En ‘Gran Hermano VIP’ no hay acoso ni bullying: según Jorge Javier Vázquez se lo inventa la audiencia

«La audiencia es soberana y se hace el moño donde le da la gana«, decía siempre Jesús Vázquez en los realities y concursos que él presentó. Qué tiempos. Ahora la audiencia no se entera de nada y no sabe lo que ve.

Anoche en Gran Hermano VIP 6: límite 48 horas se hicieron tres discursos que sobraban igual que el chorizo en un bocadillo de Nocilla. Básicamente, porque venían a decir que estamos opinando mal sobre lo que vemos.

Llamadme desconfiado, llamadme suspicaz, llamadme si hacéis barbacoa, pero a mi esos discursos me sonaron a «ved y callad, exageraos».

Empecemos poniéndonos en situación:

El emperador Nerón quemando Roma era un tío cariñoso al lado de Mónica Hoyos en la casa de Gran Hermano VIP. La mujer tiene tanto rencor dentro que si se pudiera vender el rencor por Amazon se hacía rica que le iba a poder prestar dinero a Amancio Ortega. A diez céntimos el kilo de rencor en dos días se podría comprar China.

Pero lo peor no es que Mónica mire a Miriam Saavedra y vea a Satanás besando a Carlos Lozano, lo peor es que tiene un concepto de la higiene tirando a relajado.

Dos ejemplos:

1.- Nos ponemos a cocinar y nos pica la nariz. Pues nada, nos rascamos. Por fuera, metiendo el dedito un pelindrín, lo justo para dar sabor, otra vez por fuera… Mónica se dejó la nariz más rascada que el lomo de un chihuahua.

Mónica, ¿me dejas un boli?

Y como bonus, por si no había aportado suficiente ADN a la comida de todos, que ella le da el puntito de perejil nasal, pues se mesó los cabellos que no se dejó ni un pelo por sobar. Y hala, al lío de la cocina.

– ¡Camarero, he encontrado un fideo en mi sopa de pelos!

2.- En otra ocasión se puso a matar moscas con una chancla en la encimera de la cocina.

Hoy mismo encuentran a Alberto Chicote muerto de un infarto en su sofá y con Telecinco sintonizado. Hay inspectores de sanidad que tuvieron que ser atendidos anoche por ataques de ansiedad.

Inciso: Ángel Garó se puso en plan pijotero con lo de ser cliente. Es de los que se quedan en tu hotel y llaman a recepción cada cinco minutos. Hay restaurantes que tienen un camarero fuera montando guardia por si ven a Garó bajar la persiana metálica.

La mitad de la deforestación de la Amazonía se ha producido por el papel que ha consumido Ángel Garó en hojas de reclamaciones.

Y enfrente está Omar, que es el director del Hotel. ¿A quién se le ocurrió nombrarle director? 

– ¡Hay que desactivar esa bomba, necesitamos a alguien con temple de acero!

– ¡Que lo haga Pepe, que tiene parkinson!

Bien, Omar fue el objeto de la primera vez que se le dijo a la audiencia que ve fantasmas.

Hablaron de la broma de Omar a Miriam. Básicamente Omar le hizo creer que estaba su madre en el confesionario. Miriam es de Perú, no ve a su familia a menudo, ha estado con toda una casa en contra y tener a su madre le resultó maravilloso. Salió corriendo al confesionario llorando de emoción. Pero no estaba su madre. Y claro, la decepción hundió a Miriam.

La audiencia y las redes sociales opinaron mayoritariamente que había sido una mala broma, una broma cruel, como hacer que un amigo meta la cabeza en una guillotina y luego tirar de la cuerda para que caiga. Qué risas, mira, mira como rueda la cabeza de Paco, ja ja ja. El vídeo pal Insta.

Pero para JJV eso es exagerado: «Esa broma tampoco es tan heavy, no es un drama, ¿no?«. Y como en plató hubo colaboradores que defendieron que era una broma pesada, insistió:

«Tenéis la piel muy fina, si sólo hace tres semanas que están concursando, es que oyéndote habrá gente que piense que tiene que volver la Mili«, insistió. Eh, que los que piensan que fue una broma de mierda no tienen dermis y epidermis, tienen papel de fumar.

Poco después llegó el segundo discurso:

Vimos el vídeo de Mónica Hoyos en el que, según se dijo en las redes sociales, escupía en un plato (para dárselo a Miriam o uno de los clientes).

«Lo que tiene en la mano es una servilleta y lo que hace es soplar para limpiar el plato», explicaba JJV y cierto es que así lo parecía. Pero lo que no vimos el vídeo de los mocos, ni el de la chancla y las moscas… ni otros. Y sí, sé que no da tiempo  a todos los vídeos.

Y hala, otra charla para la audiencia. A los espectadores anoche nos tiraron tanto de la oreja que acabamos que el lóbulo lo podemos llevar metido en el bolsillo del vaquero.

«Llevo trabajando con esta productora muchísimos años, escuchamos todo lo que nos escribís y os pedimos sólo una cosa: confianza. Se la pedimos a los amantes de Gran Hermano VIP, a los amantes del formato», dijo JJV.

«Hacemos todo lo posible para que todo lo que ocurra dentro de la casa ocurra con un marco que marque unas leyes. Si eso no es así el equipo del programa está atento para tomar las medidas necesarias«, añadió el presentador.

Lo que pasa es que el marco ese a veces es como el de Las Meninas: tirando a grandecito. Y las medidas… no sé, será la medida de los ataúdes para cuando se maten Mónica y Miriam.

