Por Cláudia Morán
El Festival de Eurovisión ha recibido muchas críticas, especialmente en la última década, porque las votaciones son más un reflejo de las afinidades entre países (que suelen ser vecinos) y no del mérito de las canciones interpretadas. Pero a diferencia de lo que piensan muchos europeos, el festival de Eurovisión no está totalmente amañado. Cada año hay una canción que destaca por encima de todas las demás. De lo contrario, no podríamos explicar la victoria de países como Irlanda, Turquía, Grecia o Finlandia, que no son los “países grandes» de Europa (como lo son Alemania, Francia, Holanda o el Reino Unido).