Ylenia abre el melón en ‘Gran Hermano VIP’: «¿Alguien cree que los hombres van a estar ahí tres meses sin tocarse?»

Vaya, vaya, vaya. Muchos y muchas ya lo intuíamos. Se ha hablado del tema de pasadilla de vez en cuando, pero anoche en la gala de Gran Hermano VIP Ylenia, que tiene menos pelos en la lengua que el culo del David de Miguel Ángel, lo dijo a las claras: los hombres en la casa se estrangulan la nutria.

Y lo dijo a tenor de Gianmarco, que pasa mucho tiempo en el baño y no come suficiente como para que sea para hacer cositas digestivas. Digamos que no es el intestino lo que se vacía. Y oye, muy bien, que todo el mundo sabe que los cantaritos del amor son como la caldera de la cocina: hay que mantenerlos a la presión justa.

Sólo hay una cosa con la que no estoy muy de acuerdo con Ylenia, pero será mejor que vayamos con la gala con orden y concierto (concierto de percusión, a tenor de cómo se toca el tambor el italiano, que le pones un bobo entre las piernas y te toca la Cabalgata de las Walkirias).

—

Ai jaf redes sociales cos ai am an influenser que te jiñas. INSTAGRAM: @GusHernandezGH | TWITTER: @realityblogshow | FACEBOOK: Gus Superviviente Hernández.

—

La gala comenzó con Hugo obsesionado con la metáfora de que Mila es una pastorcilla con rebaño. «Ella tenía esas ovejas que le seguían a donde ella iba que cuando se ha dado la vuelta le han clavado el puñalito», dijo Hugo, que todo lo dice con metáforas de granja.

– Tienes el tractor pasando por encima de los cinco gorrinillos y me estás dejando los bancales del huerto desdibujados.

– ¿Qué mierda dices, Hugo?

– Que me estás pisando, coño.

En la casa han estado elucubrando estos días sobre cuál habría sido el poder de los jefes de la casa y sobre cuál habría sido el que hubiera salido o entrado de las nominaciones. Anda que se comen la cabeza para encontrar una solución al cambio climático. Vienen unos extraterrestres y les ofrecen todo el conocimiento del universo y son capaces de preguntar quién está nominado.

Mila habla de Kiko y del Cejas como si fueran sus órganos internos y no pudiera vivir sin ellos.

«Ay, mi Cejas inmune, me lo como«, dijo del muchacho, que es como su bazo. «Es mi gran apoyo, es increíble que un niño de 18 años me haga sentirme tan protegida», decía Mila. ¿Lo veis? El bazo.

«Kiko para mi aquí es muy importante«, añadió. Lo malo es que no señaló ninguna parte. Lo mismo podía ser el ano que el píloro. Viendo cómo de desarrollaron los acontecimientos era más el ano. La almorrana, para ser exactos.

El Cejas ha tenido mala conciencia por haber consentido que Mila entrara a la nominación. Tenía la conciencia sucia y tan oscura que los agujeros negros lo atraen todo a su interior y la conciencia del Cejas se traga a los agujeros negros.

El Cejas le decía a Mila: «Yo sé que aunque salgas nominada no te vas a ir«, dejándolo caer. Ja ja ja ja y añadía «hemos arriesgado, Kiko y yo», sólo le faltaba guiñar el ojo muy fuerte para que quedara claro que era una indirecta. Pero Mila estaba tan feliz y tan voy a firmar los papeles para adoptar al Cejas y criarlo que no habría cogido ni un «Mila te he nominado a saco».

Kiko en el confe vaticinaba que Mila «puede ser que se sorprenda«. Lo mismo dijo el verdugo que le cortó la cabeza a María Antonieta.

«No me llevo mal con Mila, pero no es para mi un pilar en la casa. No sé cómo se tomará la nominación, no sé si me lo agradecerá«. Sí, lo mismo te nombra heredero universal, Kiko, joder, no eres tú optimista ni nada.

Y Mila lo supo: le pusieron el vídeo del confesionario. Fue como ver el vídeo en el que Bruto apuñalaba al César. Con zoom a las puñaladas. Aquí tenemos el momento.

«Genial», dijo Mila. «Gracias», insistía. Pero era una sonrisa de las que pones para que no se te note que estás más jodida que una muñeca hinchable en el patio de una cárcel.

«Me parece genial, Jordi, no me esperaba menos. Ya estaría. No me importa absolutamente nada. No me lo esperaba, pero se lo agradezco mucho a ambos. Cada día se aprende algo nuevo», espetó en directo Mila. Cada vez que hablaba iba subiendo el tono del cabreo y de las pullas.

