Yago, el más solicitado en la casa

Lo que me faltaba.

Ahora Yago vuelve a sacar las cochinadillas light que hizo Chari en la casa y dice que Rubén es un pringao por enviarle cartas en su blog.

Esto es demasiado. Nos libramos de Chari y ahora la tenemos hasta en la sopa. Yago sigue a lo suyo, a poner a parir a Rubén.

¿Se puede ser más pava que Lydia hablando de montar una fiesta el día de San Valentín? En serio, a esta chica la ponen en una serie para adolescentes yanki y no le tienen ni que hacer guión.

«Cuanto más dinero ganéis y más pasta saquéis a esta empresa, mejor», dice la Milá poniéndose corporativa.

«Ay, Chari la guarra», dice la Milá, justo antes de corregirse «y pensar que te llaman Chari la guarra»… «Con eso puedes sacar mucha pasta», le dice. ¿A qué se refiere?

La ex novia de Yago trabajaba en Correos. En la calle Fuencarral esquina Gran Vïa, de buzón.

Ahora vemos a las chicas de la casa, concretamente a Lydia y Terry, babeando y chorreando por Yago. Terry es la más desesperada. Esta chica no tiene amor propio.

Menudo trenecito se montaron Yago, Lydia y Marta. ¡¡Y menudo efecto de campaña tuvo el pobre de Dámaso!!

Ay, el efecto carpa, que buenos momentos nos ha dado.

Milá se pone berraca diciendo las cochinadas que Yago hace con sus novias. Milá le pregunta a la ex de Yago si a ella le chupa los pies.

Esto ya parece una reunión de tupper sex de cincuentonas salidas, amigos. «Que ganas tengo de que me chupen los pies», dice Milá. Mañana lo mismo titulo por ahí.

Lydia es otra de las que se ha dejado seducir por Yago, que sin embargo se muestra distante con ella. Y es que Lydia le encuentra súper divertido, o sea, es tan guay…

«Con todos los respetos, no me gustas, pero eres una tía encantadora», le dijo Yago a Lydia. Es una de las cosas más destructivas que le puedes decir a una persona.

Ahora resulta que Yago no ha atacado a Lydia porque entró en la casa enamorado de su ex novia, Silvia.

Ahora más vídeos de Terry perdiendo el amor propio y la dignidad babeando a los pies de Yago. Amigos, hay que tener un poco de amor propio…

Y claro, cuando Yago pasó de ella como de comer espaguetis con salsa de caca, se puso digna, con lo que a Yago se le pusieron los huevos de corbata, porque podrían nominarle… ¡¡NOOOOO, NOMINARLE NOOOOOOOOO!!

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