Se abre el telón, y se ve un pony cagando en la casa de Gran Hermano 12. Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la película? Pues no lo sé, porque son las 3 de la mañana y no se me ocurre nada ingenioso que contenga la caca de un pony y Gran Hermano y encima se parezca al título de una película.
El caso es que la imagen podría ser una metáfora muy bonita y muy ilustrativa, como para usarla en un corte de videoarte de ese moderno que ponen vete tu a saber dónde, pero en el bar de la esquina no.
En cualquier caso os estaréis preguntando qué cagarros hacía un pony en la casa de Gran Hermano. Pues bien, estaba allí porque a alguien en la organización se le ha ido la pinza. «¡Y metemos un pony, hala, alegría!».
Ya os contaré a su debido tiempo para qué era el pony.
El caso es que la gala comenzó como terminó, con Chari hablando sobre Rubén, lo cual a mi me resulta tan interesante como un reportaje sobre los problemas intestinales más frecuentes en las lombrices.
Para la próxima gala, propongo que suelten a la mujer que dejó a Chuk Norris por blandengue y a la madre de Rubén a la arena, una con una red y un tridente y la otra con escudo y espada.
También pudimos ver cómo a esa forma de vida basada en la silicona llamada Lydia le habían robado tabaco. Aunque nunca llegamos a saber si había sido un despiste suyo al contar o si la banda de Danny Ocean ha dado un nuevo golpe.
Descubrimos anoche, entre sorprendidos e inquietos que la madre de Dámaso es Dámaso, a lo Psicosis, pero con el moño en forma de cresta.
Ver a la madre viendo los vídeos de Dámaso es como ver a Dámaso viendo sus vídeos… Y ahora, que coja un académico de la RAE y analice esta frase si tiene redaños. ¡Sacadle el verbo el sujeto y el predicado si tenéis mayúsculas!
Lo bueno era que cuando sacaban a la madre (o a Dámaso redivivo, vete tú a saber), detrás se veía un mamellamen muy interesante. Y para no parecer un pervertido, diré que el interés era en plan científico, por el estudio de la morfología de las mamas y esas cosas.
Como los concursantes de este año son unos mangarranes y no sabrían encontrarse el agujero del culo ni aunque les metieras uno de sus dedos dentro, tampoco esta semana han conseguido superar la prueba semanal. A estos les ponen de prueba el no dejar de respirar y se mueren sólo por no ganarla.
A lo que viene siendo la puñetera rue largaron a Rubén, que va a expulsión por nominación. Salió con el 38,7% de los votos, que no es mucho, pero oye, basta para verte de patitas y con la Chari.
Ya es triste, amigos, sí, lo sé, no tengo vida y esas cosas, pero me alegré inmensamente cuando nos pusieron un vídeo de Marcelo soltando gases a diestro y siniestro y sacándose los mocos como si los fuera a vender en una casa de empeños. ¿Qué pondrán ahora sus fans en las carpetas? ¿La foto de una bombona de butano verde?
También vimos que con tal de no darle una puñetera patata a su novia (a la que no tiene reparos en darle pero bien otros productos del campo, como el nabo salchichero) se las frió todas y se las zampó. Eso es amor, amigos.
Yo soy Laura y no le dejo acercarse a mis melones en seis años.
De nuevo, para que no nos enfriáramos, o para que no recuperáramos la cordura, nos pusieron un ratito a la mujer que refleja la luz del sol a base de hostias, Chari, a charlar un ratito. Al parecer es víctima de una conjura urdida malignamente por la familia de Rubén, que por lo que dice la pecho pollo, también debió matar a Kennedy.
Y comenzaron las nominaciones, con muchas sorpresas amigos: en primer lugar, porque Laura pasó como de comer caca de cabra de su Totito y nominó como le salió del ketepés.
Segundo, porque Yago nominó con 3 a Laura y tercero, porque salieron nominados todos menos Yago y Marta, que se libran ( O sea, nominados LAURA, DÁMASO, LYDIA Y MARCELO).
¡¡TREMENDA LA CARA DE MARCELO AL VER QUE ÉL ESTABA NOMINADO Y MARTA NO!! Es lo que tiene no tener ni un amigo en la casa…
De la entrevista a Rubén poco diré, porque es un tema absurdo que me aburre más que Sánchez Dragó quitándole espinillas a Jaime Peñafiel.
Sólo destacaré que Mercedes Milá se ha vuelto loca. Pero loca de «Doña Mercedes, su medicación, y alegre esa cara, que mañana es día de visita».
Ni más ni menos que dijo que lo que Rubén ha hecho en la casa con Marta era peor que lo que había hecho Chari en la casa con Óscar, Julio y Yago. ¡¡Y UNA MIERDA COMO LA COPA DE UN PINO!! (Qué, a que argumento bien).
En otro orden de cosas, como Yago fue el menos nominado, le correspondía el reto secreto: Gran Hermano le confió la custodia de la cápsula del tiempo que Ángel guardó en GH 11 (que parecía un contenedor de basura de toda la mierda que había dentro).
Yago debe esconder la cápsula toda la semana. Si nadie la encuentra, él se convertirá en finalista de Gran Hermano 12. Si alguien se la pilla, ese alguien se quedará con el premio.
Hay que decir que nadie sabe lo de la cápsula y que Yago no sabe cual es el premio por esconderla. Y aquí es donde entra en juego Tato, el pony, porque el pobre bicho hizo de excusa, de tapadera, para que Yago pudiera ser llamado al confe sin que nadie sospechara. Además, el pobre animal, sin quererlo ni beberlo, es parte de la prueba semanal.
La cosa acabó con Milá leyendo las nominaciones. Y esto también tuvo miga, porque cuando nominaron a Laura la gete del plató se puso a aplaudir y ella se ha quedado mas rayada que un disco de Pitingo calzando un sofá, preguntándose porqué aplaudiría la gente.
Y así quedó la cosa, amigos y amigas.