El pasado lunes Nadia Tolokónnikova, integrante del grupo punk ruso Pussy Riot, entró en huelga de hambre para denunciar las malas condiciones de la cárcel en la que se encuentra encerrada. La joven, que cumple una condena de dos años por haber realizado una protesta dentro de una catedral moscovita, denuncia que sólo logra dormir cuatro horas por noche y que debe esperar tres semanas para poder bañarse.