Comienza la primera gala de Gran Hermano 17 sin Milá

Hola a todos.

Lo mismo lloro. Los cabrones de Telecinco le han puesto a Milá, que se está despidiendo, una musiquita que la pones en una discoteca de Ibiza y acaban llorando todos los desfasados.

Ahora vemos a JJV en la casa de Guadalix, solo que no está en Guadalix, están usando la realidad virtual para poner su imagen allí. Y oh, ahora aparece en el plató. Si esto fuera el siglo XV a los dos los habían quemado por brujería.

Guau. El truco de aparecer en el plató ha sido increíble. Increíble de que se lo haces a los indios aztecas nada más bajarse del barco Colón y pillan el truco y acabas en lo alto de una pirámide y con el corazón arrancado.

Ahora JJV hace como que le quita la nariz a Milá con el pulgar y se caga encima David Copperfield.

Hablando de Milá, dice que nos deja con alguien que va a querer GH igual o más que ella. No. Este es un nuevo GH, pero sólo porque Milá ya no está. Siempre habrá un antes y un después.

Ojo: vemos al primer concursante. Lleva un flequillo como si de lo hubieran estirado para que confesara algo y un cinturón hecho con un trozo de cuerda. Sólo le faltan unos pantalones de pana y un tractor.

Este pavo se llama Miguel y es más frívolo que la de Sexo en Nueva York comprando bragas. Es modelo y usa una crema diferente para cada parte del cuerpo. ¿Y para eso ha estado Nivea 20 años mejorando la crema que lo mismo vale para hidratarse que para curar una quemadura de grado 200.

Dice que tiene gerastofobia, miedo a envejecer. Los cojones. Lo que tiene es más ego que Kim Jon Un viendo una estatua suya.

AIBA LA HOSTIA. El pavo es un calvo de los de laterales largos y cocorota como el cartón de una caja de mudanzas. ¿Pero qué cojones? Mañana mismo me hago modelo. Me voy a comprar pelucas que le voy a dar envidia a Camilo Sesto.

Ja ja ja ja Milá se descojona. JJV ha empezado a analizar al concursante como si estuviera en Sálvame y Milá se ha partido el culo como si estuviera diciendo gilipolleces.

Y luego dice: «No me voy. Acabo de decidir que te vas a tu casa».

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII VAAAAAAAAAAAAAAAAAAA QUEDATEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

Joder. Milá está casi llorando. Se ha puesto a recordar a los concursantes que ella conoce, que la llaman, que le dicen que no se vaya… y se emociona. «La gente espero que me perdone», dice.

No hay que perdonar, Milá.

La amiga del tipo que lleva en la cabeza una rata muerta y atropellada pegada, dice que jamás le había visto así: calvo como si le hubieran lijado la cabeza. Es su compañera de piso y no sabía que era despejado de ideas.

Dice que pensaba que su amigo pasa «tres horas en el baño porque le gusta estar solo». Sí, o porque caga al mismo ritmo al que crece la hierba.

El súper le pide a Miguel que vuelva al salón. Este tío es el único que puede ir a una obra y no le obligan a ponerse casco, porque le cae encima una viga y se la para el jabalí acostado que lleva adherido a la cabeza.

Mercedes le tima cosa mala y le dice que ella es la presentadora de GH todavía. Miguel hace movimientos con el cuello como de negra del Bronx cabreada. Podría salir en Matrix esquivando balas moviendo el cuello paloma que tiene.

«Esta es la edición de las falsas apariencias», dice Milá.

Me sigue flipando el cinturón de cuerda del muchacho. Es como ir preparado para cualquier cosa: lo mismo evita que se te vea el huevamen que te puedes colgar de un pino si la cosa va mal.

NOTA: En el público están todos los concursantes (o ciento y la madre de ellos) que han pasado por la casa.

Y además, en las gradas están candidatos que no fueron seleccionados pero uno de ellos va a ser elegido ahora mismo. Claro, se han puesto todos más histéricos que Kruela DeVil en una perrera.

Es una tal Noelia. Le ha dado un baile de San Vito como si debajo de su asiento se hubieran dejado unos cables pelados y le estuviera dando calambre.

¡¡TODO UN CLÁSICO!! Problemas de sonido en el plató.

Total, que la muchacha sabe el secreto del tipo del pelo muerto pegado a la cabeza. Pero no puede decir nada.

Al parecer Noelia tiene orgasmos cerebrales. Básicamente le pasa cuando oye cosas como un  bote de tomate al abrirse. Y la gente comprando geles de placer a lo gilipollas, cuando puedes abrir una lata de mejillones y empezar a correrte como si no hubiera un mañana.

Al parecer sólo ha tenido un novio y el muchacho no propiciaba el «taca-taca» porque era el ex novio de su mejor amiga y… uf, que pereza.

Vamos ya. Entre los aspirantes de la gala hay otro concursante que aún no sabe que lo es. Y resulta que es una tal Beatriz que se ha puesto histérica y que lleva el pelo rojo como si viniera de rebozarse en el suelo de un matadero. Por los gritos que pega, de hecho podrían estar matándola a ella.

«Todo el mundo me conoce como Naranjita la Lía, porque como buena valenciana me gustan las naranjas y desde pequeña la vengo liando». «Me considero entre choni y pija, chonija», dice. Bueno, entre choni y pija, pero más cerca de choni. Mucho más.

Es de las cosas más tontas que he visto en mi vida. Dice que es una rompecuellos: sí, pero los cuellos que rompe son los de los académicos de la RAE, porque quiere matarlos a todos para poder hablar en ese idioma suyo de chonija.

Vamos con otro concursante. Es uno de los que están ya en la casa, pero camuflado entre los que están metidos con realidad virtual. Ahí le tenemos. Es como el guitarrista de los Guns and Roses pero decolorado. Es como si el Jocker se hubiera dejado crecer la barba. Se llama Álvaro. Lleva un sombrero lila y un pañuelo colgado a la cintura a juego por si le dan los mocos, debe ser.

Me da que va de palo, porque tiene pinta de ser el hijo no reconocido del sombrerero loco. Es arquitecto y aparejador. Joder, cualquiera le encarga una casa, te monta un pifostio que para ir a mear tienes que llevar brújula.

VAMOS A CAMBIAR DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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