– Hemos tomado medidas: la cabeza de este concursante está justo a un metro y diez centímetros del cuerpo.

«Que siga el programa y que todos sigamos pasándolo bien«, pidió JJV. En eso estoy de acuerdo.

«Todo lo que nos hacéis llegar lo analizamos con mucho detenimiento«, dijo JJV, aprovechando que algunos espectadores se había equivocado con no de los gestos de Mónica para desacreditar todo lo demás.

Porque llegó el tercer discurso, que os juro que no me habían regañado más ni cuando iba al colegio con los deberes sin hacer.

JJV vino a decir que había una cosa que quería decir pero que no sabía si sí o si no. Y fue que sí, porque hay dos tipos de presentadores, «los que pasan por aquí sin decir nada y no se manchan y al día siguiente no les pasa nada»… y él, que no se calla.

Joder, es un héroe. El día que un ayuntamiento quiera hacer un monumento a la Libertad de Expresión van a poner una estatua ecuestre de JJV.

«Se están empleando unos términos muy duros para hablar de la situación que vive Miriam dentro de la casa y esos términos ofenden a quienes sufren lo que dicen que está sufriendo Miriam dentro de la casa», espetó.

No lo dijo, pero se refería a que se ha hablado de que en la casa se está cometiendo acoso contra Miriam (que santa no es, pero que está siendo acosada sistemáticamente, sí).

La verdad, si alguien ha sufrido acoso o bullying no creo que piense «eso no es ná, a mí si que me acosaron», sino «lo mío empezó así».

«Miriam no fue bienvenida a la casa y Mónica es torpe y cae mal y que Suso mete la pata y hace un concurso deplorable», describió la situación JJV. Ah, vale, que Mónica no es que sea mala ni rencorosa, es que cae mal y nos lo parece y si hace algo malo es que la pobre se equivoca.

La Madre Teresa de Calcuta tenía en su cuarto un póster de Mónica Hoyos para inspirarse. Y lo de Suso, pues igual, pobre, que no es Einstein tomando anfetaminas.

«Miriam se da cuenta de que es salvada por el público y eso le hace tomar una actitud porque sabe que tiene respaldo de público. Miriam, con una gran inteligencia lo está aprovechando», dijo JJV. Claaaaaaro, lo mismo que se le ha reprochado a todos los favoritos del público. Ah, no.

«Cada uno está jugando sus armas«, opinó JJV. Y ese fue el problema: que opinó. GRAN HERMANO NO ES SÁLVAME. En Sálvame se opina, en GH, la verdad, yo preferiría que se pasara por el plató sin mancharse. Y sin hacer reproches al público.

Pero eh, que nosotros no fuimos los únicos que nos llevamos una bronca.

JJV conectó con la casa: «Sabéis que cuando tengo la cara seria pasa algo. Tenemos que hablar seriamente de la prueba semanal».

Y pusieron un vídeo de Suso diciendo que él no iba a hacer nada, que se iban a comer toda la comida para joder a los clientes… Suso incluso dudó de quién había elegido los grupos (fue la audiencia, pero él no se lo creía), porque él tiene más seguidores en redes sociales y en el otro grupo hay gente que no la conoce ni su madre, según este muchacho.

Tantos seguidores tienes, tanto vales. El mundo de Suso. Yo creo que Suso se compra el pan e intenta pagar con seguidores.

Suso tomó la palabra: «Eso fue el primer día, que llevaba un día malo y estuve desafortunado, estaba cruzadísimo. Pero luego se vio un cambio de actitud en mi trabajo», (lo ratificó Miriam. Sí, Suso ha machacado a Miriam, pero ella tuvo el detalle de apoyarle cuando dijo la verdad).

«Esta prueba no se ha tomado con seriedad, ha sido una falta de compañerismo», dijo Verdeliss.

Y Mónica y Makoke saltaron a decir que «falta de compañerismo no ha habido ni una«. Sí, ojo, Mónica, que le ha echado la mierda encima a una cliente como Miriam. Porque no hay nada más compañero que compartir la mierda encima de la cabeza de otra persona. Mañana mismo cuando entre al curro le echo por encima una papelera a mi compañero. Para que sepa que le quiero.

«Me he dejado la piel en la prueba«, dijo Mónica Hoyos. Sí y se ha dejado los mocos, las moscas, la mala leche…

«Ella es la primera que insulta, que falta al respeto, que intenta hacer ver otra cosa hacia el público, pero aquí se vive otra cosa», dijo Mónica de Miriam. Hala, otra que piensa que somos unos empanaos que no nos empapamos de nada.

Y otra bronca al respetable, joder qué noche: «Le recuerdo al público que además de ver el 24 horas deberían ver los siete meses de insultos contra mí». Sí, claro y deberíamos ver las reuniones del Senado romano, para saber de dónde viene todo.

«Que abucheen lo que quieran y se rían«, dijo Mónica con desprecio.

JJV les dejó las cosas claras… que contradecían con su forma tolerante de ver las cosas dentro de la casa: «Las faltas de respeto que atentan contra la integridad de una persona no nos gustan, ni a la audiencia, que os juzgará. Todos tenéis la inteligencia suficiente para lograr la convivencia. Si no, las puertas están abiertas», les dijo más serio que un comercial de funeraria.

Uy, caladísimos les dejó. Santos redimidos. Se hicieron halos de luz blanca sobre ellos y apareció una paloma blanca que se puso a ponerles aros dorados a todos encima de la cabeza.

Almacenado en: Gran Hermano Última Hora