«Yo no lo habría hecho, puede ser traición, puede ser estrategia, pero yo lo doy por bueno, ojalá la gente me saque», iba en escalada Mila, siempre sonriente, en plan me ha dejado mi novio, pero fue de mutuo acuerdo, pero no.

«Fue decisión mía, responsabilidad mía», dijo Kiko sobre la decisión de calzarle a Mila la nominación. Ahí Kiko estuvo noble, porque le dijo con anterioridad al Cejas que él le había arrastrado a eso y que le defendería y así lo hizo en la gala.

«Esto para mi hoy se ha terminado, prefiero que se queden Dinio y Adara«, dijo Mila, que se iba cabreando ya como si fuera un Miura y llevara hora y media de banderillas.

«No te pongas nerviosa, Mila», espetó Kiko viendo el tono creciente de la señora. No hay nada que ponga más nervioso que oír «no te pongas nerviosa». A un mono perezoso sonriente le dices «no te pongas nervioso» y te ataca con rabia y a la velocidad de un guepardo.

El caso es que ya lo sabía media casa, por culpa de Estela, que a base de mover la ceja y mirarte fijamente cree que puede comunicarte cosas. Estela cuando pide en el Burguer King no dice lo que quiere, mira al dependiente y con la ceja le encarga el menú.

Aquí tenemos a Estela pidiendo un Uber.

Total, que Estela ha ido por toda la casa contándoselo a todo el mundo. Y, ¿por qué lo sabía?

«Yo lo sabía, lo escuché de casualidad, porque estaba en un sitio en el que no tenía que estar en ese momento», confesó Estela. «Yo estaba en choc», añadió. No en shock. Estaba en CHOC. Lo mismo a veces está en Nat, otras en Vainill y a veces hasta puede estar en Fres, si la cosa es muy grave.

Volviendo a días atrás Kiko cogió por banda a Mila y le dijo «el domingo va a ser un día complicado y puedes cogerte el día libre». Es la forma que tiene Kiko de insinuarte que pidas tu última comida. A este chaval lo ponen a trabajar en el corredor de la muerte y tiene a los presos todos los días con el corazón en un puño.

«Se puede subir a alguien, pero sin el recochineo de decir lo de ‘te doy el día libre’, eso me parece de mal tío, de mala persona», dijo en directo Mila. A Mila el cochineo sí, recochineo, no. Peppa Pig sí, Peppa Pig saltando en un charco, no.

Nota: Jordi González quiere presentar un programa sobre un puto monasterio de monjes con voto de silencio. A ser posibles monjes con las cuerdas vocales atadas.

«¡¡SILENCIOOOOOOOOO!!» tuvo que gritar en un momento dado porque estaban todos los colaboradores hablando a la vez y él tratando de meter baza.

#UnaPistolaTaserParaJordi

María José, calla, por favor. María Jose… MARÍA JOSÉ

«No me estreséis a Jordi, os lo digo«, pidió Ylenia, como el que tiene un cachorro y se acerca todo el mundo a acariciarlo.

«¡Tenéis que hacerle caso al presentador!«, gritó en otro momento Jordi, que se siente como un profesor sustituto en una clase de instituto llena de repetidores de barrio malo.

«No os voy a decir la hora para que nadie diga ¡qué tarde es! No, no es tarde para nada», alegó Jordi a las doce y veintisiete de la noche. Jordi piensa que la gente no tiene relojes. Jordi González mira el móvil y ve 14:34 y piensa que es el nivel de batería.

Vídeo: Kiko decidió poner juntos en las tareas a gente que se llevara mal para que tuvieran broncas y quedaran en evidencia. Aunque él lo vendió como algo en pro de la convivencia.

– Ey, Paco, vamos a juntar a esos dos gallos rabiosos en el corral.

– ¿Para que se peleen?

– No, para que se hagan amigos, no te jode. Ha venido la gente a ver quién le da un abrazo primero al otro.

Y así.

El cejas se dejaba llevar en todo lo que Kiko dijera. Kiko maneja al cejas que porque el brazo de Kiko es más grueso que el propio Cejas, que si no pensaría que Kiko tiene la mano metida en el culo del Cejas para moverle la boca.

BRONCA EN DIRECTO.

Mila le reprochó al Cejas el haberla nominado y haber hecho con ella vida normal después.

«Llevo toda la semana comiéndome la cabeza, con algo en el pecho que no estaba bien», dijo. Que lo mismo era la culpa o una bronquitis. Cejas, estás enfadado? preguntó Jordi. «Sí», dijo él.

«Encima vamos a tener que llamarle un psicólogo«, dijo Mila, que estaba ya siendo ella misma, más ácida que el reflujo gástrico de Satanás. «Vamos a poner las cartitas sobre la mesa», advirtió la señora.

