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Paula: ganadora Gran Hermano 15 en una gala en la que se rebelaron con mal rollo los concursantes expulsados

Amor, eso es lo que debió haber anoche en la final de Gran Hermano 15.

Nubes de amor, no mal rollo y rencor de los exconcursantes «con palos metidos por el culo».

Amor, o como otras veces, mucho brillo, confeti, pasta, sonrisas

Pero empecemos por el principio, que si no me pierdo y se me va el santo al cielo, que a saber qué hace allí, que yo ya hasta sospecho, tanto tiempo en el cielo, el jodío…

La cosa comenzó con Milá en el confe (un vídeo). Salió al jardín de la casa en plan la de Frozen e iba haciendo como Albus Dumbledore, iluminando cosas, porque habían puesto el patio como si fuera la puñetera casa del Yeti.

Había en el jardín tantas luces que la luz de las casas de Guadalix y de los pueblos cercanos se pusieron a parpadear como si hubiera un festival de sillas eléctricas y estuvieran batiendo un récord Guinness friendo a 200 a la vez.

Luis Fonsi estaba cantando. Él y los músicos estaban al aire libre y con cara de estar pasando más frío que la mierda abandonada de un pingüino. Si la gala empieza media hora más tarde lo tienen que recoger del escenario tieso y con una carretilla.

El vestido de Milá

A ver, ya sabéis que la adoro, pero era un vestido feo de cojones. Era marrón tono charco de camino rural y encima llevaba un plástico transparente con una especie de flores.

Lo del plástico no lo entiendo. Si fuera Top Chef y la quisieran cocer a baja temperatura, todavía. Porque para fuera lo mismo bien, pero para el plató, con todos los focos… tenía pinta de irse a cocer en su propio jugo. Milá en papillote.

Cuando acabó la gala le preguntaron a la gente del público si quería un muslo de Milá y si lo querían con el caldillo de debajo del asador. Las patatas fritas y los pimientos verdes iban aparte.

Las finalistas se habían puesto vestidos como para salir de marcha por el desierto del Sahara en Agosto. El de Paula llevaba tanto brilli brilli que los de la Estación Espacial Internacional llamaron a Houston a ver qué cojones pasaba allí abajo, que les daba el destello.

Les pusieron el vídeo con el que empezó GH, en el que los ex grandes hermanos bailaban mientras Milá recorría la casa. Los bailes eran como para que Víctor Ullate lo viera y dejara la danza para poner un puesto de perritos calientes.

Las finalistas veían el vídeo con cara de «¡YO QUIERO SER DE ESOS, FAMOSA, FAMOSA, FAMOSAAAAAA!«.

Dijo Milá, para ejemplificar el tiempo que llevan dentro, que las finalistas no saben que EE UU y Cuba han restablecido relaciones diplomáticas. Me da que esas tres no saben ni dónde está Cuba, piensan que «diplomáticas» son chicas con diploma y lo de restablecer no lo saben escribir.

Yoli dijo que estaba «un poco descompuesta«. No sé si era porque tenía muchos nervios o porque se estaba yendo la pata abajo como para expulsar y dejar la nieve como un cuadro de Pollock.

Y así fue, pero la expulsada fue ella: YOLI TERCERA FINALISTA.

Fantasmas del pasado

Llamaron a Alejandra al confe. Dijo Milá que se iban a enfrentar las dos a sus fantasmas del pasado, a lo que más les ha marcado en Gran Hermano. Empezaron con Paula.

JA JA JA JA JA

Le metieron a Omar, que apareció por la puerta como el que ha ido al baño mucho rato y vuelve.

– ¿Qué haces por aquí?, dijoPaula.

– Estaba esperando el autobús y llegado aquí, contestó él, chulo como siempre.

Vídeos de sus amoríos y diálogo de ascensor. Paula llevaba el peso de la conversación. Pero claro, eso lo hace Paula en cualquier conversación. Si hubiera estado con Paula, Zaratustra se habría quedado callado y no habría hablado si así, ni asó.

Los dos ponían cara de póker y no precisamente de cuando llevas buena mano. Era más como si estuvieran jugando al Texas Holdem y se hubieran dado cuenta de que llevaban dos sotas, un basto y dos oros.

«Lo bonito está muy bien. Ahí se queda, Omar…», dijo Paula. «Son cosas que pasan«, apuntó Omar, que es muy de desarrollar los temas.

Milá ahondó, metió el dedo en la herida. Milá pilla a Cristo en la cruz y no se limita a clavarle un poco la lancita en el costado. Se la hinca que tienen que hacer los crucifijos en dos partes.

