafían a la gravedad…. Eso sí que lo han hecho muy bien. Otra cosa es lo que hay debajo, o detrás. Hay conceptos e ideas invariables desde hace décadas. O más”. Es la confesión de un profesional cualificado al que preguntamos en una rica zona de tiendas del centro. Su nombre, ni hablar. Estamos en el área de los establecimientos oficiales de Adidas, Nike, Gucci…

El Tercer mundo pegado al primero

Allí mismo en una callejuela perpendicular vimos otra dimensión. El tercer mundo pegado al primero en apenas un centenar de metros. Un niño chiquitín en una palangana y la entrada a un hutong insalubre e infrahumano. Casi ya no quedan hutongs en Beijing. Infraviviendas en forma de caseta en callejuelas que dan a un patio común. Son un laberinto levantado en las dinastías Yuan, Ming y Ping. Antes de los JJOO los tiraron casi todas. Se pueden ver en Nanchizi. Raúl se adentró y lo grabó. Es el video que podéis ver en este post.

Muretes contra el derribo

Otro arte de impedir lo feo es taparlo. Hay muchas casas derribadas o en mal estado que no se aprecian a simple vista. Hay que fijarse. Se han levantado muretes y tapias para que esas construcciones o esos accesos impenetrables a los suburbios permanezcan ciegos al ojo. Igual que algunos terrenos. Sobre los mismos han depositado enormes lonas de color verde, milimétricamente encajadas, para que el suelo o lo que hubiera ahí no se vea.

Son algunos de los detalles que hemos apreciado. El nuestro es un radio de acción pequeño comparado con las dimensiones de Beijing, una urbe gigantesca. Nuestra idea es viajar por las afueras. Si podemos o lo conseguimos os contaremos.

Tiananmen, el Tibet…sepultados

La matanza de Tiananmen permanece sepultada. A los jóvenes nadie, o casi nadie, les ha explicado nada. A los mayores se les ha olvidado selectivamente por temor. El otro día os hablábamos de ello en un reportaje. El Tibet es otro gran tabú. Aunque aquí, en Pekín, hemos visto un par de referencias comerciales con su nombre: un hotel y una tienda. Todos prescinden de hablar de ello. Sólo un señor, que se identificó como trabajador, accedió a decirnos algo. Estamos en las puertas de la Ciudad Prohibida. “El Dalai Lama es un hombre de paz, pero está loco”. No dijo más por temor. “Si cuento más me podría pasar algo malo, tal vez”.

Del régimen, ni hablarY está mañana hablamos con un joven universitario, de 20 años. Se defiende bien en inglés.

-¿Cómo es el régimen político comunista? “Uff… ¿Cómo? Frunce el ceño. No. No. De eso no hablo. Mejor, no hablar”, dice.

– ¿Qué tal se vive aquí? -“Muy bien. Me siento muy feliz. Están habiendo muchos cambios. Un gran desarrollo. Los JJOO son una gran oportunidad. Nunca pudimos enseñar al mundo esta transformación” nos asegura entre ilusionado y timorato. Nuestra condición de periodista le asusta. Y balbucea, al final, “Bush tampoco es bueno”.

Lo que tenemos que aprender de los chinos: Organización perfecta

Perfecta. Sublime. Eficaz. Así es la Organización de los Juegos Olímpicos de Pekín. Desde el personal del Comité organizador, a los voluntarios, pasando por los informantes, los servicios, seguridad, controles, los agentes, los guías, los que limpian el lavabo, los conductores de los transportes públicos, los camareros, los de recepción, prensa…Y también son maravillosos los habitantes de Pekín (15 millones viven aquí). ¡Sólo hemos compartido momentos con una pequeña parte de ellos, eh! Se han volcado con Beijing 2008.

Los españoles estamos alucinados con la profesionalidad y la amabilidad del personal de la organización de los Juegos. Son todo entrega y buen hacer. Son un ejemplo formidable. Cuánto nos queda por aprender de ellos. Sobre todo si nos dan (ojalá) los Juegos de Madrid 2016.

