Que cosas.
Se abren las puertas de Gran Hermano… ¡Y entra David Bustamante!
Pero tranquilos, por fortuna para el muchacho, sólo es para actuar. Aunque ya os digo que yo entraría acojonado.
La gala comienza con Milá entrevistando a la novia de Dani, que dice que Milá debió exigir disculpas a Nacho por llamar maricón a Dani.
Ahora habla con Nacho, que dice que pide perdón a quien se sintiera ofendido, pero no a Dani.
A mi me viene a la mente aquella alegre tonadilla que popularizó Miliki: «Había una vez, un circooooooooooooo«.
Comenzamos con los vídeos de las movidas. Ainhoa y Nico siguen dando por el cu… cuerpo. O sea, que se buscan líos con todo el mundo.
Concretamente funciona así: Ainhoa se pone tonta y chula, monta una bronca y luego va a llorarle a Nico, que también se cabrea y monta otra.
Pepe les aconseja sabiamente: No deben ser así de bordes. Pero estos dos son ese tipo de personas que se pasan la vida a la defensiva y cualquier consejo o comentario les parece un ataque.
Y claro, Ainhoa se ha encontrado con Chiqui, que es otra muchacha que se sabe comportar y que tiene un carácter estable y racional…
Esto es la leche. Ahora nos informa Milá de que Niki tenía un quiste detrás de la vejiga. Esa casa tiene mal fario, la mitad están malos. Joe.
En fin, dejemos la sección de achaques granhermaniles y volvamos a las broncas. Aunque claro, viendolo así… casi mejor hablar de vejigas.
El caso es que la bronca Chiqui-Ainhoa trascendió y Orlando, sorprendentemente salió en defensa de Almudena cuando ésta estaba poniéndola verde con Nico.
Y Nico, que va de caballero andante defensor de Ainhoa salió de nuevo en defensa de su dama.
«No la soporto» dice Orlando. Amigo feriante, no la soportas tú y no la soporta nadie. Bueno, Nico.