Comienza la gala de Gran Hermano de los nuevos concursantes

Comenzamos.

Lo primero que vemos es a Aristidín, el mote del pujador de la plaza. Milá le está sobando. Esta mujer debería ser panadera, porque no hace más que amasar. Cómo le gusta meter mano. Está más caliente que el palo de un churrero.

 El chaval lleva las uñas pintadas y con la manicura hecha. Madre del amor hemoso.

Milá le previene de que el recibimiento que va a tener en la casa va a ser tirando a chungo y nos ponen un vídeo en el que todos los concursantes ponen a parir al que va a entrar por tener pasta y poder pagarse una plaza que ellos no han pagado.

Bueno, a Pepe le parecía bien. Normalito que es el chaval. Milá sigue sobando al muchacho. Va a entrar en la casa amoratado de tanto magreo. Después de la próxima publi vemos a Milá agarrándole el mandoble mientras hace la entradilla.

Ya hemos visto a Aristides Alonso, que es el que se ha dejado el pastizal para entrar. Es educador de perros y campeón de taekwondo. Milá le dice «tiene una cara guapa, pero una nariz importante».

Vamos, que le ha llamado narizotas.

Le ha dado el cheque con la pasta a dos chavales de la cruz roja que estaban en el plató. Si lo sé me planto allí hoy con un una pegatina de esas del día de la pegatina y me llevo el papelillo.

Han enseñado el cheque en primer plano. Ya verás como alguno se dedique a sacar datos…

Milá le encarga que entrene al perro de la casa, al pobre Torso, que es una golden retriever, o algo así.

Ahora vemos que el que más le ha puesto verde al pujador ha sido Michael, que ha repetido diez veces que él está arruinado.

Yo creo que todos piensan que es el típico ricachón que va por la vida soltando pasta a cascoporro. Menos mal que Paris Hilton no se ha enterado de lo de la puja…

Y al chaval lo mandan para la casa.

Aprovechamos y hacemos nuevo post.

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