Comienza una gala de Gran Hermano Revolution en la que entra una sustituta por el abandono

¡Hola a todas y todos!

Hoy entra una tal Lorena Gómez, que tiene 22 años y es de Cádiz. Era de los ciento y la madre que entraron los dos primeros días.

Ella se define como «directa y transparente», o sea, como un cuesco. Y ojo, que trabaja. Sujetando un paraguas para los pilotos de Moto GP, que como son mancos, no se los pueden sujetar ellos, ni los puede sujetar otro hombre. Todo el mundo sabe que como una chica joven y guapa, nadie sujeta un paraguas. Vamos, no me jodas…

Y ojo, porque cuando eran 100 ya tonteó con Rubén, que se acuerda de ella y la ha citado en varias ocasiones. ¿Esto qué programa es? ¿Gran Harén? ¿Y si Rubén dice que le gusta Angelina Jolie la meten a concursar con un lazo rojo o qué?

La verdad, a mí la chica no me parece muy guapa, tiene una boca como de mero que se puede tragar a Rubén sin masticar. Si un día de éstos veis en el jardín un truño con el pelo peinado como una escoba vieja, es que ha le ha cagado.

Empezamos. Vemos a Laura en sus últimos momentos en la casa. Tuvo una bronca gorda con Miriam.

Pero en seguida vamos al confe, donde está Lorena. Y en la sala de la cabaña están los familiares, porque esta noche es noche de reencuentros. Entre llamadas y reencuentros, esta gente habla con sus familiares más que cuando estaban fuera de la casa.

Volvemos con Laura. Dice que ella pensó que estaba más fuerte, pero que no, que la situación le superó. Que muchos de sus compañeros tenían gestos y miradas feas contra ella. Que la bronca de Miriam fue el detonante, pero que ya iba caldeadita y que prefirió «dejar su plaza para otra». Vamos, que casi mejor irse a esperar a que la echaran.

Christian y Miguel, que salieron en lugar de Mirian y Laura, están más reventados que los pantalones de Falete.

«Quiero compartir contigo una información que nos está llegando a Gran Hermano Revolution: en el hotel en el que os soléis alojar los concursantes hay mucha gente que ve el programa y os ve llegar y entrar y salir… nos llega información de que os han visto entrar juntos en una habitación», le dice JJV a Petra y a Christian.

Christian dice que él ha estado en la habitación de muchos concursantes e incluso en la de la madre de no sé quién. Una de dos, o sólo va a charlar o se ha follado hasta a una señora alemana de 85 años que salía justo cuando él pasaba por el pasillo.

En cualquier caso: NO ME INTERESA UNA MIERDA la vida de los concursantes fuera. ESTO NO ES SÁLVAME

Los cotilleos para los programas de cotilleo, por favor.

Uno de los concursantes tiene casi un 70% de los votos y otro casi 30 en los porcentajes. Esto está más claro que una lupa.

Vemos una bronca en la que Miriam (que les da mil vueltas a los demás en vocabulario y educación) recriminaba a los demás que no le pusieran interés a la prueba. Y el ZASCA que le dio a Carlos fue pequeño: «Para faltarme al respeto te falta crecer», ja ja ja

Vemos un vídeo en el que Laura se iba primero de las pruebas. Y dice «como mucho me fui 20 minutos antes, no sé dónde está el escaqueo en eso». JA JA JA JA

– Me he cogido el día libre porque me salía de los cojones y qué si soy piloto y me cogí el día en medio de un vuelo saltando en paracaídas, no sé dónde está el escaqueo en eso.

Total, que el hecho de que Laura pasara de la prueba como de tocar un cable de alta tensión con los pies mojados, acabó discutiendo con Miriam, que acabó de llamándole «tonta».

«No imaginaba que me iba a humillar públicamente», dice ahora en directo Laura. Joder, la humilló porque le dijo «tonta».

¡¡TONTA, ME HA DICHO TONTA, HA OFENDIDO MI HONOR, Y EL DE MIS ANCESTROS, Y ME HA TRAUMATIZADO!! ¡¡DEMANDADA!!

Sí, al parecer Laura es así: puedes secuestrar a su perro y pintarlo de morado mientras le prendes fuego a su casa y oye, a lo mejor le molesta un poco, pero no la llames tonta que contrata a un sicario para que te rompa las piernas por seis sitios.

