MUSIC BUS [2011]
[7.8]
La verdadera historia de Zahara es una que habla de metamorfosis y evolución. En 2009, esta jienense se convirtió en ‘la chica de la canción del anuncio de la Vuelta Ciclista a España’. Una etiqueta larga y pesada. Además, entró a formar parte de ese nuevo fenómeno de féminas con guitarra del que ya formaban parte Russian Red y Anni B. Sweet, aunque siempre se diferenció por cantar en castellano. En definitiva, Zahara se encasilló rápidamente, y su edulcorado debut, La fabulosa historia de…, presentaba a una joven entre pasteles de voz dulce, tirando a lo cursi.
Desde entonces, Zahara no paró de recorrer la geografía española, actuando en salas y festivales y demostrando que su arma secreta estaba en el directo. Invitada habitual de nombres del indie como Love of Lesbian, con cuyo cantante, Santi Balmes, firmó una bella revisión de Lucha de gigantes para el álbum de homenaje a Antonio Vega, empezaba a adelantar temas. Cantaba algo de una pareja tóxica y entregaba la demoledora Pregúntale al polvo, una metáfora de la muerte que presentó como single hace unos meses.
Y así, la andaluza pegó el salto. Primero, uno pequeño, con un radical cambio de imagen a base de tinte de pelo que la convirtió en una atractiva rubia. Y luego, el grande: dejó su sello, Universal y se lanzó a la aventura de grabar por su cuenta, haciendo y deshaciendo a su gusto.
Esta carrera de fondo ha alcanzado la meta con La Pareja Tóxica, esperadísimo trabajo donde descubrimos a una nueva Zahara. O probablemente siempre ha sido así, pero no ha conseguido mostrarse tal como es de verdad hasta hoy. La cantante le ha dedicado tiempo y mimos, ha cuidado cada detalle y mano a mano con el productor Ricky Falkner (que además se deja oír en uno de los temas) ha creado un disco que rezuma tristeza, melancolía, soledad y crudeza, producto de los sentimientos que ha experimentado Zahara.
Pregúntale al polvo fue el aviso. Ahora de su boca salen frases igual o incluso más duras y rotundas. Una voz que empieza dulce y casi susurrada (en ciertos momentos recuerda mucho a Tulsa) nos dice “Puedes creer en Dios. No hay Dios” en el primer corte, El universo, que crece a medida que Zahara empieza a gritar “No lo puedo soportar”. Sin embargo, si hay que destacar un tema por su dureza, ese es
Camino a LA. “Quisiera volarte la tapa de los sesos, bañarme con tu sangre […] no dejaré que nadie te salve del infierno” canta con frialdad. Con una instrumentación recargada y oscura, roza el agobio durante los dos minutos musicales donde los instrumentos van cayendo por el camino.
Las despedidas se repiten en Adiós, El lugar donde vienen a morir el amor y Del invierno, pero no todo es tristeza y sentimientos fríos. Una nostalgia de la buena, de la que dibuja una sonrisa, se cuela en Mariposas y existe un atisbo de esperanza ante un amor aparentemente imposible pero que desafiará al mundo: Leñador y la mujer América. El primer single oficial, cuyo vídeo es el tráiler de la película del mismo nombre que protagoniza Zahara, se presenta como la más cañera, marcada por una rotunda batería. Y mete caña también porque no es una letra romántica ni empalagosa, sino guerrera, siguiendo el camino de las nuevas composiciones de la jienense.
Sí, esta intoxicada y visceral Zahara es la chica del anuncio de la Vuelta Ciclista, pero la otra, la que se escondía bajo el disfraz de chica pop entre los pasteles y el olor a mandarinas para contar una historia fabulosa, a la cual por fin le ha llegado la oportunidad para florecer como tantas veces lo ha hecho sobre el escenario.