¡¡Y LE METIERON A LUCÍA!!

JA JA JA. Entró por la puerta como si viniera de probar tallas de supositorios.

«Estoy un poco hasta las narices de ver siempre los mismos vídeos«, dijo Lucifer. «Es la noche de Paula, Lucía, no la tuya», le dijo Milá, haciéndole la rotura del siglo.

Paula les deseó que «vivan su historia juntos, que yo voy a vivir la mía». Traducción: «Sé que voy a ganar y os van a dar por culo».

Las no bragas de Lucía

¡¡¡DESLIZ DE LUCÍA!!! La entrepierna de Lucía al descubierto, si es que tenía que pasar: falda de ancho cinturón, posición frontal, cámara a la altura del marisco… Pues hala, a presentarle tu falla de San Andrés al mundo. Aquí mi fosa de las Marianas, aquí un amigo.

Un tuit de la gran Leire Echeberria (@LeireEcheberria) con el desliz de Lucía.

Un tuit de la gran Leire Echeberria (@LeireEcheberria) con el desliz de Lucía.

Y Yoli llegó al plató. Su familia la recibió como debió recibir la madrastra a Hansel y Gretel cuando llegaron de nuevo a la casa siguiendo las piedrecitas.

Yoli estaba nerviosa. Pero no nerviosa de «uy, que nervios», no, nerviosa de «he cenado bocata de anfeta con MDMA y mahonesa de LSD regado con redbull en vena». Le faltó la botellita de agua en la mano y que fueran las 10 de la mañana en un after.

Lo primero que le pusieron (con Alejandra mirando desde la casa) fue el vídeo del sacrificio, en el que las familias decidían que se concentraran los votos en Alejandra. «Vimos a Alejandra más fuerte«, «tienes que apostar por el caballo ganador», «tienes que ir a ganar», dijo la madre de Alejandra en los vídeos.

Milá le preguntó a Yoli si le parecía justo «si, si, si, si, si», dijo Yoli. A esta chica le dicen que su familia ha decidido arrojarla a un volcán como sacrificio a los dioses para que a Alejandra no le salga celulitis y lo ve bien.

Vimos los vídeos de Alejandra con Vitín, en los que debía pensar «pues si con una prima no cuela… pues a ver la otra». Pero tampoco coló. Vitín tiene pinta de ser de poco meter.

–  Ya casi tengo acabada la Biblia: antes entrará Vitín en una prima que un rico en el reino de los cielos, ¿qué le parece, eminencia?

– Na, mejor pon algo de una camello y una aguja.

 Paula ganadora de Gran Hermano 15

Paula, ya ganadora de Gran Hermano 15

Paula, ya ganadora de Gran Hermano 15

Milá conectó con Alejandra y Paula. Estaban en la sala de pruebas, donde estaba nevando, una cosa muy natural para un sitio cerrado.

En una pantalla se iban mostrando imágenes de Gran Hermano 15, formando un arbolito de Navidad. Mientras, Milá daba un discurso lacrimógreno.

Y LA GANADORA DE GRAN HERMANO FUE… ¡¡¡PAULA!!!

Paula chilló, chilló mucho. O sea, como cualquier otro día.

Paula dijo que moría de amor. O sea, como cualquier otro día.

Paula correteó meneando los brazos como una gallina degollada. O sea, como cualquier otro día.

Alejandra tenía una cara de amargor como para tomarte una tónica y que te sepa dulce.

¿DONDE ESTÁ EL VÍDEO DE LAS CARAS DE OMAR Y LUCÍA CUANDO DIJERON LA GANADORA? ¡¡¡ESO ERA LO MÁS IMPORTANTE!!! La verdad es que se equivocaron privándonos de esas imágenes.

Paula ha ganado con el 70,9%. CATACRACK

El siguiente objetivo fue dejar a Yoli más triste que el tío de la lotería cuando ve que el décimo que le da el del bar es del año pasado.

Le pusieron un vídeo en el que Jonathan decía que a él le gustaría que ganara Paula o que las tres se lo merecían. YOLI PILLÓ UN CABREO DE COJONES.

«Sigues sin mojarte, ¿no?», le dijo al primo y a Jonathan se le pusieron los testículos como las orejas de Mickey Mouse.

Milá entró en cólera y se cagó en él «sé un caballero y asume lo que haces«, le dijo al barbas, que estaba como si se hubiera sentado en una bici si sillín y tuviera que seguir pedaleando por cojones.

MOVIDÓN

«Yo ahora tengo una altura de cabreo… que no puedo ni hablar«, reveló Jonathan. «Este es un programa al que se viene a hablar», dijo Milá, «y un circo», respondió él «porque hay cada montaje…».

