Comienza la gala en la que se podría expulsar a los gemelos

Comenzamos.

Vemos los vídeos de los reencuentros de Igor con el Pelocho, al que poco más o menos le dijo que Sonia es mala como los hongos en los pies y que le puso a parir y a los gemelos, que eran unos listos.

Este chico me empieza a caer bien, ja ja ja.

El caso es que Sonia se ha pasado una semana en la que ha estado más tiempo llorando que no. Pobre niña bonita, mira tú.

Y un tema que ha puesto en alerta a gobiernos y agencias de espionaje de todo el mundo: la relación de Álvaro con Desi. Un crío de estos dos podría crear una nueva especie. Una que evolucionara a un ser parecido a un Gozilla albino.

Pero no nos dejemos distraer por experimentos dignos de mentes enfermas como el cruce de estos dos, centrémonos en lo importante: QUE LOS GEMELOS SE VAYAN DE LA CASA. Y si es posible, que se vayan del país.

Mercedes conecta con el apartamento. Les pregunta a los candidatos por sus entrevistas con los compañeros. Giuls está como si acabara de salir de los sesenta y estuviera en pleno flower power. De hecho, creo que es así, a Giuls la abandonó Marthy McFly en uno de sus viajes con el Delorean.

Milá va vestida de Cubo de Rubik al que le han quitado las pegatinas para poder resolverlo y luego se han liado.

Nos dice la señora que habrá dos repescados: uno que elegirán los concursantes y otro que elegirán los televidentes a través de las webs. Sí, amigos, nada de enviar sobres a un apartado de correos. Ah, que tiempos aquellos de cajas de metacrilato llenas de cartas…

 Ojo, ojo, ojete, que dice Milá que Sonia ha dicho esta tarde que se quería ir de la casa. Esta muchacha me está empezando a cargar, la verdad. O sea, que Gran Hermano no es Alcatraz, que si te quieres ir te vas, que no hace falta saltar verjas, ni superar alambradas, ni saltar fosos de cocodrilos.

 «Ya se sabe que el primer polvo nunca es el mejor», dice Milá para promocionar una aplicación de móvil. Cojonudo. Es como anunciar un coche y decir: «estamos probando los frenos».

Vídeo de la limpiapiños. Su miedo es que como Igor está «resentido» con ella, se ponga a ponerla a parir a sus compañeros y ella se queda sola. Así que para resolver el problema, se puso a llorar. Ya sabéis que eso siempre arregla las cosas. «Me siento cuestionada», dijo. Ay, ay que la han cuestinado.

Señor juez, esta declaración de culpabilidad de mi cliente es ilegal, se la sacaron a la fuerza en la comisaría. – ¿Torturaron a su cliente? – No, le cuestionaron. #Amosnomejodas

Y por si Sonia no tuviera suficientes problemas, encima Miriam Bicho Palo Woman se ha erigido en su mayor defensora. Madre del amor hermoso. Es tan significativo como si ante una acusación de canibalismo te defendiera Hannibal Lecter.

Y vemos la entrada de Igor en la casa. Lo que contó es básicamente que entre Miriam y Sonia han desfigurado su imagen, que él es más santo que Ghandi en una iglesia y que son todo manipulaciones y campañas de desprestigio. Pobre hombre (es irónico, por supuesto).

Al final, el tema se convirtió en la Guerra Fría de Gran Hermano, con Igor en el papel del bloque soviético y Sonia en el papel de EE UU, y los dos intentando lavar cerebros a unos y otros y atraerlos a sus doctrinas.

 El encuentro más emotivo, y con emotivo me refiero a provocar retortijones, fue el del Pelocho e Igor. Porque el hombre de los pelos como rata electrocutada está entre dos aguas, por su ennoviamiento con Sonia y su amistad con Igor.

Teniendo en cuenta que dos tetas tiran más que dos carretas, acabará creyendo a Igor, porque Sonia no le ha enseñado ni la etiqueta del sujetador.

Y más vídeos de encuentros de Igor. Ahora con los gemelos. Ellos le insinuaron que pensaban que va de listo. Ah, no lo insinuaron, se lo dijeron a la puta cara. El caso es que fueron a hablar las brasas a la sartén o como sea.

Y otro encuentro. Venga vídeos. Esto parece un resumen.

Sonia e Igor se reencontraron. Ella no le quiso ni dar un beso. Igor le explicó los vídeos que vio en los que le puso a parir. Y Sonia defendiéndose diciendo que Miriam le había dicho cosas y que ella es una amiga de verdad.

Bueno, que quien quiera se fíe de Miriam. Yo sólo os digo que la idea de invertir en el ladrillo justo antes de 2007 fue de ella.

¡¡¡SONIA EMBUSTERAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

¿Pues no sale de la casa y dice que Igor estuvo todo el rato gritándole? ¡¡MENTIROSA!!

Me da que esta chica no soporta no ser el centro de atención y que la gente no esté dando vueltas a su alrededor y haciéndole sacrificios para ganarse su beneplácito.

Y como no lo tiene, pues a llorar como descosida.

Dice Milá que GH ha invitado a la familia de Sonia, pero que no han querido ir al programa y que encima les han «llamado de todo» y que Sonia ha estado hablando con la psicóloga.

«Si se tiene que ir de la casa, que se vaya delante de todos vosotros», dice Milá. Chaaaaaaaaaan, chaaaaaaaaaaaaaaan.

Sonia va al confe.

Milá le pregunta que qué le pasa y ella dice algo, pero como se le entrecorta la voz con los sollozos, no le entiendo una mierda. «No sé que hacer para ayudarte», dice Milá. Joder, pues regálale un piso en Torrevieja, que eso ayuda.

Dice Sonia que tiene miedo de lo que pueda pasar fuera. ¿Pero qué piensa, que se ha desatado el apocalipsis zombie?

Ahora a Milá le deben estar poniendo en el cue unos párrafos de algún libro de autoayuda y se los está leyendo a Sonia. Solo nos falta hacer un corro y decirle: «Todos te queremos y te comprendemos Sonia», y acabar la sesión con un abrazo y un aplauso.

CAMBIO DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.

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