A punto de comenzar la gala de Gran Hermano 16 en la que se irá…

Empezamos.

Milá empieza con una advertencia: «No olvidéis en ningún segundo de esta noche que estamos en Gran Hermano 16, el Gran Hermano de los secretos, en el que nada es lo que parece, no os creáis nada».

Y añade: «Lo vais a pasar teta». Y yo me pregunto, ¿las tetas lo pasan tan bien como para ser una referencia? ¿Salen por ahí, se ríen con los colegas, viajan, se dan masajes? Bueno, lo de los masajes ya lo procuramos los amantes de las glándulas mamarias.

¡Ni una teta sin masaje!

En fin, que se me va el tema.

Hay una señora, Esmeralda, que es la madre de Raquel, al parecer.

Por otro lado está Marta, cuya familia está pasando las de Caín. Deben ser la típica familia pudiente y formal y claro, en el club de campo les deben mirar raro por tener a una hija en Gran Hermano. Es peor que si les sale de Podemos.

Y vemos un vídeo de la relación de Han y Aritz:

Les vemos en la cama, Aritz le dice a Han: «Relájate, que te voy a dar un beso».

«No, pero no me muerdas fuerte, que soy muy sensible», responde Han. Y luego se besan, abrazan metidos en la cama, se lamen y Han pasa su pie por la barba de Aritz.

Eh, pero que Aritz no quiere nada con Han, ojo. ¿Eh? El día menos pensado van a encontrar el pene de Aritz metido hasta el hígado de Han, pero él dirá que no, que tiene alguien fuera y que no quiere que malinterpreten eso.

Aritz se va a tatuar en una nalga: «NO ES LO QUE PARECE». Y Han: «OJALÁ LO FUERA».

A raíz del vídeo y de la cochinada de los pies, porque llevar la barba con olor a queso de cabrales es una cochinada, Milá nos confiesa: «Me parecen muy eróticas las orejas y los pies».

Joder. He de confesaros que tengo una parafilia rara, una perversión, un desvío de la sexualidad: me gustan las partes normales que no huelen mal, ni supuran cera ni cosas así. Llamadme raro.

Vemos a Alex Agua de Borrajas, en el confe, haciendo el canelo. Es como una máquina de hacer el gilipollas. Como una factoría de posturitas de las que dan una vergüenza ajena que deseas ser de otra especie antes que de la humana. Los ornitorrincos parecen una buena opción como forma de vida a su lado.

Ahí estamos. Vídeo de Suso celoso de Ricky. Es lo que pasa siempre con un maromo de índole maroma al que se le mete un maromo más maromo que cuestiona su maronimidad.

El caso es que el maromo Suso habló con el maromo Ricky y llegaron a la conclusión de que no, que a Ricky no le mola Raquel y que no la pretende. Que no la pretende… No se lo cree ni el. Esta gente es más de «en tiempo de guerra todo agujero es trinchera» y «cuando las ganas aprietan ni los culos del os curas se respetan».

Mientras, ahí está Sofía, que la bilis le sale por las orejas de envidia. Ella ve a Suso irse a una hora sin cámaras y hacerse arrumacos y se amarga más que masticar endivias a puñados.

«Enfrentarme con una señora de 30 años, que son 30 añazos…», dice Sofía. Se acaba de ganar la enemistad de la mitad de la población femenina.

Vamos con la madre de Raquel. Al parecer les ha escandalizado lo de la hora sin cámaras. Al parecer piensan que la niña iba a llegar pura al matrimonio. Menos mal que ha pillado dentro de la casa, si no, son capaces de hacerle la prueba del pañuelo pero con un edredón.

«Os lo pido de rodillas, por favor, si folláis poneros un preservativo», a ver, Mercedes, mujer, no pidas eso de rodillas…

Y vídeo de la noche de la fiesta, en la que Sofía se puso a enseñar más chicha que un carnicero tailandés en día de mercado. La única intención era, claro, calentar a Suso y darle celos a Raquel. Y consiguió ambas cosas con gran efectividad.

Cuando, por eso, Raquel le montó el pollo a Suso, éste dijo a su colega simio: «Tranquilo, que son mujeres, Ricky, mujeres…».

Yo soy Raquel y a la primera que pase le digo: «Tranquila, que son gilipollas del medievo, gilipollas».

Total, los nominados a la sala de expulsión. Dice Milá que todo lo que parezca será coincidencia con la realidad. A ver qué se inventan.

«No vendas la piel del cordero hasta que el cordero sea un toro», dijo Suso cogiendo un refrán clásico y mancillándolo hasta la náusea. Alguien debería decirle que corderos y toros son especies diferentes… o a lo mejor es que no quiere vender el cordero y está poniendo escusas.

Mandan a la casa a Marina y a Amanda. Pero no me fío. Se supone que están salvadas…

Me cuadra que Ricky se vaya, pero que Marina no sea de las más votadas…

En la casa reacciones diversas: alegría, decepción, miedo, pena… eso parece una telenovela en el último capítulo. Creo que Raquel está más alegre porque haya vuelto Amanda que triste porque se haya quedado Suso.

¡¡AJÁ!!

Milá dice «yo sólo he dicho que vuelvan a la casa, los teléfonos continúan abiertos, podéis seguir votando». CHAAAN CHAAAAAAN

Más vídeos de los celos de Raquel. Le dijo a Vera que ella lo daba todo y no recibía nada a cambio. Vaya por dios, y mira que Suso parecía el típico chico que se vuelca con los demás y que no es para nada egoísta.

– ¿Te puedes creer que me porté súper bien con el señor ese de la máscara de Hockey y la motosierra ensangrentada y va él y me mató?

– Inaudito, tía.

Y vemos a Sofía insistiendo en lo de la edad, «con 30 años, una señora tan mayor». Creo que Sofía piensa que no va a envejecer.

Total, que Raquel se hizo la dura con Suso, pero le duró unos quince segundos. No sólo se rebajó a darle explicaciones a Suso, que es como explicarle la teoría de la relatividad a un cáctus, sino que aceptó que Suso la amenazar con dejarla si volvía a hacerle reproches.

Ah, el amor propio. Ah, la autoestima. Raquel tiene tanto de esas dos cosas como Hulk de bailarina del ballet ruso.

«Que me encantas…» le dijo a la mañana siguiente Raquel a su Suso, poniendo cara de consumir burundanga como el que toma cola-cao.

Y a todo esto Sofía reventadísima. «Yo ya paso», decía, pero una mierda como el Everest, le da una envidia que si la envidia matara Sofía sería un zombi.

Porcentajes: 52,2%, %,  38,9%, 6,3% y 2,6%.

«Mi hija tiene mucha ‘endereza'», dice Maite de su hija. Se debe referir a que Sofía sabe hacerle el paralelo a un coche.

SE LÍA PARDA

Maite insinúa que Raquel se enrolló con no se quién no sé cuando y deja caer que por eso es una fresca.

«La tuya lo hace delante de ti y encima tú la mandas hacerlo», le responde la madre de Raquel.

Y Maite, que es moderada, dice que sí, pero que su hija y ella en plan sanas, con agua, «no como otras que van por ahí, se emborrachan y luego se abren de patas como una gallina».

Milá interviene y le dice a Maite: «Eso es como si yo digo que eres puta porque me da la gana, y que cobras y que estás en la carretera de Burgos, te haría gracia». Ahí, Milá, didáctica. A tomar por culo la pedagogía.

Y VAMOS A CAMBIAR DE POST.

CAMBIO DE POOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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