Hace algún tiempo, el periodista Albert Garrido dijo en una conferencia que muchos rusos se habían mudado a Israel “buscando un lugar de paz”. A algunos asistentes les pareció curioso que a alguien se le ocurriera mudarse al Estado judío con el objetivo de vivir en paz. Hay muchos motivos para vivir en Israel, pero la tranquilidad no debería ser la primera razón de la lista. A no ser, claro, que el destino sea Tel Aviv. El oasis en mitad del conflicto más largo de la Historia de la Humanidad.