El exhibicionismo descarado de Aramís Fuster y sus dos meteduras de pata con los gitanos y marroquíes en pleno directo

Aramís Fuster, en una postura natural.

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Aramís es la mejor del mundo mundial. Es la típica persona que no tiene lastres, ni deberes, ni intereses, ni débitos con su entorno… vamos, que le suda tol caldero lo que los demás piensen de ella. Y claro, a veces mete la pata hasta el fondo.

Y con esa libertad está dando un concurso espectacular: reparte sopapos que parece Bud Spencer en un día bueno, es graciosa/hiriente y tiene un punto de zumbada que es lo que más mola de todo.

«Si me necesitas, úsame«, le dijo a Verdeliss en una ocasión. Y a Mónica ya… es su frase favorita. Aramís tiene complejo de toallitas de papel.

Y Aramís se está desnudando para la audiencia. Pero no en un sentido metafórico, en plan abrirnos su alma. No, de forma literal, no sólo enseñó tol papo, el día que entró, es que en la casa enseñó también el culo.

Pero enseñar que le enseñas el vídeo a un dermatólogo y puede hacer un diagnóstico. Lo lava con Ariel, porque lo tiene blanco. Blanquísimo. Si estás persiguiendo a Aramís por la nieve se pone a cuatro patas y de espaldas no la ves.

Esta semana Aramís estuvo a punto de violar a Asraf. De hecho, creo que Asraf ahora se siente sucio porque se le sentó encima y le frotó las nalgas por el pene que ahora el pene de Asraf está metido para adentro y no quiere salir. Va a tener que mear sentado el resto de su vida.

De hecho, Aramís ha sobado a todos los varones de la casa. Menos al Koala, que será bruja, pero no es tonta. El día que la policía quiera las huellas dactilares de Aramís sólo tiene que buscarlas en el culo de Toni Spina.

En directo, JJV inició un duelo mágico que ríete tú de Harry Potter lanzándose Expelliarmus y Cruciatus.

«Si le ves la flor a una persona mayor te irá mal económico, ¿es verdad?«, preguntó JJV sobre la exposición ‘Aramís Fuster: Almejas y Mejillones’.

«¿La flor es el potorro?», preguntó Joao, así, a lo fino. Qué forma de destruir metáforas. Para qué decir que «sintió algo en su feminidad» cuando se puede decir «tenía un calabacín metío en tol chumino».

«No me dejo influir por modas ni por tonterías«, dijo Aramís sobre las lecturas de culos y ahí se picó el Maestro Joao, que ha hecho de mirar culos una línea de negocio.

Y claro, Joao dijo que Aramís no tiene poderes ni nada. Pique de ocultistas. Duelo en el más allá. Las caras de Bélmez salieron cuando Aramís le estampó el jeto a Joao contra una pared.

Han dejado la casa hecha un primor y todo gracias a Aramís, a la que vimos barriendo sentada. Sí, porque cualquier trabajo mejora si lo puedes hacer sentado. Menos el de corredor de mararón, quizá.

JJV conectó con la casa. «Aramís, qué bonitos pezones tienes debajo de esas rejas«, le dijo a Aramís, que llevaba unas transparencias que dejaban poco a la imaginación. De hecho, creo que si hubiera salido en la gala en topless habría enseñado menos las tetas que con el body que llevaba.

«Lo más duro ha sido aguantar a esta pandilla de perturbados«, aseguró Aramís sobre estos primeros días en Guadalix. Y eso es como si Hannibal Lecter dice que lo más duro de sus días en la cárcel ha sido aguantar a «esta pandilla de caníbales».

Y ahí llegaron, por sobreexposición y sobreexcitación, las meteduras de pata de Aramís.

La Sala del Más Allá se convierte en La Sala de los Recuerdos. Básicamente una sala en la que te ponen cosas de tu pasado, como cuando aún tenías acné, tenías que aprenderte los ríos de España y las chicas no sabían de tu existencia. Bueno, esto último es también del presente.

Metieron a Aramís en la sala del pasado para que diseñara «la curva de su vida» o sea un esquema de los altibajos de tu existencia. Algo sencillo de hacer para muchos pero difícil para un técnico en reparación de montañas rusas.

Aramís estaba llorando como una posesa y pidiendo por favor que no le hicieran daño cuando entró en la sala. Si se pone así en una sala de Guadalix no la llevéis al cine a ver nada que de miedo. Pero rollo que Doraemon: La película es ya terror para Aramís.

«Tienes la oportunidad de contarnos cómo ha sido tu vida«, le dijo JJV y se fueron a la publi y al volver, en cinco minutos, la mujer se había montado un esquema en el que no faltaba nada. Nada de Nada. Eso no era una curva de su vida, eso eran unas memorias completas.

A mí me ponen a hacer eso y no me acuerdo ni de tres cosas y probablemente no en orden.

Su vida comenzaba de «haber nacido del vientre de su mamá». «Ese momento me dio la vida», dijo. Cuando salga de la casa Aramís puede ganarse la vida dando clases de economía.

Y yo iba a hacer gracietas, pero es que se puso a contar su vida y se me quitaron las ganas. Qué drama.

El caso es que JJV reveló cual es el amor imposible de Aramís, su amado, su crush, su ideal de hombre: Mario Conde. Sí, os lo juro. A Aramís le van los presidiarios, pero no los tatuados, los que gastan gomina a kilo el día.

Y como JJV se dedicaba a picar a Aramís, ella acabó cagándola.

«Eres un jodido por culo, muy mala persona», le dijo al presentador y añadió: «No seas gitano». Aramís se dio cuenta nada más decirlo de que era una expresión que no le iba a regalar los oídos precisamente a los gitanos, así que pidió perdón y aseguró que «admira» a la cultura gitana.

Pero ¿para qué ofender a una etnia si puedes ofender a dos por el mismo precio? Así que cuando narraba su vida reveló: «Yo estaba en peligro de muerte por un marroquí de mierda».

A Aramís le quedan ya pocos pueblos por ofender. Creo que ahora mismo la única raza, etnia o grupo humano que no la odia son las tribus aisladas de la selva amazónica. Y tampoco es que les caiga demasiado bien.

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