«No sé cómo has sido capaz de estar horas y horas hablando conmigo, porque si yo apuñalo a alguien por lo menos le evito», reprochó Mila a su antes amado Cejas. Si Mila deja de hablaros y os evita que sepáis que os ha apuñalado.

El caso es que el Cejas acabó con las manos en la cabeza, la capucha puesta y convulsionando. Le van a tener que quitar el cinturón y los cordones de los zapatos para evitar que haga una locura.

«Viendo tu enfado veo que lo de querer irte es un farol«, decía en directo Kiko. Y Adara, que ahora es súper amiga de Mila saltó a defenderla.

Y en medio de la trifulca se oyó a Dinio decir: «Yo sólo confío en mi calabaza y se acabó«. Si es que en el fondo es sabio.

Y es que Bunki ha vuelto. Bueno, él no, otro Bunki.

«Bunki te pido por favor que no nos abandones nunca más, que no te coma nadie«, le dijo Dinio a su calabaza, mientras Joao hacía reverencias y le rezaba. Adara estaba allí como el que va a misa pero sólo mueve la boca porque no se sabe las oraciones.

Pero cometieron el error de dejar a Bunki en la cama de Mila y Mila lo apuñaló. Joder, Mila. Si esta mujer llega a ser uno de los siete enanitos Blancanieves ahora estaría muerta, porque se la encuentra durmiendo en su cabaña del bosque y la revienta a tajos.

HIJOS DE PUTAAAAAAAA, EN MI CAMA NOOOOOOOOOO

«Bunki tranquilo, tú resistirás«, animó a la calabaza herida. Dinio es capaz de entrar en Urgencias con Bunki y tratar de hacerle un trasplante de pipas.

Nota: El tupé de Kiko y su pelo a lo cepillo es cada vez más alto. Como siga así va a tener que ponerse una luz roja para que no se le empotren los aviones. Con la gomina que este hombre usa para una gala se podría peinar un bosque. Alineas los pinos. Pero en la prueba se le mojó y hubo gatillazo. En realidad tiene pelo-polla.

Y ya que hablamos de físicos, las rodillas de Adara son los malos de El Quinto Elemento. Joder que miedo. Te da un rodillazo y además te muerde en el mismo golpe:

 

Ojo Kiko y Estela. Están roneándose a base de bien. Jajás y jijís, miraditas y uy que cariño te tengo.

«Es una niña monísima y me produce ciertos nervios«, dijo de ella Kiko. Pero era una estafa del programa, porque el vídeo continuaba «que se pueda ver mal fuera».

En el plató, Sofía veía las imágenes y decía «no estoy enfadada, estoy un poco confusa«, dijo. Sí, confusa porque no sabe si matar a Kiko con motosierra o con veneno.

Joao y Sofía dan el romance por hecho, es más, piensan que se van a liar. Joder, no les han dejado en la cama condones y lubricante por si acaso de milagro.

Jordi acabó hasta los huevos porque Ylenia se metía, en medio de sus intervenciones, como una vez que se ralló con lo de Kiko. KIKOS, KIKOS POR TODAS PARTES, KIKO ENTRA, KIKO SALE le decía a Sofía, que está extrañamente comedida. Me da miedo verla callada y sosegada.

«Me gustaría que Kiko fuera un poco más claro«, dijo Sofía, a la que le gustaría que todas las interacciones de su novio con otras mujeres fueran escupitajos.

Vídeo: reparto de tareas y Kiko pone a Mila con Adara a limpiar el baño. «Pelos, cacas y con Adara», se quejó Mila. Es una forma de decir que le gusta mucho Adara.

El caso es que a Kiko le salió el tiro por la culata, porque Mila y Adara se organizaron a la perfección y ahora están a partir un piñón. El primero que hizo un sándwich de jamón york y queso también iba de destroyer y mirad lo que pasó.

Mila estaba limpiando un día el baño y se le metió a cagar el Cejas, que para lo fino que es echa unos ñordos malos con avaricia. El mar Muerto se llamaba mar de la Vida hasta que el cejas cagó dentro.

Mila se protegió con unos pañuelos metidos en la nariz, que ojo que lo mismo empieza a usar eso el ejército y se deja de máscaras antigas.

«Yo con Adara he tenido pocos encuentros, pero por lo menos ha sacado la cara por mí, cosa que no ha hecho el resto, ojalá entre ella y yo nos llevemos por delante a Kiko», dijo Mila. Yo soy Kiko y se me aprieta el esfínter que puedo meterme una barra de acero por el culo y cortarla limpiamente.

