Un retrato de un pandillero de una mara del grupo Salvatrucha captado por la fotógrafa Isabel Muñoz y que presentó en una exposición en Madrid / Isabel Muñoz
La Corte Suprema de El Salvador ha decidió considerar a las maras como grupos terroristas y, de este modo, intentar acabar la violencia que azota el país desde el inicio de este año. Y es que ahora El Salvador va de camino a convertirse en el país más violento del mundo, un trágico récord que por ahora ostenta su vecino Honduras.
Todo empezó a principios de este año cuando el gobierno decidió romper la tregua que mantenía desde 2012 con las dos principales maras del país, la Salvatrucha y la 18. A partir de ahí, el repunte de la violencia fue brutal. En el primer semestre del año murieron asesinadas 2.865 personas, un 55,7% más que el mismo período del año anterior.
Pero los últimos datos aún son más escalofriantes. El mes de agosto prevé superar la trágica cifra de más de 700 muertes. Entre el domingo 16 y martes 18 de agosto fueron asesinadas mínimo 125 personas, mientras que en lo que va de año ya se han alcanzado los 3.828 homicidios, según datos del Instituto de Medicina Legal que recoge la BBC. Así pues, en tan solo ocho meses se está a punto de superar los 3.912 asesinatos que se registraron en todo el 2014.
Es por eso que la Corte Suprema del país, en un hecho insólito, decidió el 24 de agosto declarar como grupo terrorista a la “Mara Salvatrucha o MS-13 y la Pandilla 18 o mara 18 o cualquier otra pandilla u organización criminal que busque arrogarse el ejercicio de las potestades pertenecientes al ámbito de la soberanía del Estado, atemorizando, poniendo en grave riesgo o afectando sistematicamente e indiscriminadamente los derechos fundamentales de la población o parte de ella”, según el comunicado de esta institución publicado en Mundiario.