Los nominados a la sala de expulsión… ¡¡Y ALESSANDRO FINALISTA!!

Y llaman a los nominados (a finalistas) a la sala de expulsión.

Mientras van y no, vemos las tribulaciones de Pipi por haber nominado a María. Quien piense que Sindia es tonta, se equivoca. Se lo hace, pero es más lista que una mandarina con estudios superiores.

Milá ya tiene el sobre rojo. Chaaaan chaaaan

¡¡Y ALESSANDRO FINALISTA!!

Pero claro, todos piensan que ha sido expulsado, así que le despiden como si se fuera a hacer las Américas.

En el plató, la madre de Alessandro llora como si le hubieran echado de verdad.

Y por si se os había pasado… ¡¡ESTA NOCHE ALESS VA A VER LOS VÍDEOS DE NOEMÍ!!

Los salvados, que no lo son, llegan a la casa. La cara de Hugo al saber que Dani también se salvaba es la misma que si se hubiera descubierto una almorrana culera del tamaño de un coco.

En la casa están en silencio. Nadie se lo esperaba. Ja ja ja ja ja Están descolocados a más no poder.

 Como no podía ser de otra manera, porque son unos patanes y unos vagos, no superaron la prueba. Lo importante es que llegó la bronca definitiva entre Sindia y Pepe.

El caso es que a Pepe le revienta que Sindia tenga personalidad y cerebro propios y Sindia está que no debe ir a baño, porque se pasan el día a la gresca.

O sea, que Pepe se huele la final y se quiere deshacer del lastre que le supone Sindia, una posible rival para ganar.

Yo lo que no entiendo es porqué Gran Hermano no ha instaurado aún un sistema de duelos para resolver estos conflictos. No sé, con pistolas, con espadas… Que tampoco hace falta que se maten, vale con que sean a primera sangre.

Sindia ha dado en el clavo: a Pepe le encanta hablar mal de la gente a sus espaldas. Sí, el hombre que tiene los ojos como si fuera un búho atropellado es así de sincero.

Noemí está en el plató tragando saliva como si no hubiera mañana. Está más acojonada que un pulpo en el acuario de una marisquería.

Y Alessandro llega al plató. Ha salido con el 38,9% de los votos.

Pero antes que a Alessandro vemos como los ladrones de la prueba semanal han hecho más trampas que un millonario en la declaración de la renta y cómo Pepe llamó a Sindia: «Serpiente venenosa, tarántula…».

Pero luego le molesta que a él le llamen machista. No sabe perder. A Dani le llamó «cucaracha» porque dijo la verdad, que le habían dado con la pelota.

Y como siempre le pillaban, porque es un poco inútil, pues escondió las pelotas que hacen de proyectil. Más trampas. Sí, Pepe es a la honestidad lo que una fosa séptica al aroma de rosas.

Ahora sí, Aless está en el plató, en la pecera de arriba.

Dice el inocente que le habría gustado llegar a la final y Milá se hace la sueca y le vacila, preguntándole por qué está en la calle, que ella no lo entiende.

Dice el jodío, que piensa que le han echado, que ha conocido a gente y tal. O sea, obviedades. No es que el chaval sea la alegría de la huerta.

La entrevista de Alessandro se hace con pantalla doble: en la grande, él, en la pequeña, Noemí, que pone cara de póker. Qué digo de póker, la mueve menos que un gato de escayola.

Y vamos con lo gordo. O sea, con las imágenes de Noemí en Brasil. Ah, no, vamos a la publi.

Ahora, amigos, es cuando GH está haciendo el minuto de oro.

Vamos desde el principio, cuando Noemí le decía que Alessandro le caía como el culo por ser italiano.

«Soy juguetona, pero no soy chica fácil», una afirmación de Noemí cuando menos cuestionable. Estamos viendo el vídeo de su encuentro con Paolo y sus lloros mortales al verle.

Y cómo Alessandro le dejó claro que lo que tenían allí dentro era una follamistad. O sea, que la pitón de Alessandro visita la gruta de Noemí, pero sin opciones de compra.

Ahora Alessandro dice en el plató que él no se enamoró porque estaba escaldado por una relación anterior en la que le rompieron el corazón.

Ay, que Milá está hablando de Brasiiiiil.