Total, que Laura, que piensa que ha entrado a un concurso en el que tienes que probar torturas tradicionales del mundo entero, dijo que no estaba allí «para sufrir, si no para cumplir un sueño» y decidió irse.

Laura dice que Christian le dijo que era «un asco de persona». Luego Christian le pidió perdón, pero para ella no era suficiente. Joder. Para que Laura te perdone tienes que hacerte el harakiri mientras bebes lejía y te azotas la espalda mientras repites «perdón» en siete idiomas.

Laura dice además: «No me ha dado tiempo a superar el resquemor dentro de la casa». Joder Laura, es que antes se supera el resquemor del núcleo terrestre que el tuyo. Que se va a apagar el sol y le vamos a poder prender fuego otra vez con tu resquemor.

El caso es que al salir Laura Miriam se sintió culpable por la bronca que habían tenido. Miriam me cae cada vez mejor, os lo digo, es una tía sensata, leal, honesta…

Ella no fue la única que lloró, claro, ahí estaba ÑamÑam para licuarse viva llorando. Es que Ñam es muy sentida. No puede leer las esquelas de un periódico vietnamita porque llora.

Laura piensa que la AUTOCRÍTICA es el nombre de una autoescuela para aprender a conducir de forma temeraria.

Laura se despide de la casa: A Ñam le dice que la espera fuera y que «tenga cuidado, que no sea buena y tan confiada». A Hugo le dice que se queda con las miradas cómplices del pasillo. A Mina le dice que desea verla en diciembre, que siga fuerte, que la quiere.

Y a Miriam le dice: «Yo también te quiero, pero hablaremos fuera». Miriam le pregunta si está bien. Laura le dice «podría estar mejor».

JA JA JA JA Laura podría protagonizar la escena de maldita lisiada y tendrían que repetirla porque sería demasiado dramática.

«Qué putada le has hecho a Miriam», le dice JJV que está indignado «putada la que me ha hecho ella».

JA JA JA JA

Laura te apuñala y se lo reprochas y te dice «¿y tú, que me has manchado de sangre el cuchillo?».

VAMOS CON SU SUSTITUTA

Lorena dice que la gente piensa que es tonta y que para ella eso es una baza. El Súper le dice que va a poder entrar pronto y ella da palmaditas pequeñitas con las manitas a la altura del pecho, un gesto que hacen todos y todas las ganadoras de los premios Nobel cuando se los dan.

Vamos con la semana de Mina: la tienen aborrecida, sobre todo Hugo y Rubén, pero ¿por qué? Pues porque tiene unos ovarios como balones medicinales y no les mola que les plante cara.

Turno de Pilar. Está convencida de que ella se va esta semana. Uno de los días se metió en el confe y se puso el sombrero que parecía un cosplay de Soy una Pringada. Sólo le faltó poner a parir a Carlota Corredera.

Pero eh, la preocupación no impidió que le cantara a un sándwich de chorizo: «que tendráaaaaaaa el chorizooooooo, que me enamoooooooraaaaaaaaaaaaaaa». Temazo. Que no lo pinche David Guetta en Ibiza este verano.

PILAR A LA SALA DE PRUEBAS

Va hasta la puerta y pregunta ¿Abro, Súper? No, Pilar, quiere que atravieses la puerta como un ariete.

Entra. Hay un cubo negro con las aristas iluminadas. En el cubo están la madre de Pilar y la madre de Mina. Hay dos minutos para verlas. Puede decidir cuanto tiempo quiere gastar en su madre y cuánto le deja a Mina.

Pilar llora y dice «mamá, mamáaaaaa» que parece una psicofonía. El encuentro es un poco timo, porque hay un cristal que las separa. Es como ir a ver a alguien a la cárcel. Falta un teléfono negro con el que comunicarse y una barra de pan con una lima dentro.

Pilar quiere irse, pero la madre la entretiene como en la barra del pan. Al final le deja 43 segundos a Mina. Pero Pilar pega unas voces que sigue hablando con su madre incluso estando fuera del cubo. Cuando Pilar era pequeña jugaba a hablar con su madre por unos walkie-talkies y se oían sin ponerles pilas.

Mina entra al cubo. «¿Necesitas saber algo?», le dice su madre, que no sé si ha ido a ver a su hija o a echar las cartas del Tarot. «No entres en bucle con las cosas, no le des vueltas», añade.

CAMBIO DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOO CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOO

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