«A mí no me dices a mi que esto es un circo a la ligera«, se cabreó Milá. Jonathan amenazó con hablar de lo que se dice fuera de cámara.

Milá, ya al cuello, le preguntó: «¿es cierto que has roto con esa personita especial?». «No he roto porque nunca estuve», contestó Jonathan. O sea, sí.

Los primos demostraron ser unos siesos de la leche ¿Dónde está el buen rollo que siempre tenían?

«Ha pasado lo que sabía que iba a pasar, que he perdido a esa persona especial y a Yoli«, dijo Jonathan.

Y a Yoli se le abrió el cielo y lo que no es el cielo y tardó una milésima en intervenir: «a ver, que a mi me ha molestado, pero…». JA JA JA JA JA JA JA JA JA

Creo que Yoli, a pesar de tener menos amor propio que el felpudo de un puticlub, es de las que mejor me caen de esta edición.

De vuelta al plató el súper le pidió a Paula que se despidiera de la casa. «Yo me despediría de la casa, pero esto no es la casa, es el mundo de las tinieblas», dijo Paula, «pero el mundo de las tinieblas está muy bien, oye», añadió. No comment.

 Entrevista a Alejandra y más mal rollo

Alejandra estaba en Modo Miss Simpatía ON. O sea, que sacaba la sonrisa, pero por dentro debía estar más jodida que un pavo en Navidad.

Y segundo encontronazo.

«No te hago sonreír», le dijo Milá a Jonathan y para romper el hielo añadió «es como Fran, que parece que se ha metido un palo por el culo». Milá en modo Daño Colateral ON.

Pero Fran estaba efectivamente en modo palo por el culo: «Gracias, Mercedes, cada uno tiene la cara que tiene y no es la noche para otra cosa», dijo con muy mal rollo.

ESTA ES LA FINAL DEL MAL ROLLO. No recuerdo una final con tanto agorero y amargado en el plató.

«Habéis sacado el 2% de todo lo peor de lo que ha pasado, me he decepcionado«, explicó. ¿PERO ES QUE ESTA GENTE NO HA VISTO GRAN HERMANO EN SU VIDA?

Y por si fuera poco habló Azahara, que dijo que le hubiera gustado ver más de ella. JA JA JA JA JA De ella. JA JA JA JA JA JA JA Sí, un plano fijo le faltó.

Para cuando Paula llegó al plató ya estaban allí Luci-Fer y Chul-Omar. La definición pura de reventados.

Episodio perro (Lucía dijo haber oído a Paula llamar perro a Omar y dijo que si no era así, pediría perdón). Luci-Fer estaba tragando bilis como si le hubieran puesto un embudo y se la estuvieran echando de un barril.

«No te voy a pedir disculpas, menos después de haberte escuchado llamarme puta», dijo Lucía. «Lo llevo recapacitando unos días, pero no voy a pedir perdón», explicó Luci-Fer, con el gesto más torcido que Cuasimodo estreñido intentando deponer.

«Tomo nota, porque a lo mejor intervienes menos en los programas que yo controle«, le dijo Milá a Lucía. OSTRAS que MAL ROLLO. Cuando la madre de Al Capone quería regañarle por no comer le amenazaba con que iba a venir Milá.

Y lo de siempre, maletín con la pasta, apagado de la casa…

¡¡Y LOS CHUNGUITOS EN EL CONFE!! Son los primeros confirmados de Gran Hermano Vip, que empezará a la que acaben las fiestas.

¡¡OS VEO EN ESA TAMBIÉN!!

Y mientras, podéis seguirme en Reality-Blog-Show.

¡¡GRACIAS DE CORAZÓN POR ESTAR AHÍ!!

Resumen de la final de Gran Hermano 12 en la que Laura fue la ganadora

No os voy a hacer sufrir, más que nada porque no sufrís, porque ya lo sabéis: Laura ha ganado Gran Hermano 12.

Y dicho esto, que es tan sorprendente como que te venga un tío con unas alitas en la espalda y te diga que estás embarazada de Dios, pasemos a resumir la final de Gran Hermano 12:

La cosa comenzó con un duro golpe para el que ha sido uno de mis grandes mitos, mi orgullo, mi estrella polar, mi guía: Marceliano fue al plató.

Y no sólo me decepcionó por claudicar e ir al plató, sino porque lo hizo sin violencia ni nada, sin su amiga la de los ojitos negros, sin unos cócteles molotov, sin un palo con clavo atravesado… Na, ni un triste escupitajo echó el señor.