Prueba para recuperar la cocina.

Se trataba de coger agua con un cubo y lanzársela al compañero que esta detrás, a metro y medio, que la cogía a su vez en un cubo y la lanzaba otra vez a otro compañero, que la echaba en un medidor. Tenían que conseguir 3 litros.

Mila era la última de la primera ronda, pero cogía agua que hay más líquido en un escupitajo. Estaba más pendiente de que no la mojaran que de coger agua. Pero claro, es que Adara lanzaba el agua tan cerca que no la lanzaba. Si Adara fuera lanzadora de martillo se lanzaría el peso en el pie.

En el turno de Dinio él no escuchaba. Lo tiraba como le salía de los cojones. Noemí gritaba «¡Más despacio!» y él venido arriba lanzando agua a Noemí como si la muchacha estuviera en llamas.

Irene lanzaba el agua que parecía una nadadora de sincronizada saludando. Lo que pasa es que Irene lanzaba a los cuatro vientos y en todas direcciones.

Total, que aún así lo consiguieron. Ellos decían que por más de medio dedo, pero los cojones, eso estaba peladísimo. Han recuperado la cocina. Les quedan las habitaciones, el jacuzzi y el gimnasio.

Hablando de Irene. Esta semana ha dicho: «A Gianmarco le mola Alba, que tiene pareja. Alguien debería decirle que Alba le ve como un niño«, ja ja ja ja ja. Las ganas que tienes de que así sea, Irene, que tienes más celos que una fábrica de cinta.

No se lo cree ni ella. Jeroglífico: ¿Qué tiene Irene?

Y vamos con el italiano del bigotillo ridículo. Le ha pedido al Súper como suministros imprescindibles «colageno, multivitamínico y una cosa para quitarse los pelos», según Mila.

Gianmarco no sabe ni dónde está. Es como un perrillo que va mendigando cariño intentando no llevarse un palo a la vez.

«Está siempre cagando o acicalándose», dijo de él Mila. «¿Pero tú cada cuánto cagas?» le preguntó en un momento dado Joao, porque se pasa la vida metido en el retrete.

E Ylenia abrió el melón y dio su teoría: Gianmarco no va al baño a cagar. Va a pelarse la sardina. A estrangular al calvo. A azotar al guerrero de cabeza púrpura. A izar la bandera. Enciende la baticao. Se saca el veneno. Ordeña la ubre solitaria… ya me entendéis.

Ylenia piensa que no va a hacer caca, sino que Gianmarco se está matando a pajas. «Nosotras a lo mejor aguantamos más, pero ¿alguien pensaba que los hombres van a estar ahí tres meses sin tocarse, sin desfogarse?», dijo en plató Ylenia.

Y con eso no estoy de acuerdo. ¿Nosotras aguantamos más? Um… un poco sexista eso. Irá por barrios, que he conocido tíos que no se tocaban ni para hacer pis y muchachas que tienen el succionador de clítoris enchufado a un trifásico.

Ya casi al final de la gala Mila y El Cejas iniciaron un acercamiento. «Si se fuera Mila me faltaría un cachito de la casa, aunque ella no se lo crea, le pido perdón, si lo quiere aceptar…», dijo con las orejitas gachas El Cejas.

«No creo que lo haya hecho con mala intención, ni que sea un mal tío, pero lo tendré que procesar», aceptó Mila.

Nota: Irene no se integra en la casa. «He pensado en el día que me esperaba y me he venido un poco abajo«, porque ese día tenía que hacer algo chungo. Ah, no, que sólo tenía que estar en la casa sin hacer nada y charlando con sus coleguis. Joder, qué panorama desolador. Se lo cuentas a un peón caminero un agosto a 40º y se compadece de ella.

«Si me están todo el rato diciéndome que soy la coordinadora, que soy muy pesada… me voy anulando», se quejó, justo antes de dar instrucciones y coordinar a la gente para que no la llamaran coordinadora.  «Aquí hay gente que está conmigo porque no le queda otra», dijo Irene. Qué capacidad de deducción.

«Cabrones, hijos de una hiena…«, venía diciendo Irene en un momento dado de vete tú a saber dónde. Irene le gana en insultos a un camionero ruso cabreado.

Último apunte: Adara echa de menos a Hugo. «Te busco, pero no estás y es muy duro entrar y ver tu cama, como si fueras a volver«, decía llorando como una magdalena. Adara piensa que cuando te echan de la casa te fusilan, te queman y le echan las cenizas a los gochos.

«REPESCA, REPESCA«, se pedía en el plató para que volviera Hugo. Sí, vale, repesca, pero con redes de arrastre.

Almacenado en: Gran Hermano Última Hora