 Le ponen los vídeos previos, o sea, los momentos en que Noe hablaba de Brasil y le hacían dudar al Italiano de la sinceridad de la muchacha.

Ahora cuenta el chaval que las dudas comenzaron en la cena de los mosqueteros, por el comportamiento de Noemí y por el interrogatorio de Christian sobre si hizo o no hizo algo en Brasil.

Digamos que a esas alturas Alessandro ya notaba en su cabeza dos pequeñas protuberancias.

Y siguen dando rodeos…

Una cosa os digo, con cuernos o sin cuernos, Alessadro habría pasado sin pena ni gloria por este GH sin su rollo con Noemí, porque es un poco seta.

Le están poniendo el vídeo en que Noemí dice que su reto es «enamorar y tener algo con Alessandro».

Y comienzan a destaparse sus mentiras. ¿Quién puede querer estar con una persona como Noemí, tan dada a la trola y al desequilibrio?

Y vemos la enésima ocasión en que Alessandro le dio la oportunidad a Noemí de contarle la verdad.

Alessandro dice que piensa que Noemí fue falsa con él.

Mientras, Noemí, en el plató, está impasible. No mueve ni un músculo de la cara. Es como si en la pantalla pequeña hubieran puesto una foto. Si no fuera porque parpadea habría que ir a tomarla el pulso y a comprobar si respira.

Sí, Nemo, van a poner los vídeos a las mil.

En fin. Ahora van a meter a Noemí en la pecera, ya en plan cara a cara total.

Noemí intenta entrar en la pecera, pero la puerta está atascada y un técnico tiene que entrar a arreglarla.

Hecho ésto, Milá le dice a Noemí que si quiere decirle algo a Alessandro antes de que las vean. Y dice la jodía que «quiere ser honesta», ja ja ja ja, ahora.

Dice que no se lo dijo porque le dio miedo y que comenzaba a tener un vínculo afectivo. Que con Fael tuvo roces y cosas.

Noemí ya está llorando. Esto me parece ya un poco humillar y machachar a la muchacha. Sentarla a un metro de Aless a ponerle esas imágenes.

Aless no ve sólo las imágenes con Fael, ve también las mentiras que contó en Brasil.

Y llegamos al punto clave, al chiringuito. Alessandro se está encabronando por momentos, pero creo que se lo está tragando.

Claro, según han montado el vídeo Aless parece el novio enamorado y engañado.

En la pecera, silencio de los que se cortan con motosierra. Noemí le dice «dime algo», y Alessandro dice «no te voy a dar las gracias». «¿Éramos pareja?», le pregunta Noemí.

«¿Cuántos corazones tienes tú para dejarle por ahí a la gente?», le dice Alessandro.

Noemí sólo sabe decir «vale, si lo acepto».

Alessandro está en plan callado. Jodido. Dice que no se esperaba que fuera tanto. Dice que lo que le jode es la mentira.

Milá le pregunta a Noemí si esperaba esta reacción y Noemí dice que «claaaro».

La muchacha dice ante una pregunta sobre Paolo que no le nombren, que no tiene nada que ver.

Y Alessandro lo suelta: «Ahora no quiero que siga nuestra amistad».

Y ahora le ponen a Alessandro los vídeos de la entrevista de Noemí.

Para que no quede nada, Milá resalta ahora las demás mentiras de Noemí. Ella se mosquea, con razón, porque la entrevista parece a ella y no a Alessandro.

¿Ahora qué quieres? le pregunta Aless, y ella dice «Nada», «Pues mejor, no me hables», responde Alessandro, que está a punto de negarle dos besos de despedida.

Milá le dice a Alessandro que Noemí no quiso hacer daño, que lo que le pasó es que le faltó valor.

Aless dice que él nunca habló de amor. Para no haberlo hecho, está demasiado jodido, ¿no?

Este chico lo que necesita es una novia fea, para que no se la quiten.ç

Y se despide de la casa. Cuando acabe, cambiamos de post.

 Les dice a Pepe que le quiere mucho, que tienen mucha amistad. Pepe le dice que «tienen que hacer cositas ahí fuera». Esta conversación podría ser considerada en términos sexuales.

 A los demás, lo típico, que les quiere. A Sindia, que aclare su enfado con Pepe.

CAMBIO DE POST.

Almacenado en: gala, Gran Hermano 12+1, nominados