Por Cláudia Morán
Mucho se ha hablado de las atrocidades del ejército nazi en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, pero la historia no se escribe únicamente en base a la parte occidental del mundo. El 13 de diciembre de 1937, las tropas del ejército imperial de Japón tomaron la ciudad china de Nanking, en aquel momento la capital de China, y cometieron una de las atrocidades más cruentas de la historia, cebándose con la población civil y violando despiadadamente a mujeres y niñas. Hoy en día no está claro el número exacto de víctimas -se estima que unas trescientas mil- y Japón no ha reconocido nunca abiertamente la brutalidad de sus crímenes de guerra. La masacre de Nanking es, junto con la disputa por las islas Senkaku y los experimentos de la Unidad 731, un problema sin resolver que genera tensión, aún hoy en día, en las relaciones diplomáticas entre Japón y China.