A la explosión de un volcán sobreviene algo mucho menos espectacular, aunque dramático al mismo tiempo. La noticia pasa, los días pasan, y las cenizas caen, se dispersan y producen daños que tardan meses en revertirse.
A fines de la semana pasada, Junín de los Andes, una pequeña ciudad ubicada en la Patagonia Argentina, se cubrió con más de 10 cm de una ceniza expulsada por el volcán Calbuco, de Chile. Sus habitantes revivieron el drama de 2011, cuando pasaron meses en la oscuridad de las cenizas del volcán Puyehue.
Esta es una crónica sobre cómo fueron los últimos seis días en Junín de los Andes.