Esta ha sido sin duda, la final de Gran Hermano con peor rollo de toda la historia. He visto funerales en los que el muerto estaba más alegre al salir de la capilla que éstos tres finalistas al salir de la casa. Pero claro, Gran Hermano contribuyó a que eso fuera así.

Resulta que nada más empezar la gala, sin avisarles ni nada, les pusieron a Marcelo y Laura el vídeo de su última bronca, a sólo tres días de la final. Ya sabéis, fue una discusión de esas en las que cada contendiente pretende hacer ver al otro de forma educada y argumentada, que su parecer es erróneo y que debe retractarse de las opiniones vertidas.

Vamos, que se pusieron de puta pa’rriba. 

«Qué vergüenza», decía al verlo Marcelo. «Cómo me pasé», decía Laura. «No me gusta nada ver esto«, insistía Laura, como si no fuera ella la que salía berreando en el vídeo. «Que bochorno», espetaba Marcelo, como si nunca se hubiera tirado un pedo.

Milá dijo que la organización de Gran Hermano estuvo a punto de cancelar la final a raíz de esta bronca, pero no se lo cree ni ella. Y los fabricantes de armamento estuvieron a punto de ponerse a fabricar piruletas después de la segunda guerra mundial, no te digo…

Laura lloró al ver el vídeo, Marcelo lloró al ver el vídeo. Creo que es porque al bajar de la garganta sus respectivos huevos u ovarios (que se habían puesto de corbata al oír que se pudieron quedar sin la final) éstos tocaron los lacrimales, que se activaron (sí, sé que es difícil, pero los tocaron).

Y como en lugar de acabar la bronca acuchillándose en el patio de la casa, Marcelo y Laura acabaron haciendo las paces, pues esa misma organización que estuvo a punto de declarar desierto el premio decidió perdonarles y olvidar el asunto. ¡YUJU!

Y entonces, Marceliano llegó al plató. Milá le anunció como si fuera un concursante, pero como ella es así, aprovechó las primeras palabras que le dijo para echarle la bronca

Aprovecho para decir que Marceliano me ha decepcionado. Yo quería ver a un hombre de las cavernas con un basto en la mano. Es más, quería ver a Marceliano con un par de ametralladoras liándose a tiros. Es más, quería ver a Marceliano vestido con lencería fina y contoneándose. Ninguna de mis fantasías se cumplió.

Ah, amigos, la vida a veces te regala un dulce entre las amarguras de la vida. En este valle de lágrimas encontramos algo con lo que descojonarnos: la cara de Marcelo al saber que se quedaba en tercera posición. ¡¡A LA CALLE MARCELO!! Y es que él, que se pensaba que era más querido que las pesetas, fue el menos votado.

Lo que no sabía Marcelo es que hay un extraño hongo llamado cerebro que ha estado acabando con las carpeteras, atacándolas y dotándolas de ese efecto secundario de tener cerebro llamado sentido común. Dios no quiera que nos pase a nosotros.

El caso es que sólo el 10,2% de los votos fueron para Marcelo. O sea, que le votó sólo su tía la poseída y su familia. Y es que sólo la gente de tu familia es capaz de ver como te pasas cinco meses tirándote pedos dentro de una casa y seguir queriéndote. Todavía hay científicos que piensan que Marcelo es un enviado de los extraterrestres y que sus ventosidades ocultan un código para poder viajar a otros planetas. También hay científicos que piensan que Marcelo es un cerdo.

Por fin, supimos que la ganadora de Gran Hermano 12, tras 144 días en la casa, es Laura. Desde ese momento, todas las agencias aeroespaciales del planeta han registrado un aumento del 10.000% de los contactos con OVNIS, ya que todas las razas de las galaxias cercanas se vinieron a la tierra a ver qué pasaba, pues oyeron el grito y estaban preocupados.

Además, en el plató de Gran Hermano, anoche se batió un récord Guiness. Un juez de ese prestigioso listado de sandeces estuvo allí para certificar que el vestido de Lydia era el más feo de la historia, por delante de los estilismos de Paco Clavel en su época más chunga.

Pusieron un vídeo resumen de este Gran Hermano que parecía un tráiler de una película para adultos. De hecho, están pensando en usarlo en las facultades de ginecología para enseñar el funcionamiento del aparato reproductor.

A Laura, al pasar por el pasillo de salida, flanqueado por fans histéricos de dudosa ocupación, casi se la llevan por delante con los achuchones, tirones y empellones que le pegaban. No sé si querían felicitarla o descuartizarla. Quizá querían felicitarla descuartizándola.

