Mientras en las últimas semanas los medios de comunicación han resaltado la violencia en el fútbol tras la muerte de un hincha del Deportivo de la Coruña y miembro de los Riazor Blues en manos de los ultras del Frente Atlético, el deporte rey también ha servido para paralizar la guerra y traer momentos de paz.
Así sucedió hace 100 años, en Navidad, en una trinchera en Ypres (Bélgica), donde ingleses y alemanes tomaron un descanso para echar un partido de fútbol. El 28 de julio de 1914, 151 días antes, empezó la I Guerra Mundial que enfrentó a buena parte de Europa.
Eran vísperas de Navidad, los ingleses miraban perplejos como los soldados alemanes decoraban sus trincheras con adornos navideños, mientras cantaban Stille Nacht (Noche de Paz). Los soldados del Reino Unido, guardaron las armas y respondieron entonando otros villancicos.