El siglo XX empezó con dos devastadoras Guerras Mundiales y le continuó la separación de un mundo dividió en bloques, el comunista y el capitalista. Este sábado salía en palestra de todos los medios de comunicación que el comandante Fidel Castro había muerto y tras él desvanece el último líder del siglo XX, el fin de una era.
Seguramente no hay una persona con más luces y sombras que Fidel Castro, un reflejo de dos caras de la misma moneda. Para algunos el líder que liberó Cuba y contribuyó a la emancipación de los pueblos latinoamericanos, para otros, como el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, un brutal dictador.
“Fidel cumplió su misión, liberar Cuba y demostrar que otro mundo es posible”, así se expresaba ayer el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Y es que sin duda, la pequeña isla caribeña, puso en jaque mate al gigante estadounidense. Estableció su régimen comunista a tan solo 122 kilómetros de la gran potencia capitalista. Y es más, demostró que América, ya no era de los americanos, como dictaba la doctrina Monroe, sino que Latinoamérica es de los latinoaméricanos.