Maspedo llegó entonces al plató. La entrevista habría sido más interesante si Marcelo se hubiera pintado una carita en el culo y hubiera dejado que sus cuescos hablaran por él. Los besos que se dio Marcelo con los padres de Laura fueron igual de cálidos que un palito de merluza congelado.

Marcelo recordó con cariño su paso por Camboya y cómo contribuyó al desarrollo energético del país, colaborando a un aumento del 200% de su producción de gas. En ese país tienen ahora reservas de metano para ocho años. Y es que el culo de Marcelo, amigos, es mejor que cualquier ONG.

Pudimos ver el tradicional vídeo de Mercedes Milá diciendo groserías (y  no como yo, que soy muy fino) en las pausas de publicidad de las galas. Entre sus afirmaciones destaca: «Soy muy puta, yo». Nada, nada, eso es lo que hay que hacer a partir de ahora en las entrevistas de trabajo: «Hola buenos días, tengo carrera, inglés nivel medio y soy muy puta yo».

Cabe destacar la bronca que se montó entre Marcelo, Terry y Patricia, en el que éstas le pusieron a parir y a las cuales Maspedo no supo qué responder.

Una rata planchada entró entonces en el plató, adornada con Yago, que iba debajo. La entrevista a Yago no existió (26,7% de los votos). Fue absolutamente ensombrecido por Marcelo, Chari, Rubén y Laura. Es más, en un momento dado, Milá le largó de la mesa de entrevistas y se quedó solo con los to(n)titos.

Pusieron un vídeo de Yago hablando de Silvia, su ex, que le ha defendido en el plató. Los tres se quedaron tiesos, Silvia, Yago y la rata atropellada. También pusieron un vídeo de Yago hablando de su otra ex, Yola Berrocal. Sólo extractaré esto de las palabras de Yago: «Yo sólo vi tetas». Tremendo observador, el amigo Yago.

Laura llegó al plató. Sus amigas, que podrían hacer de extras en Yo soy la Juani sin tener que caracterizarse, fueron a recibirla, así como sus padres y demás amigos/conocidos gorrones.

Lo primero que dijo la jodía fue: «están diciendo cosas feas de Marcelo fuera, dicen que es un falso conmigo, que ya veré los vídeos, pero yo no les hago caso». Pero sí, sí que lo hizo.

Laura ha sido la ganadora de Gran Hermano más tristona de la historia del concurso. Puso cara de vinagre nada más entrar y ya no se le quitó en toda la noche. Bueno, sí, cuando al oír los porcentajes les dijo a sus compañeros finalistas: «¡¡Os he fundido chicos!!». Así, en plan deportivo.

Nos pusieron un vídeo de Yago pasándolas canutas aguantando a la parejita. La CIA se ha interesado en eso como fórmula de tortura. Cogerían a los prisioneros y los pondrían a convivir en una casa con los to(n)titos. Los detenidos confesarían hasta haber provocado diluvio universal.

Por fin vimos al Samu. Es un poligonero como dios manda, con brazos como cuellos de toro y camisa tres tallas más pequeña. A Marcelo se le pusieron los huevos en órbita. En la estación espacial internacional aún se preguntan qué eran esos cometillas que vieron pasar.

Laura se justificó diciendo que le dijo muchas veces a Samu que no estaba enamorada y que discutían mucho. «Marcelo me ha tratado como una reina a pesar de las discusiones», dice Laura. Esta muchacha debe pensar que a las reinas se las trata como a las cacas. De hecho, según el concepto que Laura tiene de las reinas, Doña Sofía se pasa la vida comiéndole los pedos a Juan Carlos I.

Marcelo se reiteró: Tienen proyectos de vida diferentes, él no puede ofrecerle lo que ella quiere y menos en Málaga. Pero Laura no se ha enterado. «El te está diciendo clarísimo que no cuenta contigo», le aclaró Milá a Laura.

«No estoy preparado para una relación 100%», dijo Marcelo. Vamos, que se quiere tirar a todo lo que pille y pasa de que Laura sea un lastre.

Y con Ángel entregando a Laura el maletín de la pasta (que tenía toda la pinta de estar vacío) se acabó la duodécima edición de Gran Hermano.

Pero nada, no os pongáis tristes, que el jueves que viene comienza «El Reencuentro», con los personajes más peculiares de los realities de Telecinco. ¡¡¡Y LO SEGUIREMOS EN ESTE BLOG, COMO ESTÁ MANDADO!!!

En cualquier caso, mil gracias por haberme leído, por haberme animado e incluso por haberme puesto a parir.

Nos vemos el jueves.

GUS