Por Elena González
El ex primer ministro búlgaro Boiko Borisov, que dimitió en febrero de 2013 ante una violenta ola de protestas sociales, con un 32,7% de los votos, duplica a su más cercano contrincante para encabezar el gobierno del país, pero deberá pactar para conformar una coalición que gobierne.
El segundo partido más votado, con un 15,4% de los votos, el Partido Socialista de Bulgaria, ha caído 11 puntos en relación a las pasadas elecciones, seguidos de cerca por el Movimiento por los Derechos y la Libertad, de centro derecha, con el 12,2% de los sufragios.
Diecinueve meses después de la caída de aquel ejecutivo, regresa al poder el partido de Borisov, Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), un regreso a los orígenes de una crisis que ha mantenido al país más pobre de la Unión Europa en una permanente tensión política.