Opinión

En esta cárcel en una cueva en Atenas es donde supuestamente murió Sócrates / N. S. I.
Atenas acogió el primer sistema democrático del mundo entre el 508 a.C. y el 322 a.C. La muerte de Sócrates, por eso, puso en jaque los valores democráticos de la ciudad. El filósofo ateniense fue condenado a beberse un pote de cicuta en 399 a.C. por corromper la moral de los jóvenes y despreciar a los dioses.
Solo sé que no sé nada es la gran frase que resume el pensamiento de Sócrates, que puso en duda todo forma de conocimiento entendido hasta entonces para que se volviera a replantear. Es por eso, que no escribió ninguna obra porque creía que cada uno tenia que desarrollar sus propias ideas y todo lo que conocemos hoy de él es a través de sus discípulos, como Platón. Su forma de pensar le llevó a confrontarse con otros filósofos, artistas, pintores e incluso la clase dirigente ateniense porque puso en duda su conocimiento e ideas. Ello le costó la vida.
Más de 2.000 años después Grecia ha vuelto ser la piedra del zapato de la democracia. Esta vez de valores de la Unió Europea (UE) como la democracia, la solidaridad, la humanidad han caído como un castillo de naipes en Grecia. Primero, fue con la crisis económica que azotó el país y luego la de los refugiados.