«Lo que se ve es perfecto»

«En todo lo que se ve, los chinos han hecho un trabajo perfecto, brillantísimo», afirma la directora de un hotel. «Sobre lo que no se ve habría mucho de que hablar. Eso es casi secreto aquí», desvela. Otro día os mostraremos eso, lo que quieren ocultar: suburbios, obras sin acabar, hutongs, casas tiradas, sin techo…

Ahora hablamos de las personas que hemos conocido en la organización. Es para alucinar. Pasamos cada día varios controles de seguridad. Te chequean de arriba a abajo; bolsillos, ropa, ordenador.. pero lo hacen de manera exquisita. Siempre sonriendo. Y claro no puedes más que agradecerlo. Siempre. Gracias (sie sie tratamos de pronunciar en chino). Thanks, thanks.

Siempre hay un si, siempre hay una ayuda

Necesitas cualquier cosa (un horario, un sitio de la competición, te has perdido…) y tienes a un voluntario (van de azul) dispuesto a acompañarte hasta la misma puerta. Hasta que no te dan la información al detalle no se van. O miembros de la organización (de rojo) que se desviven por resolver tus problemas, desde la conexión a internet a localizar una competición. . Siempre máxima disposición. Los lavabos están como los chorros del oro. Los limpian constantemente. Si llueve te acercan un chubasquero. Siempre un si. Siempre están ahí.

Voluntarios de los JJ.OO. Pekín 2008

En las competiciones, todo es perfecto. Impecable. Horario (puntualidad inglesa), acomodo, señalización (en inglés y en chino, claro!) Un ejemplo, en la final de esgrima del domingo (bronce de Pirri Abajo), se demoraron unos minutos porque estaban pasando el aspirador. Al mismo tiempo, pedían disculpas por la pantalla de televisión.

Si Pekín deseaba vender al mundo una imagen de potencia económica, ordenada, pacífica y organizada lo está consiguiendo. Al menos, seguro, en la Organización de los Juegos. Bien distinto es la falta de derechos, el Tibet, la represión de Tiananmen…

Aquí, algunas cifras de la gigantesca organización:

Presupuesto: Se calcula que los Juegos costarán entre 20.000 y 40.000 millones de dólares, aunque no se conocen las cifras oficiales. La estimación más alta, de 41.442 millones de dólares (26.252 millones de euros), la ofrece la Asociación de Investigación Olímpica de Pekín. Es el triple de lo gastado en Atenas en 2004. Sería así: 4.655 millones de dólares en estadios y costes operativos, 10.437 millones para combatir la contaminación de Pekín y 26.350 millones en infraestructuras.

Atletas: Unos 10.500.

Deportes: 28. 32 especialidades.

Policías: Más de 90.000 agentes. Uniformados y camuflados.

Voluntarios. Imposible calcular. Se habla de entre 50.000 y 70.000. O muchos más. Se ven por todas partes.

En la ceremonia de apertura: 30.000 lanzamientos pirotécnicos, 91.000 espectadores sentados, 14.000 actores y bailarines y 9.000 militares.

En la inauguración: 15.153 tipos diferentes de vestidos, 14.000 artistas en el escenario, se lanzarán unos 30.000 artefactos pirotécnicos, 44.000 bombillas iluminarán el suelo del estadio… 0 lluvia.

Preparación de la apertura: tres años de ensayos.

Antorcha olímpica: Ha recorrido 137.000 km.

Con Peláez en las puertas del cielo

-¿Españoles? – “Sí. Venimos a ver y a animar a una deportista en los Juegos Olímpicos” contesta una mujer morena, muy salada y muy guapa.

Son un grupo de cinco o seis, chicos y chicas. Han venido de Málaga a apoyar a la nadadora María Peláez. -¡Coño, qué pequeño es el mundo. Sí es la hermana de mi amiga Esperanza. Estudiamos juntos en Madrid!”.

Casualidad o golpe de suerte del destino en Pekín. La escena ocurrió este lunes 11 de agosto, en el Templo del Cielo, el lugar donde los emperadores de las dinastias Ming y Qing iban a orar para pedir buenas cosechas y dar gracias por los frutos. Es Patrimonio de la Humanidad y uno de los más sagrados y simbólicos emblemas espirituales de la China Imperial. Es mediodía y nosotros nos hemos escapado un ratín.

“Ahí tenemos la pancarta. ¿La queréis ver?”, nos invitan a sumarse a su entusiasmo. Y empezamos a charlar. Allí estaba la prima de las Peláez, Alicia. “¡Qué ilusión le va a hacer”, dice. Y el novio de María, Arturo Ortiz, ex atleta. Suyo es aún el récord de España de altura.

Arturo, muy majo, dice bromeando que no es él. Que es su primo, que se le parece mucho. Luego confiesa. Saca la cámara de video y nos pide que le digamos algo para la Peláez. Cumplimos gustosos. “Hola. Estamos aquí en Pekín con tus familiares y amigos…”

Por la tarde en la piscina, María Peláez (Málaga, 13-11-1977) se entregó como siempre. Corrió como una jabata, con estilo en los 200 m, pero no pudo. Su tiempo no fue suficiente. Son sus quintos Juegos, desde Barcelona’92. En Atlanta fue 10ª y en Sydney, 12ª. Y oro, en los campeonatos de Europa de Sevilla (1997). ¡Buena suerte, ahora y siempre, María!

Posdata: Tal vez vosotros también conozcáis a Esperanza Peláez. Colabora en 20minutos, en la edición de Málaga con un artículo semanal. Boquerones abiertos. ¡Ostras, qué hambreeeeeeeeeeeeeee! Vamos a ver si comemos. Hoy queremos darle al pato. Os contamos

Ricky, el tocapelotas

«Ricky Rubio es el tocapelotas», dice con una mueca y una gran sonrisa Marc Gasol en la zona mixta, nada más acabar el España-China (85-75), que ganó el conjunto español tras remontar en la prórroga. El segundo triunfo, contra los anfitriones, en los Juegos Olímpicos de Pekín.

El pequeño de los Gasol se explica rápidamente ante la prensa.»Toca todos las pelotas. Las corta y las piílla». Es habilidoso e insistente. Va a por todas. «La verdad es que tiene un descaro despampanante», concluye. ¡Y sólo tiene 17 años (21-10-1990)!

Un hecho demuestra su carácter y su determinación. Ricky Rubio, con empate a 72 en el marcador y a falta de un segundo para el final, entró a canasta abriéndose paso entre los gigantes de la muralla china. Perforó la botella, pero su tiro lo escupió el aro. Y la jugada tenía su miga. Al final del primer cuarto, se la jugó en una entrada de uno contra uno. Y le aplicaron un (casi tapón). Lo olvidó rápido. Nada teme y nada le amilana.

El noi de Badalona ya tiene apodo. Hasta que llegue otro más elegante, es el tocapelotas, según sus propios compañeros, Gasol, la Bomba, Rudy y compañía. Metió un punto y birló cinco balones al rival. Junto con Pau Gasol (29) y Rudy Fernández (21), su ex compañero en la Penya, formó el triangulo mágico de España.

Esta tarde, en Pekín, Ricky Rubio ha empezado a ser reconocido en el baloncesto planetario. Acaba de maravillar al mundo. Es el escaparate olímpico. Miles de millones de personas lo han visto. Aíto lo cuida en la selección, como lo hacía en Badalona (¡Amigo Fornies a ver cuando nos das esa entrevista!). Ayer, Ricky fue reclamado para las teles, aunque conociéndolo seguirá con los pies en el suelo. Va para estrella, pero cada sábado que puede (si está en casa) ayuda a su madre Tona a llevar la compra.